Al poeta Bogado se le pilla con una trampa de hojas secas de literatura camuflando un hoyo de aquellos aderezados para sachavacas, corpulentos mamíferos hoy por hoy casi extintos. De otro modo, no es posible ampayarlo; es decir, en sus textos, autores remiten a otros, páginas de un libro a otras análogas o tangencialmente diferentes. Y así hasta, no el infinito, sino el patio, antes, una ventana que mira hechizada a la yiyi de la infancia, aquélla de los muslos tan prematuros de tanto darle a la bicicleta. Y porque este sujeto poético, vaya, también que ha sido precoz para el enamoramiento que confundió, que entreveró, que su inaudita timidez prefirió solazar con los libros antes que con aquella yiyi que, hoy por hoy, apenas cabe en la bicicleta y que adora la poesía aunque, de ninguna manera, a aquellos, por tan desubicados, agrimensores de la nada. P.G.
La yiyi de Bloy
Dejó de ser marxista
después de leer El capital
Dejó de ser freudiano
después de leer la Interpretación de los sueños
Dejó de ser existencialista
después de leer El ser y la nada
Dejó de ser borgiano
después de leer El aleph
Dejó de ser nietzschiano
después de leer Ecce homo
Dejó de ser situacionista
después de leer La sociedad del espectáculo
Dejó de ser posmoderno
después de leer La posmodernidad explicada a los niños
Dejó de ser hippie
después de leer El señor de los anillos
Dejó de hablar español
Después de leer el Diccionario de la RAE
Dejó de hablar guaraní
después de romperse la crisma y las pestañas con El tesoro
de la lengua
Soy cupiy
Habito bajo tierra
husmeo el mundo yvyguy guive
desayuno timbo o mango rapo
mi voracidad es metafísica
soy una city subterránea bajo Lambaré
soy cupiy añamemby
vivo royendo mundos enhiestos y musicales
cupyi ko che chamigomi
mi canto es superior al del colibrí infante
más susurrantemente silencioso
para oídos tao chamanes karaive griot ñande ru arribeño rory
falo la lang eterna llamada destrucción
soy puntal del universo
curuzú joasa primigenio
su ka’avo vei ignoto
soy cupiy el indestructible
nada ni nadie puede conmigo
ni rayo de Tupä o el grito incandescente del chonó kybwyrá
ni tatatina yára ipochyvevove
mavave mavavete
cupyi expulsado del ayvu rapyta
de la comedia dantesca
de los koty’u más terroríficos
soy el dueño de todo lo que puede sufrir daño
o mba’asy
de ñande rovái ha ka’aru’a peve
de verapa kúi ha veraro peve
ndaipóri ko ivy ári che pulseádare ipuaka va’erä
soy cupiy