Archivo por meses: septiembre 2008

[Una canción charra en Puebla]

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Una canción charra en Puebla

Un huevo prehistórico

Un meteorito, más bien.

Recién nacido

La vida se me va

Y no podré protestar ni

Evitar

Que me traigan otra vez por aquí.

Desde el recuerdo de alguien

Desde la memoria de mí.

La vida no me interesa

Aunque el cansancio cotidiano

Pareciera dictármelo.

Ni ansioso espero a la muerte.

Chulapa de Las Vistillas

Abalorios de mis negras

De La República Dominicana de Haití.

Alguien tuvo que hacerlo,

Es todo.

Alguno hubo de zambullirse

Desde tercer piso más alto del mundo

Y no morir, si no de a pocos.

Bello, nacer; menos

Volverse viejo e infame

Y escéptico.

Ante tanto huevo prehistórico

Y alarde dominical

Y doble rabadilla e inflada pechuga

Y tarde insolente de empanada

Y refrita escenografía.

Pero no añoro volver. Que tal lisura!

Ni el beso de Dios

En mi mejilla

Me salvaría de tamaño aburrimiento.

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Felisberto Hernández: Mágica historia de amor/ Ana María Battistozzi

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Entre 1935 y 1937 la artista uruguaya Amalia Nieto escribió más de cien cartas a su enamorado, el músico y escritor itinerante Felisberto Hernández, quien recorría pueblos del interior de Uruguay ofreciendo conciertos de piano. Fray Bentos, Rivera, Rocha, Uruguayana, eran las escalas de sus giras y su repertorio varias piezas de su autoría y sobre todo los tres movimientos del ballet Petrouchka, transcriptos para piano por el propio Stravinsky para Arturo Rubinstein.

Amalia, que lo llegó a acompañar algunas veces, siguió la mayor parte de esas giras desde Montevideo, esperando sus noticias y deslizando en sus respuestas unos pequeños dibujos y acuarelas de colores vibrantes, rojos, azules, verdes y amarillos. La correspondencia de cartas e ideas entre ambos durante estos años fue tan intensa que constituye un capítulo por sí mismo en la agitada vida de ambos y, como tal, ha sido tomado por la muestra Cartas a Felisberto, que abrió el sábado pasado en la galería Jorge Mara – La Ruche. El punto inaugural de este acontecimiento fue un concierto de piano de piezas de Felisberto que interpretó su nieto, el también pianista Sergio Elena Hernández. El mismo se encargó de reconstruir también la sintonía afectiva y creativa que enlazó al escritor pianista y la pintora, a través de cruces de signos musicales y plásticos, muchas invenciones y, sobre todo, un gran entusiasmo ante una realidad disparatada que no los sorprendía.

Desde Uruguayana, Felisberto describía una de estas veladas y el clima que volcará más tarde en sus cuentos. “El teatro –la entrada era gratis, claro– se iba llenando de gente que nunca había visto un piano. Después de Petrouchka aplaudieron como animales; pero de pronto, como siempre el indiscreto maquinista prendió las luces y, con la costumbre del cine, todos se levantaron de golpe. Los jovenzuelos al salir reaccionaban de tanta quietud y querían imitar las locuras de Petrouchka, uno silbaba imitando el glissado final…” Justamente él, que en su juventud se había ganado la vida acompañando con su piano el ritmo quebrado del cine mudo, no tenía de qué sorprenderse: la llegada del cine y la música de vanguardia a los pueblos, debe haber provocado la misma fascinación que el circo ligado a Petrouchka. Mezcla de juguete y autómata trágica, la figura de la pequeña heroína rusa actuó de nexo en esta historia de amor y complicidades estéticas que acaso podríamos llamar “Stravinsky en Tacuarembó”, un título que hubiera cerrado perfectamente con las situaciones que apasionaron al autor de “Nadie encendía las lámparas”.

Justamente en el prólogo a la edición italiana de este texto, Italo Calvino refiere a esa experiencia de músico trashumante como el origen de sus relatos: “Las aventuras de un pianista discutido, cuyo sentido de lo cómico transfigura la amargura de una vida amasada de descalabros” .

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Los poetas “Erranticistas” de la República Dominicana: El retorno de la plaza pública

http://cristalycolores.blogspot.com/2008/06/la-poesa-al-parque.html
Parque Duarte, en la Zona Colonial de Santo Domingo, lugar donde suelen reunirse los “Erranticistas”.

