Hasta que no haya luna/ Alan Smith Soto

Somnia
No puedo dormir
por eso
iré recogiendo el abecedario
que he visto en el camino,
antes de que los pájaros lo coman;
quiero ir borrando el retorno
para permanecer poco a poco
en este bosque.

En alguna playa británica,
leo en el periódico,
las ballenas arenaron su enorme peso
en cien suicidios.
Han salido del mar,
han deshondado
su eterno rumbo familiar.
Las autoridades temen
que sus gritos de agonía
hagan estallar el esternón de una copa.
Se nos han cansado las ballenas
y no les basta lágrimas ni océanos.
Ya no les basta todo el mar.

El regalo
Un camello blanco,
ya lo conoces,
llega a tu palmera
con su carga
y se arrodilla.

»Leer más

César Vallejo/ Béatrice Ménard

“Hay que considerar que Trilce, más que el producto de las vanguardias europeas es contemporáneo de ellas. Podemos afirmar que Trilce correponde al mismo anhelo de cambio y a la misma voluntad de crear una poesía nueva”  BM

Efectivamente, Vallejo y Vanguardia coincidieron, desde Los heraldos negros (no sólo desde Trilce), y es muy probable que sus lecturas de la época –además de la mentoría de Antenor Orrego– hayan activado en el “Cholo” sus búsquedas (y hallazgos). Pero mientras los fragmentos de la Vanguardia histórica testimonian la dispersión y, en consecuencia, un montaje arbitrario o aleatorio, Vallejo se encontró con los “fermentos” del mito de Inkarrí y, acaso más bien, la necesidad de un montaje correcto. PG

https://www.academia.edu/33160169/Cesar_Vallejo?email_work_card=thumbnail

»Leer más

De eso no se habla (No se hablaba)

 

El chofer estaba lívido pero, urgido por el tiempo, no me bajé de su coche.  Serán máximo siete soles, pensaba, porque la Biblioteca Nacional no quedaba muy lejos.  El tipo del taxi me confirmó la tarifa, sin embargo, permanecía como ido.  Me arrellené en el asiento de atrás, el auto caminó un par de cuadras hasta el semáforo.  Una vez allí, el tipo me observó por el retrovisor y repitió en voz baja:

-De eso no se habla.  De eso no se habla.

Me encanta hablar con los taxistas, claro, un tanto menos que ir a la cachina, solo o con mi mujer, y disfrutar y nutrirme de la lengua que concentra allí mi ciudad, sumada en estos tiempos, a la que habla la legión de  venezolanos que encontramos por doquier.  En fin, mirando una y otra vez por su retrovisor, el taxista me habló; mejor dicho,  pareciera que se desahogó conmigo:

-Pero si sólo pregunté por lo que haría Vladimiro Montesinos diariamente, nada más.  Sin importarme mucho la cosa, además.  Porque sabemos mucho, por la prensa, de cómo es la celda de Fujimori y su rutina: su salita, su baño, su media hora de recreo.  Pero del otro, nada, ningún tipo de detalle, Mister.

-Ah ya, intervine.

-Dije aquello y uno de los cabrones, antes de bajarse del auto, me apunta en las costillas con un fierro y me dice bajito: “de eso no se habla”.  Fueron tres hombres de terno oscuro que me llenaron el carro por lo corpulentos que eran.  Nada más eso dije, amigo.  Perdón, ¿a dónde lo llevo?  A sí, al cruce de Guardia Civil con Javier Prado, correcto.

-Usted tiene razón, tienes toda la razón.  Alguna vez ha salido el tema, con otros taxistas, y se tejen muchas historias con el tío Vlady.  Que, por ejemplo, sale por las noches a tomarse sus tragos, justo cerca de aquí.

-Pero si eso es cierto, varios colegas míos lo han visto.  Chupa junto a sus guardias y con mujeres.  Muy ricas costillas.

El hombre se animó con la conversación, yo me tranquilicé, pero de pronto otra vez musitó:

-Aunque, de eso no se habla, no se habla.

»Leer más

Trilce LXXVII: Ayar Vallejo y Coya Vallejo (PDF)

A Claudia Pardo y Andrés Ajens

Resumen

Se explora Trilce LXXVII como ejemplo de superación o salto cualitativo respecto a “Huaco” (Los heraldos negros), poema clave del apartado “Nostalgias imperiales” del poemario de 1918 y, lo hemos ventilado anteriormente, también de todo el poemario de 1922.  En “Huaco”, aunque en lo fundamental se perfile un héroe solidario, el sujeto poético anda solo; mientras, y muy por el contrario, en Trilce LXXVII el Inca (“Ayar Vallejo”) va indisolublemente acompañado de su “Coya”.  Es más, ejecuta ahora sus ritos cosmogónicos literalmente fundido con ella y en íntima complicidad con la naturaleza. Por lo tanto, Ayar, Coya y Naturaleza constituyen, al menos por un determinado lapso, una compacta unidad o plenitud.

Palabras clave: Trilcey mito de Los hermanos Ayar; mitos masculinos y mitos andróginos; César Vallejo y la mitología andina.

