
Existe una teoría nueva sobre el aprendizaje que toma en cuenta las redes de Internet, lo cual no han hecho las teorías conocidas como el constructivismo, cognitivismo y conductismo, todas con fundamentos psicológicos sobre cómo se lleva a cabo el proceso del aprendizaje.
El conectivismo tiene dos partes: la primera asume que en nuestro cerebro existe una red de neuronas y que el conocimiento se almacena en esta red en forma de patrones de conexiones neuronales. Es decir, el conocimiento está almacenado en nuestra red neuronal y este hecho reconocido ya es importante. Tiene fundamentos biológico/físicos. La idea, la mente, el pensamiento almacenado y procesado en nuestras redes de neuronas fisicas reales existentes.
La segunda parte asume que Internet es una gran red donde se almacena un enorme conocimiento que aumenta explosivamente día con día, es una red de redes a la que nos conectamos y en la que podemos aprender de forma autónoma lo que nos interesa. Estas redes funcionan con un principio semejante a las redes neuronales internas. Esto es muy polémico.
El conectivismo es muy polémico pues afirma que el conocimiento no se construye en las personas porque lo que se genera son patrones de conexiones neuronales, tampoco existe el aprendizaje social, sino que el aprendizaje es individual, dentro de cada persona, y no en sociedad. Cada persona aprende por sí misma a partir de reconocer patrones externos de conocimiento.
Bueno, estas ideas se están discutiendo en Internet por una gran cantidad de investigadores y yo allí ando metido, me ha sorbido el seso, día y noche, hora tras hora, siguiendo la pista de las discusiones e intentando aportar algo y aprendiendo de ello.
En Colombia saben de esto y me meti en la boca del lobo, afortunadamente no tuve problemas. Sin embargo, mi anfitrión a quien le llevé algunos libros insistió en presentarme como poeta y repartió mi libro asi que tuve que firmar autógrafos en los libros, contestar algunas preguntas sobre mi poesía, y prometer envíos de sitios de Internet donde escribo.
Esta vez mi anfitrión no me dejó siquiera acercarme a ninguna librería ni ir a la plaza Bolívar, terminandas las conferencias (3) y un taller me llevó temprano a una gira de tres días por el distrito de Boyacá recorriendo pueblos y comiendo todo lo que veíamos en los pueblos y la carretera. Aguas termales, truchas dulces, arepas, fresas con crema, tamales y comidas cuyos nombres no recuerdo y la laguna de Tota a 3000 metros de altura, Villa de Leyva, museos y pueblos típicos.
Tres días de trabajo en dos Universidades (una privada y otra pública) hablando con los profesores y alumnos, y el rector de la privada (decano) y sus jefes y la comida del día y la del día del maestro.