Frente a los puristas o canónicos de los 80 (“poesía del pensar”) y a los que, de modo tentativo, vamos denominando “muchachos del barrio de Gazcue para el mundo” (promoción de los 90); los “Erranticistas” (en sus veintes) reivindican las raíces afro-dominicanas (“etnia”, así lo resume Glaem Parls, uno de sus nítidos líderes), aunque sin caer en lo folklórico ni, pareciera ser, tampoco en el prurito de la negritud (1). Subvierten creativamente la precariedad de sus economías (parecerían provenir, en su mayoría, de un estrato muy popular). Y, por último, ponen en práctica un concepto muy amplio de la literatura que no los inhibe de regresar –activa y participativamente– a la plaza pública (2).

La que practican los “Erranticistas”, como la de sus inmediatos antecesores, es también poesía urbana; pero ésta pareciera provenir, como identificamos en estas Instrucciones para usar la ciudad de Santo Domingo de Omar Rancier: “de gente que “vive del “otro lado”, entiéndase Ozama, Los Mina, Alma Rosa et alters [o de] un barrio marginal, como La Ciénaga, Los Guandules y La Zurza [ante lo cual es conveniente que uno] averigüe si está vivo y, si lo está, por qué carajo se encuentra en el infierno”. Es decir, y esta vez a diferencia de los neo-testimoniales, en sus versos no brindan testimonio de un deterioro, de algo que fue y de alguna manera ya no es; si no, por el contrario, parecieran testimoniar algo que –por postergación secular– nunca ha sido y en donde denunciar pareciera ocioso o no tener sentido. Dado lo cual, aprovechan su tiempo para conjurar y de antemano celebrar –vía, por lo general, un llano y expeditivo erotismo– lo concreto de una existencia que suele ser de por sí muy difícil o esquiva.

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Sobrevilla y Vallejo/ Víctor Samuel Rivera

El Peruano (Lima), lunes 8 de mayo de 1995

www.caretas.com.pe/.../web/culturales/7-c.jpg
David Sobrevilla

Mariátegui, Basadre, Vallejo, son algunos de esos nombres a quienes debemos la existencia, presente y futura, de la identidad del Perú como nación. Comprenderlo así es asumir la responsabilidad de la tierra, es responder al reclamo de un país que quiere ser algo más que un conglomerado de gentes enlazadas por un cuerpo de leyes y una vida comunitaria. Y la obra de David Sobrevilla es una de esas batallas empeñosas por decirle sí al Perú, por hacer del Perú un algo a lo que le debamos la vida, y no sólo un algo que identificar en el mapa. Desde la publicación de su Las ideas en el Perú contemporáneo (1980), el doctor Sobrevilla ha demostrado su interés por participar en la tarea de comprender nuestra tradición, requisito fundamental para llegar a consolidarnos como pueblo. Su reciente compilación de estudios vallejianos (Vallejo, poeta nacional y universal. Lima: Amaru, 1994) es un empeño más por darnos un suelo al que llamar Patria.

Podría parecer extraño, sin más, que un filósofo dedique más de trescientas páginas a comentar la obra de un poeta. Pero la comprensión histórica del pasado cultural es un rol que los filósofos comparten con los historiadores cuando se trata de poner en evidencia la Verdad –con dignas mayúsculas- de lo que ese pasado significa para sus lectores. En poetas como Vallejo, tal es el cometido de Sobrevilla, se muestra la Verdad del hombre peruano que descubre y se integra en la cultura universal. Esto, sin duda, hace muy poco extraño enfocar a Vallejo, más que como artista, como hombre que representa la transición del Perú al concierto de las naciones. De allí, por otra parte, las largas reflexiones que el libro concede al Epistolario General de Vallejo publicado por Juan Manuel Castañón, las consideraciones acerca del rol del marxismo en el pensamiento y la obra del poeta y las certeras críticas que se dirige a los comentaristas de la obra vallejiana. Una lectura generosa de los diferentes ensayos que componen la obra permitirá pronto –tal es mi opinión- reconstruir y consolidar el conjunto de los trabajos eruditos sobre Vallejo en un marco hermenéutico al que, extendido al conjunto de la historia del siglo que pasa, podremos llamar con justicia “nuestra tradición nacional”.

