El grupo La república continuará reproduciendo su canon poético; mientras el de El comercio, incluso más, porque en tanto medio constituye hasta hoy amplia mayoría. Las mujeres estarán cada vez más empoderadas, en esto también de la poesía. Y los hombres, sin absolutamente nada que decir, no les quedará otra que imitar a las mujeres. Y ambos, por cierto, querrán ser cada día un poquito más argentinos o, inequívocamente, porteños: tan inteligentes como indigentes. Las instituciones culturales, dispuestas a promover el gusto por la lectura, reclutarán muchísimos más cuenta-cuenteros; como si no bastaran para ello los congresistas o la pléyade de abogados sumados, ávidamente, a nuestra amplia pantalla. Aquellos que viven de la literatura, siempre una capilla mosca por diligente, adoptarán el disfraz que sea necesario para no trabajar y continuar viajando y dizque representando al Perú. Sin embargo, tal como se manipula y pastorea el voto electoral, justamente para lograr este cometido, La república y El comercio a la larga constituyen lo mismo; no podría perpetuarse uno sin el otro. Tal como el tan aguileño Hildebrandt o el simpático y recientemente desaparecido, Marco Aurelio Denegri, destacan en tanto y en cuanto llevan el agua para su molino; el de yo sé más que tú, el de bárbaros versus civilizados, el de tozudamente entender las Humanidades en tanto libros. ¿Legado todo esto de Alan García o de los Fujimori? Pues no, este refuerzo escolar (así entendemos por aquí la poesía) viene de muy antes y tiene para mucho rato. Aunque queremos creer, no decimos avizorar, que la poesía es un Castillo; pero dentro o a pesar del propio Castillo. Desconocida en el ambiente, inclusive más impensada y que Castillo, sin querer queriendo, ahora mismo va animando. La idea de unas Humanidades entendidas como pueblos, y no únicamente como libros; como simétricas a la naturaleza, y no sólo como las narrativas que el especialista, o mal pensado, sabrá desmadejar. La gente de siempre o la que se sume a este previsible nuevo gobierno, en el bicentenario de la independencia del Perú, no será inmediatamente otra o distinta con el nuevo presidente. Aunque deberíamos contar siempre, también, con la astucia de la poesía; sólo ella podrá hacernos mejores.
02/02/22: [Qué pasa exactamente]
I
Qué pasa exactamente
Qué ocurre
Entre esta noche y mi corazón
Entre este computador y mi idea
Qué media qué aire enrarecido
Entre mi memoria y lo que vos eres
Entre lo que supongo y lo que acaso es
Allí he de morir porque allí he nacido
Entre aquel aire contaminado
Irrespirable y terrorífico
De belleza obscena, inmunda
Y desde donde no hay retorno
Que no se pague
Con la infelicidad de no corresponder
De no acoger
Ni desear como es debido
II
De algún modo las flores
Nacidas de entre tus labios ligeros
Alegres, generosos, despreocupados
De algún modo esta oblicua mirada
Un río subterráneo, un pájaro
Una leve brisa o me engaño
En aquel territorio nos jugamos la vida
Por el aire
Minutos largos dura la existencia
Pero todo es por encontrar aire
Alguien alguna otra oblicua mirada.
III
No sé pero me represento
Con toda sinceridad les digo
O también me equivoco yerro
No hallo sino un temblor
O acaso lo imagino
Alguno que como yo explora y espera
Alguna que como yo no encontró
Y espera
IV
De ojos pardos y entrecerrados
Es la mirada
El corazón bate
Y la respiración tiene miedo
Pego los labios a la pantalla
De este computador
Pego la frente cierro los ojos
Y ya no veo
Alienta la tibieza de su resplandor
Y quisiera dejar las manos
Y escribirles directamente
Con el pecho
Que no creo que estoy harto que
Me muero es decir muy poco
Besos resplandecientes de su boca acaso son
01/02/22: El otro comienzo de Trilce
Trilce VI podría constituir el otro comienzo de aquel poemario de 1922. Ya que tal como para Trilce I (“DE LOS MÁS SOBERBIOS BEMOLES”) hallamos también, en Trilce VI, un muy significativo verso puesto en mayúsculas y en negrita (“CÓMO NO VA A PODER”); aunque sin soslayar las mayúsculas del corolario de Otilia: “MADRE” del poema XXVIII (v.23). En otras palabras, que a partir del poema VI los dos fundamentales ejes temáticos de Trilce (Inkarrí y Otilia) empiezan a perfilarse más nítidamente y a trenzarse con mayor claridad hasta el final del libro. Ejes, ambos, de ningún modo separados; sino, más bien, complementarios e interdependientes.
