Archivo por meses: marzo 2021

Prepucio carmesí (y Un chin de amor) pdf

-¿Tienes resaca de diáspora de más de un millón de peruanos que se han ido del país, de disolución, de artistas que podrían haber estado con nosotros ahora y que no pudieron ser, perdieron la vida en el intento, no quisieron o no se atrevieron?  ¿Resaca de soledad marcada por tu propia vida pero también por una literatura de catacumbas?

-En diáspora no me he sentido nunca.  Porque hay un eje interior que es tu patria verdadera, tu lugar, tu forma.  Es un eje emotivo.  Una especie de lugar privado donde existe un montón de amor: el de mis padres, el de mis hermanos, el de mis mujeres presentes y pretéritas.

-Te aclaro lo de las catacumbas: me refiero a la política de apoyo que tanto la empresa privada y el Estado deben ofrecer a las artes y a las ciencias.  Hasta este momento somos exportadores de cerebros.  Al paso que va la educación ya ni siquiera cerebros exportaremos.

-Efectivamente.  Escribir en nuestro medio es catecumenal.  Pero como sucede en la secta cristiana, parece que ésta es la única manera de hablar en lenguas.  Sin embargo, a uno le provoca salir de la catacumba y eso es lo que no funciona, pues, en nuestro medio.  Cuando bajaba la cuesta de Cornell, meditaba en mi circunstancia mágica: de ser un profesor de secundaria muy mal pagado en un colegio de Lima, había pasado a ser casi un gurú, cosa que nunca me propuse en serio, entre la alta clase media norteamericana, harto estudiosa y no menos diletante, que se congrega en esa universidad.

-Tú eres un vitalista.  Un poeta de la vida y no de la muerte.  Pero lo eres en un tiempo definitivamente tanático.  De haber sido otro el destino de nuestro país, creo yo que tú podrías haber celebrado nuestro esplendor, ahora negado, no en tono grandilocuente, no a lo Chocano, sino desde el detalle, la intimidad, lo aparentemente nimio, lo que constituye un rasgo de tu poética.

-Respecto a lo vital, a lo celebratorio de mi poesía, tengo un rechazo a toda postura maltusiana, apocalíptica, en cualquier aspecto de la existencia: sea de salubridad pública, de las finanzas, de la educación, de la escasez de los alimentos, etcétera.  Confío en la creatividad humana y en la evasión a secas, siempre presentes al final de cuentas en nuestra historia.  Rubrico esta observación tuya también desde una postura estrictamente cognoscitiva o intelectual.  Considero que el saber en última instancia es gozoso.  Cualquier tipo de saber.  Por eso rechazo a la gente que mete miedo, a los que se quedan a la larga en un saber a medias.

-¿Qué percibes del deterioro ambiental y humano?  Un ejecutivo inglés dijo que si se calienta la Tierra, lo único que va a hacer es agregar un trozo de hielo más a su scotch.

-Santa Teresa decía: si se produce un pequeño fuego en una casa, voy presta y lo apago.  Pero si se incendia toda la casa, me paro y me voy.

-¿Qué piensas ahora de la crítica que hace veinte años lanzó a la nueva hornada de escritores peruanos, para lo cual contribuyó a crear premios de mentirijillas, y abjuró del rigor científico al afirmar que en el Perú se producían, como conejos, generaciones de escritores cada diez años, cada cinco años, y ahora cada dos y medio?

-En lo personal no he sido un premiado por la crítica de gacetilla.  Como uno es hombre, claro que a veces uno gustaría verse en las manos dominicales de alguna chica bonita.  Mas afortunadamente, una crítica discreta ha reconocido mis versos.

-¿Te refieres a Martín Adán, que te leyó cuando tú tenías diecinueve años, y cuya última lectura fue un libro tuyo que le gustó mucho, según le contó a Mejía Baca, el médico del Hospicio Canevaro que asistió la muerte del maestro?

-Efectivamente.  Y como me lo dicen de vez en cuando mi hermano Germán, algún complacido alumno, y algunos colegas extranjeros.  Me pregunto si suena pedante todo lo que he dicho.

Boston, verano de 1998

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VENTILADOR LITERARIO (No 1)

Se trata de una plataforma digital de divulgación y também una editorial, concebidos como un filtro latino-americano de literaturas.

Incentivamos lenguajes despretensiosos, fluidos, sea em português, castellano, portuñol ou portunhol selvagem.