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Ptyx (La caracola delirante)/ Armando Almánzar-Botello

Comunicación digital de Armando Almánzar-Botello para el poeta peruano Pedro Granados, publicada en Epistheme. [A propósito del envío, por parte de éste al poeta dominicano, del último número de la revista Mar con soroche y de su novela En tiempo real (Lima: PYTX, 2007)]

http://epistheme-tonydemoya.blogspot.com/2008/08/noticias-del-frente-poetico-019.html
Gustave Courbet (1819-1877), El origen del mundo

Jueves 31 de Julio 2008

¡Hola, querido Pedro! Gracias por el material que me hiciste llegar con Basilio Belliard. La revista me gustó mucho (la sencillez del formato, esos poemas y ensayos interesantes, los manuscritos facsimilares casi ilegibles… algunas cosas ya conocidas por mí: lo de Derrida, Haroldo de Campos).

Sobre todo me gustó la abundantísima vellosidad púbica de la bella muchacha del gato y el cuchillo. ¿Es foto reciente? ¿La conoces, a la modelo? En estos tiempos terribles de bombardeos, genocidios, calentamiento global, afeites y depilaciones canallas, ¡estamos en verdad redimidos por semejantes pubis gloriosos!

¿Testimonio talvez de un renacimiento postmoderno de la Justicia, o del misterio sagrado de las míticas cavernas y sus lianas indomables y apotropaicas?

¡Aceptación-celebración de nuestra envidiable condición corporal, mortal, danzante: esa que no asumen como propia los poderosos de la tierra; el criminal biopoder eugenésico y cosmético de los imperios y costumbres que niegan y controlan a los cuerpos, las poblaciones y sus flujos, asociando la vellosidad púb(l)ica a la temible contingencia de la carne mortal arrojada al mundo, espacio que esos mismos poderes asesinos e inhumanos tienden a volver inhabitable.

Sería triste que la imagen que celebro fuera tan sólo un desnudo fotográfico de un Zeitgeist preterido. Pero no. ¡Es en verdad una vulva tan ontológicamente deleuziana, que hace sombra! Total-mente no-platónica en su morfología antiesencialista humano-bestial-maquinal-y-divina:

Siento la recóndita respiración salobre del mar en esa caracola; el lento y sinuoso crecimiento de los pelos, la oscura morfogénesis inmanente de la carne. Recuerdo al sabio Lucrecio y al sensual Spinoza: Natura naturans se artificializa a sí misma, y pueden vislumbrar aquí, hombres de poca fe, ¡el poder transmutante que le es dable alcanzar a un cuerpo femenino!

¡Oh divino y secreto cuerpo metamórfico que sabe… y no soporta que se sepa que se sabe sino tan sólo en el decir a media luz del poema!

Una mujer sin vello púbico para mí no tiene alma.

Pero puede adquirirla suspendiendo los afeites. Si es lampiña, como dice Schiller, que se aleje llorando de esta hermandad ¡Chillen amadas feministas, pero hablo en nombre de la dignidad del fetichismo transfigurado por el amor a los cuerpos-almas!

Pero no. ¡Mesuremos el entusiasmo! ¿Mesuremos el entusiasmo? ¡Amemos también a las lampiñas!

Escucha, Peter: ¡De verdad me entusiasmó ese pubis!…

Pregunta retórica nomás: ¿Crees que la “nueva carne” cybórgica nos dará la oportunidad de palpar de nuevo el palpitar de una “pepita” ora(o)cular asomando como lengua de alme(a)ja sonrosada o violeta en aquel tupido matorral originario, que como dijo Gustave Courbet constituye sin dudas El origen del mundo?

¿Conoces el cuadro? ¡Búscalo, por favor, en la red, y te tocará el resplandor de mi entusiasmo!

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How deep is the ocean?/ Zachary Payne (trad.)

bp1.blogger.com/.../s200/zacarias+payne.jpg

for Jane and Pablo

How deep is the ocean?
How tall the stars?
How many roses do you bring with you now?
How much is it that, this time, I should cry?
Billy sings. You gather.
You draw her near like a blanket to cover yourself.
Even though the coldness is interior.
And the fear also.
Last night I visited a poet on his death bed.
He told me that he could have written Hospital.
That if he hadn`t gone there
he wouldn`t have been able to write that one.
That in a moment, and for some endless days,
they placed for sick patients inside a shrunken room.
One on each side of the poet and another at his feet.
That none of them were sleeping at night.
That the one on his right was delirious with tits and ass.
And that the one on his left was whistling at him, to shut him up,
now that he hadn`t the strength to stand up.
That the one at his feet was the living representation
of one of Dore`s paintings.
That in that room, even without the windows
he felt like he was crossing the Milky Way with them.
A broad corkscrew made from happiness and pain incomprehensible.
And that his wife was rescuing him from there everyday.
That she had rescued him from there since the beginning.
He intimately became aware of this.