28/01/22: Trilcescenas (I/LXXVII)
“Trilcescenas (I/LXXVII)” explica, puntualmente, los poemas-escenas de Trilce e identifica sus imágenes protagónicas. Recrea el esquema, retablo o puesta en escena general del poemario. Nos quedamos con esta última frase (“puesta en escena general”) porque, aunque cada uno de los LXXVII textos de Trilce configure un evento o acontecimiento independiente, el entramado de sus imágenes no es autónomo. Es decir, estas últimas tejen una red de afinidades –solidaridades, complementaciones, inversiones– e incluso honran entre aquéllas una jerarquía según sea su relevancia temática o conceptual respecto a todo el libro. Este será el caso de Trilce I, cuya trama y actores inmersos en ella, y no solamente por constituir el cuadro liminar, tendrá un singularísimo relieve en todo el conjunto del poemario. Sin embargo, debemos adelantar, y tal como sucede con los pares binarios de cada una de las escenas “cerebro” que se trocan en andróginos en el primer capítulo, “Trilce/Teatro: guión, personajes y público”, que con Trilce I no existe excepción; es decir, también esta escena se tornará complementaria y se metamorfoseará en relación a otras. Lo específico de nuestro segundo capítulo, “Trilcescenas”, consistirá en incluir los poemas de Trilce no aparecidos en aquel primer capítulo, 37 en total.
25/01/22: PARADO EN UNA PIEDRA
Parado en una piedra
Como esperando
A la espera
De ver de ver
Te procuro
Y me aliño
Para la cita
Piedra antigua
Y porosa
De labios
Y oídos
Y gestos
Inacabados
De cariño
Parado en una piedra
El beso más íntimo
Y contundente
Y acaso
Nada personal
Y un tanto librado
Al acaso ala
A la casualidad
Parado en una piedra
Cabeza con cabeza
Nuestro pensamiento
Una pizca de humano
Una pizca de piedra
22/01/22: TRILCE RELECTURAS (VOZ Y LETRA)
TLC (Traducción, Lectura y Crítica)
Trilce es caja de resonancia del elemento alado
Noche oscura en alba transformándose
Flor serrana en leve vello púbico ensortijado
Alma del llama y del gato techero
Comestible por maquillado
En conejo, en margarita, en besos de tu boca
Trilce es sonaja del infante
Para que despierte y pida de comer
Su lonja de sinsentido y copa de sin pudor
Agua excesiva desde la pluma y desde la plomada
Para no verte y encontrarte guardando
La compostura de decir la L
Que antes fuera W y acabó siendo T
Si el Señor no se hubiera llevado las manos al sexo
Y no se hubiera hallado espléndidamente erecto
Y fuera la C misma en el entrecejo
Y fueran TLC en ese modo de gritar en sordina
De hablar con clavículas y omóplatos
Que le decían Ministerio de Educación
Por lo cóncavo del tórax
Trilce y su zamba de olor de higo y canela
Justito en los 999 (novecientosnoventaynueve)
Grados para la evaporación
Para el abracadabra de combinar
El dolor con el dolor
Que a resultas da siempre lo opuesto
Algo así como doblar una ola de papel
Que moja
Un origami del fondo de tu alma
Inevitable la muerte en la casta mirada
Inocente de tan culpable
Porque de hacer cosas con las palabras
Se trata
De meterse de uñas y manos en el poema
Con el impulso ciego que invariable
Va desde nuestros resueltos y no menos educados pies.
