CUATRO POEMAS DE ISAAC GOLDEMBERG

 

(del libro inédito “El gusano saltarín y otros poemas”. Las traducciones al inglés son de Sasha Reiter)

EL GUSANO SALTARÍN

El gusano

saltarín

aterriza

en la cuenca

del ojo

que no vela.

Casa

de una sola

pieza,

apretadita.

Espacio

de un único

cuerpo,

decúbito.

Sin vistas

panorámicas

en la cabeza,

calva

por la edad,

bastante

amarillenta.

Le huelgan

el pantalón,

el saco

y la camisa.

Una flor

el pecho

le marchita.

Lo miran

las puntas

de los zapatos.

 

THE LEAPING WORM

The leaping

worm

lands

in the socket

of the eye

no longer watchful.

House

of one room

only,

quite snug.

Space

of a single

body,

decubitus.

No panoramic

views

in the head,

bald

from age,

quite

yellowish.

His pants,

jacket

and shirt

hang loose on him.

A flower

withers

his chest.

The tips

of his shoes

are watching him.

 

DESPERTAR

Abierto el ojo,

está oscuro,

no ve

las sombras.

Escucha el eco

de siseos

que llaman

al descanso.

Quietud,

refleja

el pensamiento.

Fluye

el tiempo

en alados

alaridos.

Sobre la piel,

casi hueso,

se chantan

los recuerdos,

pajarillos sobre

el tendido

eléctrico.

Se siente

a punto

de no más,

aquí me quedo.

Polilla

cenicienta

sobre

la lámpara

apagada,

revolando.

 

AWAKENING

Open eye,

it’s dark,

he does not see

the shadows.

He hears

the hissing

echo

calling

rest.

Stillness

is reflected

in thought.

Time

flows

on winged

howls.

Over the skin,

almost bone,

memories

are planted,

birdies

atop the power

lines.

He feels

on the verge

of enough,

here I stay.

Ashen

moth

over

the unlit

lamp,

hovering.

ARQUEOLOGÍA

Cuando

se abrió

la fosa,

bandadas

de recuerdos

salieron

volando.

Los recientes,

de alas

amarillas.

Los recurrentes,

de cresta

roja.

Los trágicos,

de patas

negras.

Los espontáneos,

de pico

morado.

Los olvidados,

de ojos

en blanco.

Todos ellos

posados

en la rama

de un árbol,

viendo

desfilar

al difunto,

acompañándolo

a su paso.

 

ARCHEOLOGY

When

the grave

opened,

flocks

of memories

came out

flying.

The recent,

with yellow

wings.

The recurring,

with a red

crest.

The tragic,

with black

feet.

The spontaneous,

with a purple

beak.

The forgotten,

with blank

eyes.

All of them

perched

on a tree

branch,

watching

the deceased

parade by,

accompanying him

in his passing.

 

IDAS Y VUELTAS

Susurrando

garabatos,

se acercan

los viejos

y las viejas

al centro

de una cuna

hecha

pedazos.

Los viejos

y las viejas

recorren

sus primeros

pasos

en el tiempo

perdido

del olvido.

Silencios

de sordos

borran

el elegíaco

discurso.

Riendo

a pierna

suelta,

se acercan

los viejos

y las viejas

al borde

de una fosa

que se abre

no rauda,

sino deleitable.*

*Fragmento de un verso del poema “Primera aparición”, de Vicente Aleixandre: “y pasas despaciosa, no rauda, sino deleitable, pisando muy leve”.

 

COMINGS AND GOINGS

Whispering

scribbles,

the old men

and women

approach

the center

of a cradle

shattered

to pieces.

The old men

and women

retrace

their first

steps

in the time

lost

to oblivion.

Silences

of the deaf

erase

the mournful

speech.

Roaring

with laughter,

the old men

and women

approach

the edge

of a pit

that opens

not rushed,

but delightful.*

 

Fragment of a line from the poem “First Apparition,” by Vicente Aleixandre: “and you pass slow, not rushed, but

delightful, treading very lightly.”

Puntuación: 4.33 / Votos: 3

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