Ensaios, entrevistas, ventiladorzim, poesia, ficción, literaturas, antes y después de la fascinación por la punta del iceberg…

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El Amálio de Trilce/ Pedro Granados

 Trilce educa.  Acaso constituye la escuela poética que mejor educa.  A falta de maestros contemporáneos en ambas orillas trasatlánticas (Vallejo dixit), aquél poemario se ha vuelto un aula y ha hecho –de los que la han frecuentado con candor de primarioso – unos seres anfibios.  Mitad aire y mitad agua; torso humano y extremos de caballo; la parte sumergida y, la otra,  iluminada por el fuego de una misma y anónima isla.  Isla y archipiélago.

Y a esta paulatina metamorfosis y ascesis se expondrán, entre todos los lectores del poemario de 1922, su permanente y demudado traductor.   Que es el caso de Amálio Pinheiro.  Que ha sido su caso.  Aunque más el caso de Trilce que, propiamente, el de Amálio:

No Brasil, temos duas traduções mais conhecidas, as de Thiago de Mello, que traduziu todos os 77 poemas, optando por uma tradução mais literal dos poemas, e a de Amálio Pinheiro, menos óbvia.

Na transcriação dos 77 poemas de Trilce [declara Pinheiro], trabalho/obsessão de mais de uma década, procurei manter a radicalidade dos poemas, buscando, na medida do possível, encontrar soluções inventivas para as invenções trílcicas (para usar um termo de Haroldo de Campos)  (“César Vallejo, por Fred Girauta”) https://escamandro.com/2019/01/21/cesar-vallejo-por-fred-girauta/

Ao intemar-se em nosso cérebro e aí reexperimentar cordas vocais, Vallejo parece querer desligar essas junturas sinápticas que nos acostumam a uma determinada cadência favorecida pelo embalo mítico de milênios de memória musical. Propõe esquemas rítmicos de leitura que não se enquadram em nenhum folclorismo temático acalentado pelos anos: este facilmente pode vir a ser o prolongamento pitoresco de um modelo repetitivo que religa ritualmente a comunidade à tribo pela redundância da divisão rítmica. Corrompendo a expectativa de regularidades, Trilce pede uma mente policêntrica, contra qualquer legibilidade domesticável. Polilingüismo, polirritmia e polifonía (A.P.,“Cesar Vallejo: Tradução E Politica”. Cruzeiro semiótico.  Associação portuguesa de semiótica.  Nos 18-19, Janeiro-julho. 175-181. 1993. 179)

Y con estas reflexiones y testimonio sobre su aula trilceana, lectura y traducción, nuestro amigo Amálio Pinheiro se ha convirtido en el más aguzado vallejiano de esta parte del mundo; aunque su trabajo sea todavía poco conocido en Hispanoamérica.  El Vallejo de   Pinheiro –ante la escuela francesa (Coyné, Sicard, entre otros), el “modo anglo” de leer al “Cholo” (Franco, Higgins, Clayton, etc.) o la variopinta recepción hispanoamericana (Ortega, Ballón, Neale-Silva, Yurkievich, et all)– aquilata un peso específico y ha sabido (de algún modo la empezó Haroldo de Campos) configurar una consistente y persuasiva lectura brasileña del autor peruano.  Y, con esto último, continuar la tarea de transvasamento cultural y afirmación postantropocéntrica –en toda nuestra región– en que se hallaba tan empeñado el autor de Trilce.

*Esta nota anuncia la aparición inminente de Trilce traducido, al portugués del Brasil, por parte de Amálio Pinheiro; gracias a la paulista flamante revista y editorial Ventilador Literario.

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PASAMAYO (séptimo poema)

Quizá debería ser suficiente

Borro y una ola se presenta

Borro y estoy muerto

Hasta el fin estoy muerto

Hasta el fin del fin

Con mi lenguaje de noche

Y mis músculos de escarcha

Y mi amor de moza enamorada

De ángel gélido por la intensa pasión

De muchacho que contempla

Por primera vez a una mujer desnuda

Por primera vez a la noche

Por vez primera a su muerta a su muerte

A este contorno de montaña

Porque todo se eleva desde aquí

Porque todo canta o murmura

O más bien esto último

Y esto penúltimo

Y esto que ahora les digo

Y lo que soy incapaz de decir

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Oda contemporánea a la Casa Silva/ Indran Amirthanayagam

Me gustaría leer poemas en la Casa Silva.

Escribo estos versos para que sepan

los que deciden quienes dirigirán

las tertulias y darán las conferencias

en este nuevo año de transición donde

la pandemia ha empezado a topar

con las fronteras inmunes, la manada

en camino de estar vacunada contra

su desaparición, y bailes y caminatas

al lado del mar celebradas de nuevo

en los malecones del continente,

y nuevos embarazos en espera,

la vida despertando aun en países

al otro lado del mar donde

la dictadura impone su terror.