[Inevitable]
Inevitable
Ir venir subir bajar
Morir vivir
Repudiar desear
Una mano abierta un ave
Unos labios cerrados
El horizonte
Y la luz que se proyecta
El sol mismo dentro de ti
Isleños todos
De las montañas también
De lo expuesto y de lo oculto
Nuestra dieta cotidiana
Nuestro balance diario
De algas y de flores
Del semejante jardín
No nos iremos con el secreto
De lo que es Trilce:
Un cronotopo
De la plenitud y de la alegría
O a la inversa
No nos iremos sin lo que hemos soñado
Y cazado como en la siesta de un perro
Nervioso anhelante sin mayor control
Un perro asustado por los fuegos artificiales
Y por el pique de los autos y del televisor
Extemporáneo perro y sabueso de osos
Y sabueso de Trilce:
Dos zorros dos pastores
Un canto alternado entre la lluvia y el sol
[El dorado el numen lo molar]
El dorado el numen lo molar
De la literatura
Constituyó otro de los embustes
De los indígenas
Llegado hasta nosotros
Y re-apropiado y debatido
Por académicos u ociosos
En la forma de periodificaciones
Proto-textos
E intertextualidades
Sin reparar en la mano
Que oculta
En el pez que se transforma
En el anfibio que hemos olvidado
De ser
Y que en realidad somos
Y que fueron aquellos salvajes
Y su genial tomadura de pelo
–de corte de cuero cabelludo
y de fundamentales sesos al rape, más bien–
Y por lo cual boqueamos al cielo
Y elevamos nuestras frustraciones
Al otro mundo
Mientras en éste no nacemos
De cinco huevos
Sino sólo de uno
Y todo el conocimiento posible
Es una puerta remachada de clavos
De la cual incluso
Los amos de llaves han olvidado
O perdido u ocultado o tragado las suyas
La carta de despedida de Miguel Grau
Dirigida a su esposa
O aquello de bañarnos con la india desnuda/ en chorro/
Donde sólo alguna agua nos vea
O los versos de Trilce que son
Las mismas venas de nuestro corazón
Salvan reacomodan enmiendan
Los entreverados naipes
Que encontró Guamán Poma de Ayala
Su inenarrable dolor de pies
Luego todo es vacío y un aparente
Ir más allá de ello
Un más allá sin más allá
Sólo una balsa abandonada y unos monos
Hacinados unos encima de otros
Ningún otro secreto salvo
El mismo espejo que insiste
En mis arcos superciliares
De jabalí
En mis abundantes canas de lechuza
Habrá que hacer esa otra historia
De las literaturas peruanas entonces
Impávidos
Experimentar el poema en nosotros mismos
Pasar el pocillo de licor
Entre todos
Aves reptiles seres sin patas
Y humanos
Habrá que sentir que estamos al frente
Y en la mismísima cubierta
Desnudos solos tirados al vacío
Sostenidos por el aire y algunos sonidos
PUCP: Mediados del 70
Porque allí pillé a Góngora
Leyendo a Góngora
En la voz de Luis Jaime Cisneros
Lo mismo que a Salomón Lerner
Incrédulo y de a pie
Sujetando alguno de mis poemarios
Porque no por las huevas estuvo allí
Luis Hernández Camarero
Que estar allí, acompañar,
Es mucho más poderoso
Que el mero hecho de estudiar
Porque en la PUCP, y junto con algunos de mis profesores,
Ensayábamos explicar la verdad hasta confinarla
En un esquema
Algo mucho más humano que el solo hecho de creer
Y porque entre algunas de mis compañeras
De aquel entonces
Descubrí la bondad, la inteligencia
Incluso el amor
Porque desde el segundo piso de Letras
En el Fundo de Pando
Mirando hacia la playa y por las tardes
Se ve a Trilce o a Inkarrí
Da exactamente lo mismo
Una sonrisa de tan amplia
Aparentemente horizontal
Dorada y abozaleada
Remando contra lo corriente
20/01/22: Amerindios y La mirada (AUDIOS 2020)
19/01/22: VALLEJO UN POETA DEL CHAUPI/ Carlos David Larraondo Chauca
Resumen:
