Archivo por meses: abril 2012

EL EROTISMO DE POEMAS EN HUCHA/ Miguel Pachas Almeyda

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Tu pecho blanco / blanco y erizado / una y otra vez”. Pedro Granados.

Tal como César Vallejo o Rubén Darío, sin mencionar a otros grandes líricos del habla castellana, Pedro Granados convierte el erotismo en uno de los temas centrales de su última obra, Poemas en hucha, publicado hace pocas semanas en la capital peruana.
Si Darío clama en su poema, “El coloquio de los centauros”: ¡Oh aroma de su sexo! ¡Oh rosas y alabastros! / ¡Oh envidia de las flores y de los astros!, Granados abandera a Eros en su palpitante poesía que encarna algo muy consustancial en nosotros los mortales: el amor apasionado unido con el deseo sensual.

En el poema “[Definir]” encontramos versos galopantes de una sensualidad a flor de piel, siendo el cuerpo de la amada, en teoría, una amalgama, un abanico de colores y de belleza que deslumbra, pero al mismo tiempo, en la práctica, produce sensaciones de una vitalidad indescriptible: “La espesura de tu cuerpo / teórico practico… ¿Qué te trae así la vida / de entre las sombras?”. Empero, descubriendo, acaso, las energías cósmicas de un amor pasional, Granados es más directo ─o más arriesgado, a decir de Paul Guillen─ con las licencias que se reserva el poeta, porque nada le es ajeno: ni lo existente, ni lo inexistente: “Mi cuerpo se mide / hasta tu útero / y otras palpitaciones, aunque sin especifico espacio… Y tu marco teórico / me lleva el pie, la pinga, el tamaño costado… Y a ratos te follo / Y a ratos te cojo las tetas, / las sopeso así, / goloso y deslumbrado….No definir. No hacer caso de los heterónimos. / Transporte de orgasmo y de alegría. / C’est tout”, culmina el vate en lengua francesa: “Eso es todo”, ¡y punto!

Si Vallejo escribió: “Debajo de ti y yo / tú y yo, sinceramente, / tu candado ahogándose de llaves, / yo ascendiendo y sudando / y haciendo lo infinito entre tus muslos…”, Granados en el poema, “Salvarse por la salsa”, nos ofrece con mayor radicalidad, como decíamos líneas arriba, una evidencia de algo que para muchos o, mejor dicho, para muchas, es una utopía o un tabú: el lado trascendente de la mujer en el encuentro pasional:

Encabúyalo y vuelve y tira.
Como tu paso que al calor
de los muslos de la hembra
va y viene. Sin amordazarla.
Permitiendo que se defienda.
Midiéndola sin medirla.
Un tirabuzón común descorchando
al pasito
las vastas ofrendas de la noche.
Una comunidad donde el error
se supera a punta de ritmo.
Y donde dos son uno:
hollándose y atravesándose
a pesar de las sombras.

“Midiéndola sin medirla. / Un tirabuzón común descorchando / al pasito / las vastas ofrendas de la noche”, representa, sin lugar a dudas, los versos que abrillantan de manera singular, Poemas en hucha.

Erotismo y sensualidad mantienen una unidad vital, hot y explosiva, un deseo universal que el poeta traduce de manera extraordinaria: “Y una mujer muy hermosa / Me ha esperado / Con sus caderas de péndulo / Contra mi vientre / Con su cadera y su leve / Compás / Allí donde uno / Es un hombre muy feliz”.

Sin embargo, Poemas en hucha es una obra donde la subversión poética de Granados también tiene que ver con la misma poesía y por supuesto, con los poetas. No cree en la superficialidad, en el “maquillaje” de la poesía del cubano José Kozer o del chileno Raúl Zurita, quienes “no son poetas. Jamás lo han sido. Su obra es un desperdicio de tiempo”. Considera que no son más que simples creadores, es decir, “Voceadores `profesionales / Demiurgos al centavo” y que, al fin y al cabo, es mil veces preferible creer en la anti – poesía.

Pedro Granados, uno de los poetas más representativos del Perú y de Latinoamérica, enarbola en su canto de manera nítida e invariable, una protesta convertida en lucha por la dignidad de los hombres que cultivan la lira: “Denle su dinero al poeta, su lugar / en este no lugar. Él sabrá convertirlo, / de manera puntual, en incienso muy fino”.

He allí la voz granadina que surca los cuatro vientos universales. He allí el poeta rebelde que nos entrega a través de su obra, la magia de sus versos anidadas con ese algo que brota como manantial en nosotros y que paso a paso entregamos a la amada, como un susurro.

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!Gracias por el millón!

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Tengo fe en ser fuerte.
Dame, aire manco, dame ir
galoneándome de ceros a la izquierda.
Y tú, sueño, dame tu diamante implacable,
tu tiempo de deshora.

