CAZADOR DE AGUA (Texto poético híbrido y mutante)/ Armando Almánzar Botello

«Poco a poco vamos entendiendo, entonces, que [en Cazador de agua] nos hallamos en plenas Antillas del futuro, donde el sujeto poético es ya también una máquina él mismo; observador privilegiado de un aleph, aunque esta vez caótico y no menos preñado de horror. Imagen elíptica de nuestro kafkiano presente; leída así, esta obra pone en evidencia su auténtico relieve: la pertinencia de su crítica, su gesto de libertad imaginativa y su, no es lo de menos, bienvenida sangre ligera y oportuno sentido del humor». Pedro Granados Agüero

Cazador de agua

»Leer más

César Vallejo: Humanidades del “Huaco”

Se quiere ver cómo funciona el esquema de las diferentes nociones de las Humanidades (en tanto libros, pueblos, narrativas y posantropocentrismo) en el poema “Huaco” del segmento “Nostalgias imperiales” de Los heraldos negros (1918). Y encontrar que este poema, a posteriori de auto-identificación con el Inka, y de ningún modo “nostálgico”, no sólo ilustra muy bien aquel esquema; sino, además, tanto poema como esquema, un programa de todo lo que devino después en la poesía de César Vallejo, tanto en Trilce (1922) como en Poemas humanos [Granados, Pedro. “Humanidades”. Uwa’Kürü – Dicionário analítico – volume 5 / organização: Gerson Rodrigues de Albuquerque, Agenor Sarraf Pacheco. – Rio Branco: Nepan Editora; Edufac, 2020.   pp. 115-117]

HUACO

»Leer más

USA INSIDE

Roosevelt Island

Ayudado por el viento y el río

reviso mis poemas.

Nada son aún

pues penden de mi boca:

ni una piedra con moho

ni una lengua de agua.

A bajo vuelo, soy la gaviota

que husmea el pez.

El fuego que no es el sol (Lima: Ediciones de los Lunes, 1993)

[No conozco Nueva York]

No conozco Nueva York,

todavía no conozco nada

de Nueva York.

Ayer me llevaron a Jones Beach:

gente morena como en cualquier playa de Lima,

mar marrón,

gaviotas enormes entre otras más enormes todavía.

También, como siempre, el amor

desfigurándome el rostro, haciéndome un monstruo

en Lima, Madrid o Jones Beach.

La garra del amor.

Y ahora estoy limpiando un cuarto

y acomodando una pequeña biblioteca

y escribiendo

–echado de sexo sobre una alfombra violeta–

sobre Jones Beach o sobre Pessoa

o sobre la poesía íntegra de Alejandro Romualdo

o sobre los argonautas de Malinowski,

libros que he revisado hace un momento.

Como un mono amante de una reina

como una serpiente llamando

a la puerta de un pubis

como una fiera dentellando las fauces.

Así escribí siempre y así escribo ahora,

antes de vomitar para no morirme de hambre

como en un festín romano.

O antes de llamar a un teléfono que no suena,

que no puede sonar porque está muy lejos,

que no debe sonar

porque ya no existe.

El muro de las memorias (Ithaca, NY: Latin American Books, 1989)

A Manoli

Camino sobre las aguas congeladas del lago Cayuga

con algo de humano sobre el hielo.

A mi derecha los patos tranquilos y las inquietas gaviotas

y yo queriendo predecir

qué hay más allá del hielo de la rutina,

del hielo de lo posible.

Las ramas desnudas de un árbol cercano

me dicen de los caminos múltiples y tangibles,

también ellas quisieran predecir.

Pero vuelvo la mirada sobre esta orilla increíble,

inesperada,

y puedo dar testimonio de su certeza y realidad.

Como de las líneas imaginarias de las ramas de aquel árbol

separadas y enredadas todas

en un punto que alcanzo apenas a distinguir.