La propuesta de este trabajo es buscar posibilidades interpretativas a la identidad andrógina identificada en la escrita de César Vallejo desde una óptica andina/amerindia a partir del concepto del chaupi, concretamente, se analizará Trilce IX. Mi intención es leer le texto vallejiano a partir de otras lógicas fuera de la episteme heleno-eurocéntrica, por ese motivo, me valgo de la filosofía andina/amerindia muy alineado a la metodología propuesta por Viveiros de Castro[1] de pensar desde y con el pensamiento indígena en su potencialidad de transformación. Considero que esto es posible, en vista que, la sensibilidad vallejiana se atraviesa por un discurso amerindio que transparece en sus figuras poéticas mediante la rememoración ritualista andina, así como, en sus pactos éticos y luchas políticas en defensa de las comunidades indígenas. Inicialmente, es importante destacar que el espacio chaupi, es una posición privilegiada y performática debido a que corresponde a un espacio liminal. Este concepto puede ser expandido al entendimiento de que, aquel que escribe desde el chaupi, es un mediador multicultural que produce discursos “entre las dos culturas de contacto colonial”. Según Horswell, ese lugar era ocupado por los escritores ladinos (indígenas quien aprendieron a leer y escribir lenguas coloniales y fueron evangelizados en las enseñanzas del catolicismo) estos, “encarnan simbólicamente este espacio de “corazón”, el chhima o chaupi entre culturas”.[2] Mi propuesta de lectura destaca algunos aspectos estructurales y semánticos del poema que me permiten entender los procesos performáticos de la textualidad liminal del yo-lirico y su feminización privilegiada por el espacio chaupi que ocupa. En lo que se refiere al aspecto morfosintáctico de frases como “volvver”; “golpe a golpe”; “vol ver”; “bolver”, “golpe a golpe”, en los versos que encabezan las tres primeras estrofas del poema, que bien pueden considerarse los ejes centrales del mismo, me parece que el yo-lirico está en busca de una simetría, es decir, quiere ir al encuentro de un par complementario, espejando palabras simétricas que se reflejan a sí mismas. Aquí hay una dinámica diferente en la construcción del verbo volver, que se da en tres sentidos. Un “volvver” reflejado, un “vol ver” rajado al medio y un “bolver” transmutado o convertido por la mudanza de la consonante que en un plano fónico produce el mismo sentido. Propongo que estas tres distinciones establecerán la performance del yo-lirico en el espacio metafórico del chaupi en tres actos a lo largo del poema.
18/01/22: Juego de manos
Juego de manos (Lima: Los Reyes Rojos,1984)
Cumpleaños
En el último crepúsculo
de mis veintisiete años
estuve cruzando el agua hirviente de mi ciudad,
inexperto entre otros pelagatos,
me sorprendí ante el nacimiento
de una muchacha
y sentí el lento rodar del mundo,
el lento rodar de las muchachas,
el lento rodar de las instituciones,
mi lento rodar
mirón
roedor de migajas.
A Tilsa Tsuchiya
No hay color que no palpite
y no nos abra a la vida,
no hay rosa, no hay oficio conocido
o desconocido
que no nos diga de detrás, de siempre,
que no nos llame discretamente
en las sienes.
Hay rosas, hay sensaciones extrañas
como un collar radiante,
como un abrigo tibio,
como una precipitada cascada
que persigue a los peces más jóvenes
para acariciarlos.
No hay extremo, no hay orden
ni desorden ni aventura
ni recuerdos,
todo es un solo oficio,
todo es un solo puente,
todo es un solo brillo de sol en el agua,
en la lengua, en los dientes.
No hay partida, no hay retorno,
no hay lejanía.
Sólo una hermosa col
con sus hojas frescas y calladas.
16/01/22: VALLEJO SIN FRONTERAS (PDF)
ISBN: 978-612-45733-1-6
El presente volumen incluye ilustrativos textos como:
“Mujer, fatal, compañera y madre en la poesía de César Vallejo”;
“El Taller Literario César Vallejo en la República Dominicana”;
“Trilce: muletilla del canto y adorno del baile de jarana”;
“El diálogo Borges-Vallejo: un silencio elocuente”;
“Compromiso y magia en la poesía de agitación política: El caso de Roque Dalton (y César Vallejo)“; y
“Trilce y Georgette”.