Trilce XVI

Llegados, luego de casi cinco años, al significativo número del 1´000,000 de visitas a nuestro blog; se nos ocurre puntualizar lo siguiente:

Demostramos, lo que hace ya un par de lustros apareció y se ha ido difundiendo en redvistas y revistas : “Los poetas vivos y más vivos del Perú (y también de otras latitudes)”. Es decir, por lo general de modo sesgado, el objetivo de nuestro blog ha sido el ir ilustrando de manera empírica lo que en buena cuenta se denomina la creación de la creencia (Pierre Bourdieu). Aunque, aquello mismo, a veces también de modo explícito, sistemático y lúdico; por ejemplo, a través de la implicancia e insólita repercusión en la Internet de la obra de Cristóbal “Tobi” Kanashiro.

Hemos estado midiéndole el aceite, sobre todo, a la poesía latinoamericana y española a través de numerosas reseñas y artículos que, esperamos más bien pronto que tarde, integrarán el volumen denominado “Autismo comprometido: Sobre poesía hispana reciente”. Oxímoron que revela tanto el íntimo lugar de enunciación de este autor como, además, el de la poesía que espontáneamente apreciamos y estimamos. Y, en contra, de toda aquella demasiado oficiosa que hemos parodiado y sintetizado en “Rompe saraguey”.

Nos hemos hecho y somos parte, aunque cada uno con su particular documento de identidad, de la comunidad de los poetas menores de la antología. Es decir, a la que no tiene fácil ni, mucho menos, automático acceso el lector de hoy y a la cual, por lo general, críticos y curadores de los medios de información tradicionales –de izquierda o de derecha– intenta (vanamente) poner cabe. Lo nuestro, a través de esta opción por una oralidad de segundo grado que pareciera ser todo blog (pienso en Paul Zumthor), no es la cultura oficial ni su lógica, y complementaria, contra-cultura. Ni lo uno ni lo otro: devoramos estos conceptos y actitudes. Tampoco nos sometemos a una camisa de fuerza en tanto escritores. No somos obligatoria, fundamentalista u orgánicamente neobarrocos ni coloquialistas ni minimalistas o de cuanto gesto de moda nos vaya a salir por delante. Todo puede ser más plástico y más libre y contingente en el estilo; como debería serlo también en nuestras ideas y señales de identidad.

Finalmente, deploramos elitismos y populismos…la opción no es entre las declinaciones del latín o el performance… y toda estupidez que no sea en estricto soberana y voluntaria. Esto último bien podría ser ya un gesto de estilo.

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Still Depends/ Indran Amirthanayagam

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So much depends,
Williams wrote,

on a red wheelbarrow
glazed by rainwater.

I hasten to add
that not every member

of the society from
which he composed

those lines has traded
in the wheelbarrow

for a combined harvester.
Some of us purport

still to read on paper
and write with ink.

A rare animal, Man,
nostalgic and sweet

while the planet
burns under his foot,

although the print
would be lighter

If we give up paper
and make poems

in memory like
the old bards whose

prodigious refrains
are getting lost

in characters
touched on the I-pad.

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Alfredo Fressia: Tambor en el centro de la isla

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SANTO DOMINGO MULATO

La Iglesia y la Cárcel Real bajo la luna,

souvenirs de la Conquista, espectros íntimos

del siglo XVI en la Hispaniola.

Él me esperó tras el Alcázar de Colón

con el viejo walkman al oído

y una flor de ruda para la suerte.

Apresé su carne

y su alma

en mi boca,

mi hostia

sucia y sagrada.

Después me fui por la calle del Conde,

limpias las comisuras de los labios.

Un tambor escapaba del centro de la isla.

—————————————————-
No pudimos llegar al lanzamiento, en México, pero tenemos entre las manos estos tres nuevos títulos de Alfredo Fressia. A Poeta en el edén, con muy justa razón, lo describe Hernán Bravo Varela en los términos siguientes: “aterciopelada dinamita de este volumen”. Nos parece, también, una formulación feliz para adentrarnos en El memorial de hombres que me amaron; acaso el mejor poemario de Fressia luego de Eclipse (2003). Enamorado de cierta tradición literaria uruguaya, no menos universal por cierto (Laforgue, Lautréamont, Supervielle, Herrera y Reissig… Delmira Agustini, Amanda Berenguer, Marosa di Giorgio); Fressia, por lo tanto, abreva de una fuente lujosa y cosmopolita y, simultáneamente, coloquial e íntima, del detalle. Tiene vocación de ostra como su paisano Filisberto Hernández. Y su encandilamiento no es el del surrealismo o el del vidente; sino que, más bien, su fantasía es al mismo tiempo atenta, medida, lúcida y entramada con lo cotidiano. En la poesía de Fressia, los fulgores del oro jamás soslayan su claroscuro. Es acaso por estos heraldos negros –copulando con ángeles y efebos– que la crítica percibe el legado de César Vallejo en la obra del uruguayo. E incluso existe algún crítico que por ahí ha establecido un inicial paralelo entre su poesía y la de otro gran poeta peruano –también de la veta o del linaje vallejiano– que es Jorge Eduardo Eielson.

