Rosa Polipétala/ Gonzalo Galarza (reseña)

Eduardo Chirinos, Rosa polipétala. Artefactos modernos en la poesía española de vanguardia (1918-1931). Una antología (Lima: AECID/estruendomudo, 2009)

“La rosa polipétala del cartel…” (Guillermo de Torre)

meseon.net

Del rechazo, la creación: José Juan Tablada fue un poeta tradicional y católico que puso su genialidad para denostar la aparición de las máquinas modernas de su época. Él escribió con desconfianza y antipatía “El automóvil en México”. Pero al describirlo —como asegura Eduardo Chirinos— rompió la medida de los versos e introdujo palabras mal sonantes. El lenguaje poético se impuso sobre la voluntad del creador y terminó alterando su poesía. El escritor mexicano había penetrado en el terreno de la vanguardia.

“Es lo que (César) Vallejo llamó una sensibilidad moderna, que está en dejar que el lenguaje cambie más allá de la voluntad que uno se propone”, dice Chirinos. Justamente, de esa paradoja nació su idea (el año pasado publicó “Los ojos de la máscara de José Juan Tablada”) de indagar en la poesía española y sumergirse en los llamados años duros de la vanguardia (1918-1931). Una antología “diseñada en torno al interés y la fascinación de los poetas españoles por los artefactos modernos”. En “Rosa polipétala” (publicación de Estruendomudo con el apoyo de Aecid) aparecen los creadores del ultraísmo, creacionismo y surrealismo. El poeta peruano aclara: “Leer la poesía vanguardista con esta perspectiva abre muchos horizontes. No se trata de piruetas verbales ni caprichos tipográficos”.

Son años en los que los artistas ya no pueden ser indiferentes ante la llegada de una serie de artefactos modernos. Resulta fascinante cómo cambia y se renueva la visión del poeta con el tema de la velocidad (el automóvil), la altura (el aeroplano), el erotismo (las máquinas). “El poeta pasa de convertirse en un ser elegido por los dioses a alguien igual al resto. Y el poema se convierte en un artefacto producido como un conjunto de piezas”, explica Chirinos. Poemas en serie: “El poeta se convierte en una especie de obrero de su propio poema, y este, en un artefacto y una mercancía”.

DEL OTRO LADO DEL MUNDO
A lo largo de las seis secciones comprendidas en “Rosa polipétala”, el escritor que ha surgido de las aulas universitarias y del periodismo tiende puentes con lo que pasaba en esos momentos en Hispanoamérica. Así, observamos la percepción inicial de sociedades hispano-católicas que ven a la llegada de elementos tecnológicos como extranjeros invasores y hasta peligrosos. “Este peligro es conservador y, en muchos casos, clarividente y muy agudo hasta en los problemas que va a generar después”, dice Chirinos.

Sus palabras apuntan hacia los temas de nuestros tiempos: la contaminación que se vive en el mundo. Así también encontramos en esta antología los que podrían ser los primeros poemas ecológicos. Pero, sea fascinación o rechazo lo que generaban estos artefactos modernos en los poetas, lo cierto es que iban a terminar de incluirlos en su sistema de representación.

LA LLEGADA DE LA GUERRA
Autores como Borges, Huidobro y Vallejo estuvieron muy presentes en la poesía ultraísta: “Hay un gran puente y comunicación que se va a quebrar con la Guerra Civil. La vanguardia continuará en Hispanoamérica lo que en España nunca más pudo ser después de la guerra”. Si la tradición literaria española empieza con el castellano —resalta Chirinos—, nuestra tradición escrita en castellano empieza con la vanguardia: “Nuestra acta de nacimiento es en España el acta de defunción”.

Esas cicatrices de la guerra (la división de los poetas: fascistas conservadores y radicales de izquierda) hacen que los estudios de la poesía española de vanguardia hayan empezado a darse hace apenas 15 años y que muchos poemas hayan desaparecido. Gracias a una beca, Chirinos se internó en bibliotecas públicas y privadas de España y quedó fascinado con “una enorme nave industrial que está en las afueras de Sevilla con pisos de libros” del editor Abelardo Linares de la editorial Renacimiento. Así, tras tres años de investigación y escritura, en paralelo a la creación de su poemario “Humo de incendios lejanos” (Aldus), Chirinos sacó a florecer para siempre la “Rosa polipétala”: “Creo en la trascendencia poética. Suena ingenuo pero es la magia del lenguaje”.

El Comercio

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