Pienso en los jóvenes

de Birmania, vueltos mártires,

en los refugiados sirios y afganos,

y aquí, en nuestros hermanos

venezolanos tratando de sobrevivir

en los países vecinos, entre ellos

Colombia donde dirijo esta carta

mientras respiro, con todos, los gases

invernaderos, la amazonía en llamas,

y sueño un poco con leer en la Candelaria,

en aquel edificio antiguo en una calle

de adoquines, en aquel centro

del verbo con sus salas

y bibliotecas, en la Casa Silva,

casa del poeta.

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Las yemas de mis ojos/ Alan Smith Soto

El fulgor ha trazado en mi retina

el árbol deshojado de mi huerto;

sus ramificaciones son idénticas,

fuera suben mis venas hacia el cielo.

 

Disposición secreta para el rayo,

compleja precisión, acomodada

para que la luz lleve su vida

a todos los rincones de las ramas.

 

El mes de marzo ya promete abril,

y en sus tallos las yemas se han hinchado;

pronto se perderán sus rayas negras

entre las galas de poblados ramos.

 

Mis ojos, una parte de esa rima,

recibirán en flor la maravilla.

© Alan Smith Soto, 2021

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“Hinostrozo”, poeta peruano actual

Photo by Rosario Bartolini M.

HINOSTROZOS

I

Conozco al padre
de una montaña ocre
de grietas oscuras
manos cortan el alambre
y la verja de la prisión
en un paraíso desconocido
un templo de ganado vacuno
guijarros
dientes de león
helados
ríos desaparecidos
agua que cruza el paredón
de un nevado seco.
Eucaliptos del padre lejano
en carbono
cargado de vapor
viaja sin maletas.

II

Lenguas añejas
que viajan por la sal
nuestra bahía
espera
ENTRO
la sangre o el poema
empieza
el poeta muere
circula

III

Mi padre es estúpido y dulce
murió hace mil quinientos de años
en Nueva Jersey
su pestaña
viaja
por el diente de león
un niño eucalipto le entrega los pasajes
me busca
y he muerto
como cada mañana
como a las 8 am
mi padre es estúpido y dulce
sueña que me parió
el está embarazado de mi
un huevo frito
en un plato francés
la petite mort
supongo que mi madre eyaculó
raza y
religión
estambre de peces aéreos
tal vez soy el huevo
que de una rama cae
como a las 8 am.

IV

Hormigas danzan alrededor de las alas.
Se ha incinerado la gravitación.
Si quisieras sumergirte nuevamente
y volver a palpar la vegetación triunfante,
yo sería el oído en la copa.

V

El remolino inicia
cuando se sienta
al pie de la caverna
el barniz del agua
paseo en bien-tres
se te ha perdido la brújula, animal cansado
dueño de ti mismo
en la sequedad de los rayos.

VI

Ir a la muerte
con ojos abiertos
volver a la raíz
a las tradiciones
a la circunstancia celeste
que se traduce al castellano
podría leerse con frescura
como podría verse el cine francés
cuando llegó escoltado
por aviones del régimen
eras el mal llamado
gloria nacional
orgullo gris
de los elefantes.

VII

Sentir esos huesos esculpidos
disueltos en salivas de tu presencia
luces tuyas encienden la avenida
que se echa a la memoria de tu habitación
que moja ese pie
ese pie
ese pie
ese pie
que se escapa en tu deformidad
mientras las causas ebrias
de la lluvia
gritan tu nombre
en la cuna de un lobo feroz
que se erige en aquel hombre
que moja a la que fue tuya.

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PASAMAYO (sexto poema)

Los poemas de Sasha Reiter son muy bienvenidos

Los poemas de Sasha Reiter son intersticiales

Se catalizan  entre la realidad

Y la interpretación de la misma

Pero debemos aprovechar que hay  realidad

Desde donde  cada uno de nosotros

A la larga

Poco a poco se vuelve

Puro inocente absuelto de toda culpa

Y todo castigo

No se tema perder nada aquí

Salvo  acaso las interpretaciones

Todo está para ganarse

 

Sasha Reiter’s poems are very welcome 

Sasha Reiter’s poems are interstitial 

They catalyze between reality 

And the interpretation of it 

But we must take advantage of the fact that there is reality in them

From where each of us 

In the long run 

Little by little becomes 

Purely innocent absolved of all guilt 

And all punishment 

Don’t be afraid to lose anything here 

Except perhaps the interpretations 

Everything is to be gained 

© Pedro Granados, 2021

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