Trilce, poema por poema

Dominic Moran [“The Author´s Favourite, But is it Any Good?  Some Thoughts on ‘El Palco Estrecho’”.  En: Stephen M. Hart (Ed.).  Politics, Poetics, Affect.  Re-visoning César Vallejo.  Cambridge: Cambridge Schollars Publishing, 2013, pp. 67-87] hace un balance general de la crítica vallejiana hasta el presente y nos alerta, no sin razón, que: “We do not posses the sort of systematic, line by line commentary on Vallejo´s work which the greatest poetry such as Shakesperae´s sonnets, and I can think  of no critical study on Vallejo comparable to Malcolm Bowie´s Mallarmé and the Art of Being Difficult [dificultad que, en el caso de Vallejo, y según George Stainer, sería ‘ontological’ (68)]” (67); y, la misma estudiosa, enseguida agrega: “Most critical editions contain little or no close textual commentary, and those which do are often highly (some might say strategically) selective [desde Américo Ferrari, pasando por Julio Ortega hasta, entre otros, Marta Ortiz Canseco o Efraín Kristal; con excepción parcial de Roberto (sic) González Vigil, aunque éste guarde silencio ante los aspectos más problemáticos de los textos]” (68) (Granados 2016).

Aunque no sea verso por verso, como Dominic Moran desearía, Trilce. Poema por poema de algún modo viene a compensar esta falta de estudios en detalle, en cualquier lengua, dedicados al poeta nacido en Santiago de Chuco.

Metodologìas distintas en Trilce, poema por poema

Grosso modo, en cuanto pivote de su lectura, Alexandra Hibbett enfatiza los sonidos, repeticiones y, consecuentes, sentidos posibles de un poema.  Mientras, por su lado, Víctor Vich se enfocaría más directamente en la serie social.  Hibbett, sobre todo, cuestiona el vínculo directo entre el lenguaje y las cosas.  Aunque ambos autores, según Hibbett, admitirían que se puede leer de otro modo. Somos seres del lenguaje, prosigue la autora, estamos mediados siempre  por el lenguaje (hasta que, previo “giro ontológico”, conozcamos las cosas en sí mismas).   Además,  acierta en decírnoslo, en Vallejo encontramos  ironía y lenguaje popular que no se hallan en Mallarmé.  Trilce, poemario sexual.  Resistencia a la adultez por parte del sujeto poético (y también del autor).    Modernización, migración, ruidos de la ciudad, trabajos asalariados, cárcel; entre otros motivos ya advertidos por la crítica.   Pero también temática amorosa, aborto, elegía a la madre, importancia de la familia.  Desamparo.  Sexualidad-tabú, incesto.  Énfasis en el anecdotario vallejiano (Espejo Asturrizaga, Hart, Pachas Almeyda, entre otros). En suma, proceso de modernización y pasión, cadenas de motivos que se entrecruzan y ambas mutuamente se potencian en Trilce.    ¿Y lo cultural?  No aparece por ningún lado.  ¿Y lo simétrico o posantropocéntrico?  Muchísimo menos.  ¿Trilce es más fácil que El zorro de arriba y el zorro de abajo de JMA?  ¿Será la obra del discípulo (“Vallejo era el principio y el fin”) menos accesible que la de su maestro?  Eso sí, a contracorriente de presentarse como dirigido a un gran público, este libro asimismo constituye una atinada revisión de una vasta y reciente bibliografía especializada; y, además, articulada de modo explícito a cada uno de los poemas.  Es decir, lo didáctico –la exégesis parsimoniosa– no excluye lo ceñido o especializado.  Y esta dialéctica nos parece acaso el  mérito más encomiable de este trabajo en común entre Hibbett y Vich.  ¿Trilce. Poema por poema, constituirá una invitación eficaz para leer y gustar el libro de 1922?  Vayan nuestros sinceros y mejores votos para que así sea.  P.G.

TEXTO RELACIONADO

El más allá de Víctor Vich

Puntuación: 5 / Votos: 6

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *