Archivo por meses: agosto 2022

La poesía de Pedro Granados/ Rafael Soto Vergés

Rafael Soto Vergés (Cádiz, 24 de agosto de 1936 – Madrid, 14 de julio de 2004)

“La soledad, la tribu, el desencuentro, la amargura refleja o autoreflexiva de sus propios poemas, el nihilismo vitalista, el desencanto existencial de lo peruano y hasta de lo universal más frecuentado (valores, toponimias, experiencias), le han hecho huir de tópicos, de manidas interpretaciones, de lugares comunes de la lírica.  Su autenticidad es proverbial y su sinceridad es un ejemplo para los escritores de oficio.  Porque, deliberadamente sin oficio, Pedro Granados se ha entregado a esa gran tarea de ser poeta.  De dejar en la tierra el testimonio, angelical, furioso, humano, de alguien que ha existido y sufrido.  Este es un canto hermoso, una sombría dádiva, un regalo de lágrimas, bajo las estaciones de las aves de paso” RSV

http://www.jornaldepoesia.jor.br/BHBHpedrogranados02.htm »Leer más

“Al Santo Domingo que viene”

“[Puntualiza Don Emir, amigo fortuito de Ludwing] -¡Záfese de

este ambiente!- susurró con dramatismo-. Ahora quien importa es

usted. ¡Záfese! -exclamó de pie-. ¡No permita que esta se

convierta en la ciudad de sus ruinas!”

Nan Chevalier, El Viaje sin retorno desde un puerto fantasma

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“’Tengo un miedo terrible de ser un animal”

black and white close-up image of horse’s eye

Pedro Granados,“’Tengo un miedo terrible de ser un animal’: Animalidad, mito y polis en la poesía de César Vallejo”.  Vallejo 2016.  Actas del Congreso Internacional Vallejo Siempre.  Lima: Editorial Cátedra Vallejo, 2016.  183-189.

Sumilla

A través del poema de César Vallejo, “Tengo un miedo terrible de ser un animal” (22 Oct. 1937), perteneciente a Poemas humanos, se hace una cala en  Los heraldos negros (1918), Trilce (1922) y Escalas melografiadas (1923) del mismo autor; y se comprueban estrechos vínculos estéticos, ideológicos y políticos entre estas cuatro obras vallejianas.  Entre aquello que comparten se halla la idea, según la cual, la animalidad y el mito –y en ambos van también las emociones– deberían constituir parte fundamental de toda polis.  Y, no menos, ingredientes alternativos a la búsqueda y cultivo de un “conocimiento puro” (Paul Valéry) de raigambre europea.  En síntesis, se presenta la obra poética de César Vallejo como un paradigma, asimismo, de cultura y pensamiento latinoamericanos.

Palabras claves: Animalidad y mito, Animalidad y polis, Paul Valéry-César Vallejo.

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[Y otra vez aquella visión]

Y otra vez aquella visión:
un jirón de cometa descolorido, abandonado,
sujeto a los cables de la calle de siempre.
Ayer hablé con tu madre —te llamé por amor—
pero me di al teléfono con tu madre.
Nunca he sentido tantísimo resentimiento en una sola voz.
Y entonces advertí que todo volvía a su lugar.
Como el invierno en Lima,
como el verano en Providence.
Ser peruano en cualquier parte del mundo es imposible.
Ser peruano huaco y católico, cachero y manatí.  Ser peruano brujo.
Porque harto han andado la disuasión y el poder, por un lado;
y harto han andado la miseria y la pena, por el otro.
No hemos visto y olido y palpado
por gusto.
Un pedazo de noche huele como la tierra.
La realidad tiene el contorno de un talle
y es muy dulce la verdad.
Anochece en esta parte del mundo.
Anocheció.

 

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En resumen

No creo en Vallejo

No creo en Adán

No creo en la generación del treinta

Cincuenta ni sesenta

Mucho menos en Hora Zero

O en la prensa que lo parió

Ni en ninguno de mis coetáneos

Tampoco en los jóvenes

De hoy ni de mañana

Creo sólo en mí

En Yoko o en mí

 

© Pedro Granados, 2022

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Primero es el ritmo II

SALSA, HISTORIAS LOCALES Y POESÍA DE LA BUENA

Ya que, según los más conspicuos entendidos/as locales, de antemano estamos en una época de “poetas menores” o poesía culta menor, habrá que recurrir a la calle o, de una vez, abandonar del todo la poesía culta.  Este es el gran problema, por ejemplo, con nuestros “talleres de creación literaria” o “escritura creativa” en lugares como la PUCP o la UNMSM.  Llevan desconectado su discurso; si son eróticos, olvidan lo social; si son sociales, olvidan el cuerpo; si quieren ser voluntariamente chistosos, nadie ríe con ello; si quieren parecer, en suma, espontáneos, la agenda teórica y el canon –inventado por sus profesores– irremediablemente los maniata hasta la insulsez .  Que una cosa constituye el arte del refrenamiento y otra, muy distinta, la auto represión.  En el presente performance, en cambio, va todo integrado: historia personal, social, política, humor, necesario desafío a las normas.  Cada uno de estos ingredientes integrado a los demás y formando como una orquesta de cámara.  A través del ritmo –antes que esta o aquella puntual ideología, ética, holística, teoría igualitaria– que mana desde la  calle.  Ritmo para unas orejas que hemos taponeado con cera.

