Archivo por meses: septiembre 2019

OJOS DE YACARÉ

I

Escribir a dos manos

Este es el secreto de la alta poesía

Igualito a tocar el piano

Sentado sobre la banca

Como un yacaré

Babas arriba

Mirada como en otra parte

Porque andas harto de ésta

Si la poesía te invita, acepta

Un día cualquiera

Un amor cualquiera

La vida de incontables minutos

Parecida

Te deslizaste hacia esta dimensión

Con tu poesía por pan

Y allí empieza toda esta acometida

Pero si orientarse y poner la cabeza

Fue todo tan rápido

Y tan de repente

Acepta la invitación

Que se parece a la de la religión

Pero no

Es el orgasmo de dios hecho para cisma

Según Adán y según recuerdo

Mis propios orgasmos

Pero a ver qué tiene que ver

Todo esto con la vida

La de ahora y la de ahorita

Según los dominicanos

Y los filósofos y los militantes

En los derechos humanos

De los objetos

La sanguínea sartén

El insondable vaso

La flemática cacerola

Todo

Para que lo sepas

Todo tiene que ver con la poesía

Alta y baja no da lo mismo

Pero uno ya se acomoda

Como cuando, a mi pregunta,

Mi amigo Cleymar me responde

Que no ha comido ni tortuga

Ni yacaré porque son muy bajitos

Eso es todo y sigo en babas

Y mirada como en otra parte

Y el corazón abierto

Aquí entre estas líneas estoy

Esperándote

Y no en las palabras

Como en otro lugar dijimos

Qué no era la poesía

II

Ojos de yacaré

Los que te aguardan

Pequeños y oscuros como gandules

Me dijo una vez una generosa muchacha

En vez de hablar, mejor me esparzo

El piano y la escritura

Son un instrumento de las vértebras

Aquí se halla el sonido

Y el atrevimiento

Pendulan la voz y también la mirada

Que hace rato yacen en babas

Igual a como en nuestro nacimiento

Atreverse a nacer de nuevo

Es esto la poesía

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El legado de Julio Ortega

“Me doy cuenta ahora de que cada tanto yo cambiaba de opinión, y me llenaba de remordimientos: después de preferir la poesía de Rodolfo [Hinostroza], me resultó algo sobrescrita; después de preferir la de Antonio Cisneros, me pareció algo astuta; y después de preferir la de Lucho Hernández, me sorprendió la candidez de su ingenio”

Fino comentario de parte del que desde hace tiempo es un claro maestro; fino y oscilante y tentativo y no menos exacto.  Por este motivo Ortega, a diferencia de otros críticos que más bien calculadamente  la auspiciaron, no ha creado escuela, ni discípulos directos.  El legado de su lectura, en tanto “comedia” se opone a (a)cademia, es finalmente dialógico y antiacadémico.  A modo de la  concentración y seriedad con que los niños juegan.

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A propósito de la presencia de Luis García Montero entre nosotros

¡Rompe Saraguey!

No creo en gelman

No creo en kozer

No creo en zurita

Menos en milán

Tampoco en otro garcía

Aunque sea montero.

El maquillaje

Los traiciona. La mirada

Los delata.

No son poetas. Jamás

Lo han sido. Su obra

Es un desperdicio del tiempo.

No sus mañas.

Políticos, funcionarios,

Árbitros y racioneros

De la imaginación

Por estos feudos.

Te descuidas y te endilgan

Alguno de sus halagos.

Y entonces,

Escapas de la caverna

De la opinión para figurar

En el entremés como telonero.

Voceadores profesionales

Demiurgos al centavo.

Preferible creer en la antipoesía

Pero no de don de Nicanor Parra.

Creo en Rafael Cadenas

Creo en Alejandra Pizarnik

En varios versos de Javier

Sologuren

Que hasta el día de hoy me acompañan

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Taller de ecualización poética

De antemano todos leemos y escribimos desde algún lugar (cultural, social, retórico, etc.); pero ser cada vez más conscientes de ello ayuda a volvernos no sólo más lúcidos de nosotros mismos, sino a desarrollar de un modo más personal nuestra propia lecto-escritura. Mediante una conexión virtual –en tiempo real, aunque podría ser también en persona–  leeremos juntos tus poemas, potenciaremos tu producción literaria y publicaremos tu trabajo en este portal o en otros semejantes.  Es un taller para poetas noveles y consagrados.  Los horarios son flexibles.  Se garantizan buenos resultados.  Y el costo de la asesoría es bastante razonable.