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[Que se cae de maduro]

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El poema que se cae de maduro

Dado el golpe

La revolución

El palo

Que se mide siempre

En la piel

En los oídos

Por qué no

En los pies ligeros

El poema madre

De los desamparados

Una caricia que aprendes

Y a la cual nunca te acostumbras

Pero existe la madre el poema

Que se cae de maduro

Existes tú como

Habitualmente eres

Pero te deformas te deforman

Y te hacen creer

La poesía no te hace creer

La poesía es

La alegría detenida en tus ojos

Para siempre

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Zoología vario-pinta 2/ Alberto Roblest

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(Al poeta Pedro Granados y los años pasándola en Boston)

Por azares del destino –claro-
para no culpar a la mala suerte –pobrecita-
al mal clima
a una familia sin talento para la política
ni los cojones para los sembradíos ilegales
o peor aún: la maldición de Tepoztécatl
caí en las fauces del Imperio
Qué digo
me arrastré yo solo hasta ahí
para ser más claro
por necesidad -esto sí es neto e irrefutable-
pecho tierra como había visto en las películas

Me coloqué primero en uno de sus bigotes
Es un canino grande -un mastín of course-
blanco de gran panza y músculos muy fuertes
que ataca y arrebata
pero que la mayoría del tiempo
se la pasa nomás mirando sus dominios
Para ser sinceros es medio ciego
aunque goloso eso ni negarlo
pero mientras uno se la lleve callado
medio quieto y alerta / no pasa nada

Llevo varios años aquí
en las fauces
me alimento de lo que queda entre sus colmillos
de lo que no alcanza a devorar
de lo que se le escapa de sus mandíbulas cuando lanza tarascadas
o de lo que salta en su barbarie y logro tomar al aire
las migajas pues es el nombre real
de las cosas pequeñas que recojo a dos manos
Soporto su mal aliento / sus uñas cuando se rasca
y esquivo su lengua cuando la usa para lamerse
o sus meados cuando se baña
qué otra / la bestia es bestia
y es poderosa / demasiado quizá para un solo hombre
Aunque aquí entre nos y a pesar de su aspecto
aterrador y sus ladridos profundos de animal enloquecido
ya no me espanta
no estoy diciendo que lo domé / para nada
dado que sé muy bien / quizá demasiado
que en cualquier instante puedo ser su bocadillo / o parte de su postre
aquí estoy alerta / ni lo provoco
ni me meto con él / ni con lo que hace o pelea / o piensa que le corresponde
y cuando decide que algo le pertenece pues me escondo
me hago más pequeñito lo más posible invisible pues

A decir verdad: soy un experto sobrevivo
la ley del mas débil… quizá el destino… ¿qué no?

pura zoología será sin duda
otra forma de llevarla.

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La hucha de Granados/ Indran Amirthanayagam

Pedro Granados nos ha guardado unas verdaderas joyas en su hucha que hoy tengo el placer de romper para los nuevos y viejos lectores aquí presentes. Me han dicho que esta no es la primera vez que se comenta este libro y espero que mis palabras le den un nuevo vuelo. El destino de voces poéticas en nuestros tiempos está inevitablemente vinculado a la red global, nuestra casa virtual donde imágenes de la historia contemporánea viven juntas, no encima, del tesoro universal que cada nuevo hablante de un idioma antiguo hereda desde su primera conversación con la madre o el padre.

Qué responsabilidad tenemos, de introducir a nuestros niños al pasado y el presente en arte, filosofía, ciencia, lenguaje, economía! Y qué difícil es explicar en prosa lo que el poema de Granados hace con lo que es a la vez una sencillez majestuosa y una música subterránea cuyos rasgos escucho a diario en estos días de lectura que influyen también en mi propia escritura.

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Carrying the Song/ Indran Amirthanayagam

(Poema para los poetas de la FipLima)

Received advice from a well-placed
source in the high court that poems
inspired by occasions, birthdays,

anniversaries, Lima’s first
international poetry festival,
don’t break the sound barrier,

will not be picked up in press
that reports to God, will disappear
as days they mark into a rose-

dipped scrapbook, destined,
if kept in order along
with birth certificates

and pictures of the first dog,
for discovery at some future date
by an eager anthropologist

wishing to create a mosaic
of a time and place, a birthday
where various unidentified poets

shuffle notebooks beside
the laureate of the day also
now unread except by a kid

told by his dad that when
he goes to Dublin not
to forget the Crazy Jane poems

or Easter, 1916, the Lake Isle
of Innisfree. Surely, I mock
the idea of tradition and

individual talent. Poets like
Tom Eliot or Yeats are read
still in the thoroughfares

but who knows for sure
unless one leaves instructions
to the kids, to remember

their dads’ books
as they steam-roll ahead
into the marketplace, their

adult dress, the first loves
that will lead to their own
reckoning with the empty page.

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