A propósito de Mistura: ¿El combo es el opio del pueblo?/ Rodrigo Nùñez

Combo

De un tiempo a esta parte la comida peruana se ha convertido en el eje de nuestra “nacionalidad”. Gastón Acurio es una especie de prócer de la independencia y quinta esencia del desarrollo, todos los muchachos del cono norte estudian gastronomía, la gente solo piensa en comer y la feria mixtura rebalsará de multitudes salivantes. Hasta allí todo bien si no fuera porque este “boom” del trague, sirve para imponer en el sentido común una serie de ideas falsas: El Perú es solamente su comida, la suprema manifestación de la cultura es la pancita y el tiradito y frente al placer de comer, todas las demás manifestaciones del espíritu se disuelven. Bajo la cubierta de un hedonismo digestivo se esconde un estéril come, calla y créete la comedia del éxito. Devora hasta abotagar el cerebro. Come como en la gloria y procesa tu arribismo social con el píloro lleno. Olvida que la chanfainita y los anticuchos proceden de las cocinas esclavas, y que la causa era consecuencia de la inanición de las tropas andinas en la independencia. Nadie rememora frente al plato que la poesía es mejor que los frejoles y la bondad superior al mondonguito. Que Martín Adán es superior y más peruano y universal que el prosaico tacu-tacu. Pan y circo, en un solo “combo” a doce soles, propagandiza Meche Araoz, la maestra carnicera de Bagua. Vivan los TLCs y la triunfante internacionalización del Perú. Como si la pizza fuera Italia.(*)

No, yo no me trago eso de que con el patrocinio de la comida peruana y con el buche saturado de grasas estamos haciendo patria. Hay cosas más importantes, señores, que andar como carneros persiguiendo una pancita en el parque de la exposición. Recordemos que el 40 por ciento de los peruanos siente hambre, que hay familias altoandinas que solo pueden darle diariamente a sus hijos un caldito de chuño. ¿Por qué? Sencillamente porque sus exquisitas variedades de papas de altura son compradas a diez céntimos el kilo. ¿El mercado va a resolver eso? Las huiflas. Ni Gastón ni papitas Lays van a componer estas congénitas asimetrías del “lasse faire”, ni perfumar las vísceras del capitalismo nativo. Comprar la producción de papa y establecer precios de refugio es tarea redistributiva del Estado. ¿O no?

Ya se que me van a acusar de aguafiestas. Ni hablar, vayan, coman y diviértanse. Provecho. Pero ante el primer olluquito piensen en el hambre nacional y las fijaciones orales de nuestro opíparo presidente. Y cuando se empuje un sabrosísimo cebiche desconfíe de las franquicias gastronómicas, que no nos van a conducir al primer mundo. Y si ante tanta reflexión se les indigesta el caucau, comprueben que los jugos gástricos no son la fuente de la conciencia nacional, sino un buen mecanismo de marketíng y nada más…

(*) Aunque con Berlusconi parece

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Comentarios

  1. Pedro Barrantes escribió:

    Me parece que te has alimentado de la propaganda peruana mas que de su comida. Y esto no quita la fama de la literatura peruana siendo acogida en todos los rincones europeos.Antes que Acurio fuera famoso la comida peruana ya tenia un lugar muy especial en el paladar extranjero. Mientras mas restaurantes peruanos se abran en el exterior mas oportunidad se nos da a que conozcan nuestra cultura. Y en esto si, tenemos que aplaudir a Acurio. Igualmente aplaudamos a Vargas LLosa por ganar recientemente el premio Internacional de ensayo caballero Bonald

  2. Iván Izquierdo Elliot escribió:

    Haz tocado el nervio de la superficialidad colonial limeña. En un país en el que la mayoría de sus pobladores sufren de desnutrición es una contradicción pretender ser "gastronómicos". Es cierto que un buen grupo se beneficiarán de los plceres de la comida, pero los conceptos de Acurio no dejan de parecer el canto de sirenas desafinadas de la realidad.

  3. Erick Luján escribió:

    Con razón dicen que el peor enemigo de un peruano es otro peruano. Porqué será que a mucha gente le arde el éxito de los demás. Gastón Acurio y en particular la APEGA han hecho con "MISTURA" una tarea fabulosa, al punto que muchos extranjeros dicen que ya quisieran tener algo así en sus países. Pero no, acá algunos peruanos siempre tienen que encontrar algo malo, algo que criticar.
    Me parece totalmente absurdo eso de decir que es una contradicción realizar un evento de esta naturaleza con 40% de pobres. La tarea de sacar de la pobreza a toda esa gente es de los políticos que todos nosotros elegimos, no de los cocineros. A ellos, practicamente se les está culpando del gran pecado de hacer bien su trabajo. Es como si a un escultor se le recrimine su éxito y reconocimiento bajo el argumento de que cómo puede dedicarse a tan "banal" arte habiendo tanta pobreza en el país. Eso es simplemente una estupidez. Uno hace lo que le gusta hacer, y si lo hace bien mucho mejor. Y si de paso, con un oficio como el de la cocina se hace algo por la imagen del país, mucho mejor aún. Pero según el razonamiento de algunos, nada se debe hacer hasta que se elimine primero la pobreza. Esa mentalidad y complejo de país pobre es lo que nos mantiene en el atraso. Ese complejo de inferioridad, de que por ser un país pobre no podemos todavía hacer nada a lo grande, es la tara de la que ojalá pronto nos liberemos.

  4. edú belisario escribió:

    mistura mas q todo es un gran negociazo y con tanta propaganda, ahora quisiera saber a q clases sociales va dirigida, porque a decir verdad hay mucha gente en el perù -la mayoría- q a las justa gana para sobrevivir y/o comer. mistura es todo un éxitazo es cierto pero debería masificarse, q todos los peruanos tengan posibilidades y no solo para una minoría.

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