Summary

Trilce LXXVII is explored as an example of improvement or qualitative leap with respect to “Huaco” (The Black Heralds), a key poem in the “Imperial Nostalgia” section of the 1918 collection of poems and, we have previously ventilated it, also of the entire collection of poems from 1922. In “Huaco”, although basically a solidarity hero is outlined, the poetic subject walks alone; while, and quite to the contrary, in Trilce LXXVII the Inca (“Ayar Vallejo”) is inextricably accompanied by his “Coya”. What’s more, he now performs his cosmogonic rites literally merged with her and in intimate complicity with nature. Therefore, Ayar, Coya and Nature constitute, at least for a certain period, a compact unity or fullness.

Key words: Trilce and myth of the Ayar brothers; male myths and androgynous myths; César Vallejo and Andean mythology.

Ensayo tomado del dossier Sien en Trilce (Mar con soroche/Vallejo sin Fronteras Instituto)

»Leer más

Lomismo/Islismo: Poéticas gemelas de César Vallejo

Acuarela: Norka Uribe

Islismo (Trilce I)/Lomismo (Trilce II) en tanto poéticas consecutivas y complementarias, no sólo del poemario de 1922, sino también de la poesía póstuma de César Vallejo.  Aunque aquí nos concentraremos en Trilce II o, más bien, este último poema será la puerta de entrada para extendernos a las islas o pensamiento “Archipielar” y, no menos, a la “Poética de la Relación” y al “Derecho de la Opacidad”.  Conceptos, estos últimos, todos de Édouard Glissant; pero que consideramos podrían ser también vallejianos. Es decir, elaboramos aquí un tamiz común de empatía o entrecruzamiento entre el “meta-archipiélago” que levanta el poeta y filósofo martiniqueño, Glissant, y la poesía “meta-andina” que, finalmente, postula el autor de Trilce.  Andes y Caribe van, pues, aquí entrelazados, aunque esto último no constituya culturalmente, en sí mismo, una novedad; basta escuchar la tan difundida “chicha”, mezcla de ritmos andinos y caribeños (Canclini).  Finalmente, y tal como lo ensayó este último autor en Culturas híbridas, nuestro ensayo también va en “busca de un método” (Franco) para lo que podríamos denominar el estudio de las culturas complejas u opacas.

https://biblat.unam.mx/hevila/Revistalaboratorio/2017/no16/3.pdf

»Leer más

POETAS NA COZINHA/ Indran Amirthanayagam

Você diz que eu devo voltar ao meu inglês.

Por que caro amigo? Por que não seguir

minha caminhada na terra lusófona?

O tempo é para eu e para você também

se você quiser ler meus versos. Tudo

é possível. Não temos obrigações

só necessidades. Preciso escrever

no português que aprendi falar

no Brasil. Ainda sonho duma garota

no Belo Horizonte, na Foz de Iguaçu

e sim na Ipanema. Ainda penso

a Ferreira Gullar quando o visitei

no seu apartamento perto da praia.

Ferreira Gullar deu-me seus

poemas completos. Por ele escrevo

na sua língua. E pelo Lêdo Ivo,

Lembro do Cristo Redentor

através da sua janela da cozinha.

Poesia é uma conversa na cozinha

para eu. como aquela tarde

no New York quando me sentava

na mesa com Allen e seu companheiro

Peter por duas horas inocentes

Não sempre Allen buscava um beijo

As vezes ele ensinou diretamente

a um jovem poeta, dizendo-me

caminhar no Ponte de Brooklyn

e ler “The Bridge”, como Gullar

com seu Poema Sujo, e Ivo

como você que lê este poema.

Não amigo, deixa de dizer não,

não. Estamos a tempo de dizer

sim. Precisamos sim, sim

a restauração da selva amazônica.

Sim a conservação dos livros

dourados do passado. Sim a vida

depois de escrever sem freio

na língua de Vasco da Gama,

de Salgado Maranhão,

de Rosa Alice Branco,

de Marco Airton de Freitas,

de Edson Cruz,

de Almeida Onésimo,

de Luis Brito, os poetas

e professores de hoje,

meus amigos na cozinha.

»Leer más

Poesía dominicana del s.XXI: “leer poesía era (es) leer a Vallejo”

La Tacita (Zona Colonial, Sto. Domingo) meollo de poesía dominicana

Fue a partir de una antología sobre poesía dominicana, estando de vacaciones en la media isla, la que motivó y activó escribiera un ensayo, “República Dominicana: La poesía que vendrá” (Granados 2001); el cual, pocos años después, se transformó en un libro, Breve teatro para leer: Poesía dominicana reciente (2014), editado por el recientemente desaparecido René Rodríguez Soriano. Y hoy, luego de prácticamente dos décadas, es otra antología sobre la materia la que desencadena me avoque al presente artículo. En lo fundamental, se trata de reseñar Indómita & brava. Poesía dominicana 1960-2010, cuyo autor es el poeta e investigador, también dominicano, Manuel García Cartagena.

https://www.academia.edu/45174931/Poes%C3%ADa_dominicana_del_s_XXI_leer_poes%C3%ADa_era_es_leer_a_Vallejo_

»Leer más