AMAROS (I)

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Visión de Lima

La ciudad
Debajo de una serpiente herida
La ciudad mi ciudad
Hecha polvo
Mi madre mi padre
Mis hermanos ausentes
Y esta nube de tierra
Y esta serpiente de tierra
Sobre mi atónito
Y silencioso corazón

 

Visión de La Paz

Sobre los cuatro mil
metros de altura
te escribo. Sobre
las treinta mil
personas que he visto
en el camino.
Inhóspito el aire
para la poesía.
Enorme atalaya es ésta
para el control de
vidas y almas
y sexualidades.
Toda Bolivia se halla
en el ropero. También
el Perú. Y probablemente
el completo casco andino.
Encerrados en el ropero
de nuestros deseos
y de nuestra aplazada dignidad.
Un gigantesco amaru se ahoga
por la dura costra
que lo separa de la superficie.
Un flamante neumático
ahora mismo lo pisa.
Ver y correr y ser derrotado
enésimas veces.
En qué onda
pillar el aire.
A través de qué escondrijo
palpar finalmente tus piernas,
tu culo redondo,
tu espumosa vagina.
Todos somos salvos.
Todos somos inocentes
sobre tan rígido ice cream del mundo.
Ni todas las muecas del diablo pueden disimular
nuestros dientes de leche.
El mundo andino pasa todo
por un agudo periodo de refrigeración.

(Continuará)

Puntuación: 5 / Votos: 8

Comentarios

  1. Javier escribió:

    Llama la atención la absoluta diferencia entre esta "refrigeración" y la otra ebullición" de la que hablaba el escritor Arguedas (que cada vez mñas, como antropólogo, me parece un escritor).
    ¿Ese Amaru no se retuerce y salta y muerde más bien a diario en la alegría, la danza y la potencia de las gentes que viven en esas alturas? Yo veo mucho de eso cuando vivo allá y cuando los leo desde acá.

  2. granadospj Autor escribió:

    Ebullición y refrigeración no son contradictorios; sobre todo si se trata, tomando en cuenta el famoso dualismo que observan los antropólogos,del mundo andino. Serían, creo, instancias o instantes de un solo proceso. Un abrazo, querido JJ.

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