¿0 no?

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“Hinostrozos” o Inkarrí Hinostroza

Rodolfo Hinostroza  le habla de poesía a su viejo amigo Yoyo Manrique, mientras Pedro Granados repara en las orejas del ángel de la noche. Día 17 de diciembre  en La Hacienda Ranhuailla. Foto de Marina Herrera. V.H.

HINOSTROZOS

I

Conozco al padre
de una montaña ocre
de grietas oscuras
manos cortan el alambre
y la verja de la prisión
en un paraíso desconocido
un templo de ganado vacuno
guijarros
dientes de león
helados
ríos desaparecidos
agua que cruza el paredón
de un nevado seco.
Eucaliptos del padre lejano
en carbono
cargado de vapor
viaja sin maletas.

II

Lenguas añejas
que viajan por la sal
nuestra bahía
espera
ENTRO
la sangre o el poema
empieza
el poeta muere
circula

III

Mi padre es estúpido y dulce
murió hace mil quinientos de años
en Nueva Jersey
su pestaña
viaja
por el diente de león
un niño eucalipto le entrega los pasajes
me busca
y he muerto
como cada mañana
como a las 8 am
mi padre es estúpido y dulce
sueña que me parió
el está embarazado de mi
un huevo frito
en un plato francés
la petite mort
supongo que mi madre eyaculó
raza y
religión
estambre de peces aéreos
tal vez soy el huevo
que de una rama cae
como a las 8 am.

IV

Hormigas danzan alrededor de las alas.
Se ha incinerado la gravitación.
Si quisieras sumergirte nuevamente
y volver a palpar la vegetación triunfante,
yo sería el oído en la copa.

V

El remolino inicia
cuando se sienta
al pie de la caverna
el barniz del agua
paseo en bien-tres
se te ha perdido la brújula, animal cansado
dueño de ti mismo
en la sequedad de los rayos.

VI

Ir a la muerte
con ojos abiertos
volver a la raíz
a las tradiciones
a la circunstancia celeste
que se traduce al castellano
podría leerse con frescura
como podría verse el cine francés
cuando llegó escoltado
por aviones del régimen
eras el mal llamado
gloria nacional
orgullo gris
de los elefantes.

VII

Sentir esos huesos esculpidos
disueltos en salivas de tu presencia
luces tuyas encienden la avenida
que se echa a la memoria de tu habitación
que moja ese pie
ese pie
ese pie
ese pie
que se escapa en tu deformidad
mientras las causas ebrias
de la lluvia
gritan tu nombre
en la cuna de un lobo feroz
que se erige en aquel hombre
que moja a la que fue tuya.

Este extraordinario poema, entre otras cosas, porque aparte de excelente es “colectivo”.  Es decir, este servidor recibió, ensambló y ecualizó varios y breves textos provenientes de distintos poetas para formar “Hinostrozos”.  Textos, aquellos, escritos de modo simultáneo, en una fecha (17/12/2016) y lugar (Ranhuaylla, Cusco)  específicos, durante un tiempo de más o menos media hora para cada uno de los poetas –mujeres y varones, y en su mayoría del sur del Perú– convocados para el evento.  En este sentido, su “autor”  constituye un “prototipo de poeta”  adicional –aunque con sus propias características– a los ya, hasta hoy, numerosos que hemos colaborado en catalizar, identificar y difundir desde varios lugares de América Latina.  Por ejemplo, Cristóbal “Tobi” Kanashiro (Lima, Perú); Sabina Cachi (Cochabamba, Bolivia); Alejandro Abdul (Foz do Iguaçu, Brasil); Dadá da Tapioca (Rio Branco, Brasil); y ahora Hinostrozo.

Hablamos de un “prototipo de poeta” que vale la pena estudiar y profundizar por dos motivos fundamentales.  El primero, porque constituye como un gesto de estilo generacional o común, no por esto menos singular, de cierta poesía peruana. Poesía polifónica, pos género y no en fragmentos, sino en “fermentos” de vida (de aquí aquello de “Inkarrí Hinostroza”).  En segundo lugar, porque este poema, “Hinostrozos” –cuyo primer verso “Conozco al padre” es aquí por demás relevante–, corresponde a una lectura, puesta de lado la hojarasca típica  de época, conectada a la entraña misma no sólo de su poesía, sino de la obra en pleno  del recordado autor de Contra natura P.G.

