The Dressing Room from Owen Williams on Vimeo.
Tal como nos lo ilustra y resume muy bien, Natalia Gómez, en su artículo “La sombra de Charles Chaplin en César Vallejo“:
“César Vallejo durante su estancia en Europa (1923-38), toma activa participación en el mundo artístico-cultural parisiense. A partir de 1925, año en el que Vallejo empieza sus colaboraciones en el Mundial, el escritor peruano escribe con asiduidad reseñas sobre el cine y el teatro. Entre estos artículos, Vallejo denota un especial interés en el trabajo de Charles Chaplin. Esta admiración por el cineasta británico ya ha sido mencionada en ensayos de Xavier Abril, Armando Bazán, Jean Franco, Juan Larrea, Guido Podestá, Roberto Armiso y más recientemente en Victor Fuentes. Todos los críticos coinciden en señalar que la influencia del director cinematográfico queda patente en la obra póstuma vallejiana y sobre todo en Poemas humanos […] cómo la sombra cinematogáfica de Charles Chaplin toma cuerpo en la obra del escritor peruano”
En este nuevo video [el anterior, Stumbling between 46 stars], Stephen Hart, se inspira en las cuatro versiones –hasta ahora conocidas– del drama vallejiano Dressing Room para seguir buceando en esta rica conexión Chaplin-Vallejo. Según nos comenta, el mismo Hart, en un interesante correo:
“En la version del drama es Chaplin quien lucha contra sí mismo, y lo converti en una lucha entre Chaplin y Vallejo; porque entendí la proyeccion de Chaplin en las poesías de Vallejo como una proyección de si mismo. Lo filmé en Londres y en París; se reconstruye un viaje desde el hotel donde vivió Vallejo en la rue Moliere hasta su tumba en Montparnasse, y hay también la quizás inevitable alusión al film de Chaplin, The Idle Class”
El video se estructura en base al contrapunto de los enredos Charlot-Vallejo (propiamente la parte “bufonesca” de este breve filme) y de modo alternado, e introductorio a cada uno de los cuatro actos de la pieza Dressing Room, la lectura también dramatizada del poema “El libro de la naturaleza” (de corte más bien serio o didáctico). La elección por parte de Hart de aquel poema (fechado en 1937, edición Moncloa) es una de las cosas que más nos ha llamado la atención en esta propuesta; hasta qué punto este destacado profesor inglés ha sido consciente de su, creemos, tan atinada elección (1). Ser “profesor” en la poesía del peruano sólo lo merece o amerita, efectivamente, la naturaleza; dado el caso, tenemos un neto ejemplo anterior de esto ya en el famoso Trilce LXIX (“Qué nos buscas, oh mar, con tus volúmenes/ docentes”). La naturaleza, de algún modo, es completa o “doble”… ya encontró su otra mitad… que no desdeña la alusión al concepto del amor en Platón (El banquete). Naturaleza “completa” o plena y, por lo tanto, también sabia. No otra cosa serían también las películas de Charlot, sino esta conjunción de crítica lúcida y cruda, a los tiempos y sociedad en que se viven y, de modo complementario y no menos paradójico, profunda y auténtica compasión por todo y todos. Esto último, asimismo, otro ya familiar exímoron vallejiano de los que, si hablara, seguramente también constataríamos en los versos de Charlot.
(1) Sobre todo en cuanto ilustra de modo muy sugestivo aquello que apunta el mismo Vallejo para el ACTO II de Dressing-Room: “[…] Un hombre hipnotizado (Charlot) toma la sensibilidad de un árbol y reacciona como un árbol”
En: César Vallejo, Teatro completo, T.I. Ricardo Silva-Santisteban y Cecilia Moreano (eds.) (Lima: Edición del Rectorado PUCP, 1999) p.489