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Tesoro de cuentos chinos/ Pedro Conde Sturla

www.clavedigital.com.do

García Márquez se preguntaba en un famoso artículo si todos los cuentos son cuentos chinos, es decir un embuste, una cosa mentirosa para embaucar a los incautos o simplemente para entretener una audiencia, nada más que mentira y falsedad, pura invención.

En China, por ejemplo, todos los cuentos son cuentos chinos, pero en un sentido muy ajeno al que le damos en estas regiones de América.

En China, como en la India, los cuentos son venerados como instrumento de enseñanza y educación de los sentimientos. A través de ellos se difunden normas religiosas, principios de moral y cívica, sentimientos de solidaridad y amor al prójimo. También son frecuentes las narraciones satíricas, filosóficas y políticas, no carentes de un fino sentido del humor.

En China, cuya literatura cuenta con más de tres mil años de existencia, posiblemente se han escrito más cuentos que en el resto del mundo.

Lo asombroso es que muchos de esos textos anticipan gran parte de la narrativa occidental, especialmente la literatura fantástica que en el caso de Chiang Tzu o Zhuangzi se remonta al siglo IV a.C.

De hecho, anticipan un poco a Borges, ese mismo Borges que decía, y con razón: “Toda novedad no es si no olvido”. Borges, a su manera fina y erudita, no hace más que traducir el proverbio bíblico que dice que no hay nada nuevo bajo el sol.

Los tres brevísimos cuentos fantásticos que aquí se presentan son tema de culto en la literatura china, el mundo de los sueños, y forman parte del más selecto acervo cultural de la humanidad.

Sorprenden por su antigüedad y al mismo tiempo por su palpitante actualidad, y la influencia que han ejercido en las letras ha sido enorme.

El primero y el segundo, “El ciervo escondido” y “El sueño de la mosca horripilante” son anónimos y lo poco lo que se sabe es que fueron escritos en el octavo siglo de la era cristiana, un siglo de oro de la literatura china.

El tercero, “Sueño de la mariposa”, del cual se ofrecen tres versiones, es obra de Chuang Tzu o Zhuangzi, un personaje “que vivió aproximadamente entre los años 369 y 290 a. C.” Chiang Tzu es considerado como “”el mayor filósofo, poeta y literato ensayista de toda la historia de la escuela taoísta”, como “el fénix de los literatos chinos”.

“Sueño de la mariposa” es uno de los relatos más celebrados y estudiados de la historia de la literatura.

Esta perturbadora narración, al igual que las dos primeras, ponen en entredicho las fronteras entre sueño y realidad, un tema que será típico de Kavka y a veces de Tabucchi y tantos otros.

Las dos primeras, desde luego, llevan las huellas de la tercera como puede apreciarse.

De cualquiera de ellas puede decirse lo mismo que dice un comentarista anónimo que rescaté de una página de Internet:

“Borgiano cuento chino de oníricos senderos que se bifurcan hasta llegar a las minas del Rey Salomón en un shakesperiano sueño de una tarde de verano…”

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Novela-blog, la última tendencia/ Mario Enrique Sánchez

Los blogs se han convertido en el medio de expresión más utilizado por quienes gustan de escribir o transmitir mediante historias, imágenes, videos… Hoy lo “de moda” entre los “bitacoristas” son las blogonovelas

http://tva.com.mx/detalle1636.html
Mario Enrique Sánchez

Las bitácoras o blogs que encontramos en Internet, se encuentran plagados de diferente tipo de información; hay misceláneos, otros que recolectan posts de otros blogueros, los que exponen su trabajo, sin olvidar los especializados. Y es en esta variedad, donde aparece una nueva tendencia: “Novelas blog”, las cuales relatan hechos “ficticios” o proyectan situaciones reales en una novela.

Las novelas blog, también conocidas como blogonovela o nobloga, tienen la característica de ser parte de lo que hoy conocemos como Internet 2.0, lo cual posibilita a los lectores y escritores mandar comentarios acerca de la obra y, con ello, mejorar la redacción y nutrirse con la retroalimentación.