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ROXOSOL (español/ portugués)

Ilustración de la portada, Bibiana Vélez Cobo

Edición bilingüe español/portuguéde Amálio Pinheiro

“La poesía de Pedro Granados es el hilo de habla que emerge de una herida en el cuerpo del lenguaje español. Habla que es hilo de vida, huella de sangre, texto de la voz que borbotea con asombro y convicción. Estos poemas, por lo mismo, palpitan en cada sílaba, con sobriedad y desnudez, o con la dignidad que hay en la desnudez que recibe la palabra viva del poema como una rama de fuego arrancada de la voz.  Esa palabra en carne propia reverbera en la intimidad de una conversación en la que la confesión y la súplica, la oración y la convocatoria, se suman, con ardor y sed, para que el poema sea una historia de vida, una breve memoria de la muerte viva.  De allí la demanda que nos impone el poeta. Es una demanda de pasión vital y ardor verbal. Aun cuando el lenguaje sólo puede dar cuenta de la fragilidad y fugacidad del tiempo presente, el poema demora ese ardimiento, ese brío del habla en el coloquio.  Como si la poesía  fuese capaz de concedernos todavía verdad y piedad”

Julio Ortega

https://www.academia.edu/37696094/ROXOSOL_espa%C3%B1ol_portugu%C3%A9s_

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“Poesía y canon dominicano del siglo XXI: una panorámica”/ Sandra Alvarado Bordas

“Frente a esta idea canónica de la poesía y de la literatura dominicana, podemos encontrar otras voces críticas que se alejan del centro institucionalista y legitimador de una poesía que resulta ser «barroca, culta y verboseada», como la denomina Ariadna Vásquez, refiriéndose a la labor crítica sobre esta poesía que ha venido realizando Pedro Granados” (Alvarado Bordas 74).

“La literatura dominicana hoy”

Dossier (Coordina Alejandro González Luna)

Cuadernos Hispanoamericanos, pp.72-139.

72 Sandra Alvarado Bordas – Poesía y canon dominicano del siglo XXI: una panorámica

91 Manuel García Cartagena – Contextos de la narrativa dominicana (1980-2020)

109 Fari Rosario – De la playa a la cartografía de la ficción: la novela de República Dominicana, 1995-2019

139 Basilio Belliard – Visión histórica del ensayo en la República Dominicana

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!Fozi lady! o La agonía de César Vallejo

“Pero lo que en realidad pugnaba por salirle del alma era de que si se acostaba o no con aquella hipnotizante muchacha. Dieciocho años, esbelta (es natural) y cuidadosamente descuidada, aunque de modo leve, en el aseo personal. Le olían las axilas y los pelos de la chucha de un modo tal que a Juvenal lo traían loco. Loco de arrechura y, contra todos los pronósticos para su edad, maravillosamente in parodi.  Saludar a esta muchacha, sobre las calles del secreto y mojigato Foz do Iguaçu, era literalmente quedar untado por un buen rato en vagina. Tragarse –entre los tumultuosos y enceguecedores flaches del deseo– desde sus pies divinos, un tanto manchados de tierra; hasta el yuyo de su entrepierna probablemente con imperceptibles restos de caca. Enamorado andaba Juvenal de esta literatura; y esta misma literatura decía que aquella muchacha había sido hasta hace poco alumna suya y que todo el mundo se le abalanzaría encima si la tocaba. Si la desvirgaba, acompasadamente y en postas, con la lengua, la nariz, la pinga y hasta con cada uno de los hirsutos pelos de sus erectas orejas. Yo pecador. Aunque ella para nada se hacía la invencible, la delataba cierta mirada. Y una suerte de recónditos hipos cada vez que saludaba o se despedía de Juvenal. ¿No habría estado César Vallejo, en la Clínica Arago y antes de morir, tal vez, arrecho por alguna de sus jóvenes enfermeras?”

Novela breve sobre el poeta César Vallejo, esta vez  en Foz do Iguaçu (Paraná, Brasil); y también, paralelamente, sobre Juvenal Agüero.  ¡Fozi Lady! continúa la saga de Prepucio carmesí y otras novelas cortas (Lima: Tribal, 2013).  ¿Las últimas palabras del poeta fueron, realmente, las dedicadas a España (“-Me voy a España”)?  Postrado en su lecho, próximo a la muerte, aquéllas    -y reiterativas- fueron más bien  otras; para disgusto de Georgette y su venganza contra la máscara mortuoria del poeta a la que hizo pedazos.  Hace unos años se publicaron unos muy pocos ejemplares de ¡Fozi Lady!, de modo artesanal (Guardanapo Editores) y en versión bilingüe, traducidos magníficamente al portunhol selvagem por Bruno Melo Martins.  Aquí les va el pdf –por gentileza de “Vallejo Sin Fronteras Instituto” (VASINFIN)– con la versión íntegra en español.

http://blog.pucp.edu.pe/blog/granadospj/wp-content/uploads/sites/97/2016/04/Fozi_Lady.pdf

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