Contacto:

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Arguedas – Vallejo en la PUCP

Por si acaso este jueves 19 de setiembre, entre las 3-5 pm en el auditorio de la Biblioteca Central de la PUCP, tendré a mi cargo la siguiente conversación/exposición:

José María Arguedas: “César Vallejo, el más grande poeta del Perú” 

Cuya sumilla reza más o menos así:

Se estudiaron los motivos por los cuales, para José María Arguedas, César Vallejo constituye el “más grande poeta del Perú” (1938) y, asimismo, “el principio y el fin” (1969); y cómo estos testimonios se reflejan en el derrotero de la obra arguediana.  Para tal fin, se echó mano de aportes teóricos no tan socorridos por la crítica al uso, por ejemplo, el debate John Murra/ Tom Zuidema; y se incorporaron otros, por primera vez, como son los aportes de los filósofos del Nuevo Realismo (Meillassoux, Bennet, Gabriel, etc.).  Se concluyó que sobre todo la crítica, aunque con cierta complicidad del propio Arguedas, ha confinado la recepción de esta obra a una sola manera, aparentemente no debatible, respecto a otras no menos válidas o también productivas de leerla.

Palabras clave: Arguedas y Vallejo; Arguedas y el Nuevo Realismo; Arguedas y la crítica.

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Poemas de Omar Pinedo

Negados para el erotismo y para la neurosis (voluntaria), estos poemas no se hayan negados para la poesía.   Basta sólo con que el autor acierte a protegerlos para el futuro; no las palabras ni tampoco la prosodia  que aquí y ahora emanan, sino la urdimbre y el temple de su malla de cazar insectos.  Nube de insectos traviesos o polen, da lo mismo, con que la poesía se anuncia, siempre, sobre todo ante un poeta joven.  Los problemillas a sortear en el Perú, en realidad insignificantes, son el modo en que hasta el día de hoy solemos leer a Vallejo; lo que decide el diario El comercio ser bueno en materia de poesía; el ingente número de poetas sin experiencia directa del gozo con la redonda, aunque con uniforme nuevo y reglamentario.  

II

Efímeras también

las mariposas breves del relente.

El río no es el tiempo.

(Sino el fluir y el cauce,

los guijarros y el agua que discurre,

– ¡brilla el pez que brinca! –

el rocío, el frío,

la gran roca desde la que observo,

el sonido).

Cumpleaños de papá

-La muerte es

llegar a casa y llorar en el baño

solo,

sin motivo aparente.

Mi amigo desapareció en el aire.

Aún hoy lo extraño.

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Pietá Boné, una mujer W, NOBEL de Literatura/ Harold Alvarado Tenorio

Boné, al centro, con Federico, Torres, Gloria Luz, Popolizio, Langagne, Lopez y Pumarejo, benefactores.

La poetisa Pietá Boné, la mujer W más admirada por el Premio Novato de la empresa de petróleos noruega Statoil, el fariano Juan Manuel Santos, y Julito, uno de los Tres Chiflados, ha sido candidatizada, por un ciclópeo grupo de intelectuales colombianos al Premio Nobel de Literatura… la señora Boné cuenta con la protección piadosa del Instituto Cervantes y su director el Doctor y miembro del Partido Comunista Español Luis García Montero y su esposa, la robusta Almojábana Grandes.

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Algo que quedó en el tintero de Un chin de amor

Hice todo lo posible por prestarles oídos, pero, a cambio, no han escuchado absolutamente nada, poetas de la media isla donde errar es lo correcto.    La poesía no son lecturas; sí, dignidad.  ¿Cómo es posible ser escritor si trabajo para el Ministerio de Cultura?  Si me entrevero –hasta perderme de vista– en la lógica de lo burocrático, el amén, el empellón, lo políticamente correcto.  En este contexto la poesía es imposible, por más que acaso sobrenaden allí el talento y la inspiración.  La poesía a ninguno interesa, sólo la imitación de lo ya consagrado; sólo la inmediata y obscena figuración.  A poetas de derecha e izquierda me refiero; canjeables o intercambiables, todos, por lo demás.

Asimismo, la crítica de la poesía allí es una copia fotostática del proceder de los poetas.  Caverna al cuadrado.  Ignorancia honda.  Muñecos maniatados por ventrílocuos análogos .

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Jacques Viau Renaud, primer poeta domínico-haitiano/ Sophie Maríñez

He querido hablaros de mi patria,
De mis dos patrias,
De mi Isla,
Que ha mucho dividieron los hombres
Allí donde se aparearon para crear un río.

Jacques Viau Renaud (1941-1965), figura inspiradora que rompe todos los esquemas de odio y estereotipos construidos sobre “el haitiano” en el imaginario dominicano y que simboliza a la perfección la imagen de solidaridad y fraternidad entre ambos pueblos.  Poeta haitiano que creció y vivió la mayor parte de su vida en Santo Domingo, Viau luchó junto a los dominicanos contra las tropas norteamericanas que invadieron República Dominicana para aplastar el movimiento que, en abril de 1965, luchaba para restituir al presidente Juan Bosch, quien había sido destituido por un golpe de estado en 1963. Viau llegó al rango de sub-comandante del Comando B-3, pero murió con apenas 23 años el 21 de junio de 1965, después de una semana de agonía tras ser alcanzado por una granada lanzada por un mortero de las tropas norteamericanas.3 Dado el contexto político y social de hoy, es natural que Viau se haya erguido como figura indispensable para los sectores progresistas que han luchado por apaciguar las tensiones y sanar las heridas causadas por las acciones de las autoridades y élites anti-haitianas.

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