Abro los ojos y me incorporo de un salto. Noto los sordos latidos de mi corazón acelerado en las sienes y mi respiración agitada. ¿Era él realmente o un eco del recuerdo? Es tan sólo un fragmento del capítulo número cinco de Taxi 327, una novela blog del español Ángel J. Blanco, quien relata una escalofriante historia sobre un taxista sugestionado por una voz que escucha desde su interior; así, secuestra a un hombre y pone su vida en peligro, sólo por “la extraña voz”.

La novela blog surge a raíz de los avances tecnológicos, pues no hace mucho con la invención de los e-books, la gente pudo leer libros virtuales desde su PDA o celular.

Hoy, las bitácoras posibilitan que los bloggers saquen al escritor que llevan dentro y que los amantes de la lectura accedan a sus trabajos desde cualquier lugar con conexión a Internet; también es importante la creatividad, pues el uso de imágenes de apoyo facilita el proceso, tal como sucede con 365, una novela blog que contiene un post diario a partir del primero de enero de 2006 y hasta el 31 de diciembre del mismo año.

En palabras del escritor Pedro Granados, la novela blog es “en términos argumentales, la blogonovela (como género literario) es una historia de largo aliento escrita en capítulos inversos (quizá sea, junto al sistema de comentarios, el mayor aporte de originalidad que el formato blog le ofrece a este género literario), atomizados (pueden empezar a leerse desde cualquier punto sin perder por ello el hilo global de la acción), narrados en primera persona, con una trama que ocurre en tiempo real, en donde el protagonista es consciente del formato que utiliza y en el que la realidad afecta al devenir de los acontecimientos”.

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La poesía de Ylonka Nacidit-Perdomo (Santo Domingo, R.D., 1965)

Revista Vetas

Su debate con el líder de la “poesía del pensar”, José Mármol, en el contexto del Festival Internacional de Poesía “Clima de Eternidad” (Santo Domingo, 26 al 29 de abril del 2007), resulta más que elocuente para orientarnos en la lectura de su propia obra:

“En el momento actual, en la República Dominicana, hay una competencia irracional entre intelectuales oficialistas y no oficialistas por obtener para sí el arbitrio de la literatura, desarticulando la identidad física, política, social, cultural y humana del pueblo dominicano. […] Los intelectuales dominicanos deberían tener como agenda pendiente debatir la situación de las clases empobrecidas por el modelo neoliberal, así como su adhesión a las estructuras de los partidos como agencias para el ascenso social”. [http://www.diariodigital.com.do/articulo,15662,htm]

Sin embargo, mal haríamos en tomar sus declaraciones de polemista al pie de la letra y reemplazarlas por su propuesta como poeta. En Nacidit-Perdomo hallamos una fabulista muy fina, feérica, desenredada del sentido común tal como sistemáticamente lo ensayaran los modernistas. Asi que, no sería nada raro tratándose de una autora neo-modernista , halláramos en su obra dos registros (tal como, por ejemplo, en Manuel González Prada en el Perú); uno para su prosa comprometida y otro, muy distinto, para su verso encantado.

Una vista del amanecer en una temporada de duendes

el tiempo no está de espaldas al pasado sino al presente. es un paisaje distinto al vacío. habita el invierno justo en la noche, el aire, este mirar donde el amor renace para crecer de nuevo con nombres, con vuelos sigilosos, aún cuando en las tardes busque (desde el norte o el sur) las fuentes de su amor, su amor, que es un sueño indiferente, el desenfado de las horas, naufragando en la irrealidad desnuda, en la quijotesca sensación del dolor y la duda. (desesperadamente te busco, desesperadamente sin múltiples sorpresas).

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“Apuntes sobre el water y el walkman”/ Víctor Samuel Rivera*

*Miembro de la Sociedad Peruana de Filosofía

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“Hay un toque de heroísmo invertido en la obra de Granados. Un toque vallejiano, de morirse el poeta en París haciendo el vicario del hombre y todo eso, pero al revés. Los poetas escriben –cito y vuelvo a citar–“aunque no queramos hacer el poema”, “aunque tengamos ganas de cagar”. Este toque descansa sobre una concepción del lenguaje, el arte y la poesía que reescribe la idea del arte como escenario del drama del hombre. Y no porque lo pretenda escenario de otros dramas con otros protagonistas, sino porque no lo busca más como escenario de nada”

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