El muro de las memorias (Ithaca, NY: Latin American Books, 1989)

[Estoy en Main Street , Buffalo]

Estoy en Main Street , Buffalo,

persiguiendo un sueño por la vía del tranvía.

Frente a mí los edificios son juguetes

que han olvidado de guardar.

Todo está en calma.

Nada es imposible.

Mi vida podría cambiar con una sonrisa

a la luna.

Estos son los últimos acontecimientos:

ya soy lector de Cornell University,

y ahora viene con sus ojos muy juntos el tranvía.

También puedo llorar con los últimos acontecimientos.

Pero mejor es sonreír,

hasta que se queme la última bombilla

de este jirón infinito,

hasta que recojan esta despensa

de vivos colores.

Mi vida podría cambiar con una sonrisa.

El muro de las memorias (Ithaca, NY: Latin American Books, 1989)

»Leer más

Trilce, según Pedro Granados

TRILCE NUEVAMENTE CON PEDRO GRANADOS/ VLADIMIR HERRERA DELGADO

Vallejo para Granados y Granados  para el contrapunto y la marinera.  Dos poetas bajo el mismo signo zodiacal jugando a las escondidas. Pero Granados nos ayuda a hundirnos en la solaridad  del vate de Santiago de Chuco, si cabe, y también a caer de pie en una fonda de ritmo y sabor insospechada para quienes habíamos hecho una lectura circunspecta de nuestro poeta universal. Granados descubre el juego y las canicas, con pelos y señales como académico que es, aunque adolezca de cierto gamberrismo. Es el muchacho que toca el timbre de la puerta y corre para encontrarse con algo menos que Dios: esa nada que ríe en el dintel  de la época epocal misérrima del tiempo de nuestros padres en Poesía y en Rumba.  V.H

(N)húmeros para (des)cifrar un pambiche/ Pedro Delgado Malagón

Húmero (del lat. Humerus): Hueso del brazo, que se articula por uno
de sus extremos con la escápula y por el otro con el cúbito y el radio.
Diccionario de la RAE

Conocí hace poco a Pedro Granados, ensayista, poeta y novelista peruano (Lima, 1955), a quien el Ministerio de Cultura invitó para conducir en Santo Domingo un Taller sobre la gesta poética del gran César Vallejo. Granados es un penetrante exégeta del culto vallejiano, de sus modulaciones sensibles y del registro de un discurso con misteriosos influjos, casi míticos, en el que algunos piensan que “Vallejo no elige sus vocablos”.

Siempre me aproximé al poeta de Los Heraldos Negros bajo las nociones sombrías de José Carlos Mariátegui: “Nostalgia de exilio; nostalgia de ausencia”. Confieso que fue en el libro de Granados (Trilce: húmeros para bailar) donde por primera vez leí una reflexión (cierta, sorprendentemente clara) acerca de la chispa y del humor que subyacen (“…quizá sin que él lo sepa ni lo quiera”, agazapados y en ademán de saltar) en esa oscura melopoeia permutante de la palabra/cadencia que aflora en Trilce.

Prólogo a Trice: húmeros para bailar/ Amálio Pinheiro

Ao nos propor um con-viver performático com César Vallejo (não se trata já de apenas ler), a partir de uma partitura de inscrições (não se trata mais de escrever) musicais (a marinera e suas fugas e síncopes etc.) e sexuais (amores com Otilia e suas ramificações) vinculada organicamente à cultura andino-mestiça dos arrabaldes festivos em formação e movimento da Lima dos 1900 e poucos, Pedro Granados impugna, de chofre, as consabidas interpretações político-essencializantes e nos abre, em leque risonho, o vaivém diagramático de Trilce aos textos de antes e depois. O mesmo Vallejo viria a dizer mais tarde, nos Poemas Humanos: “Quiero escribir, pero me sale espuma” /(…) “Quiero escribir, pero me siento puma”, como a mencionar essa coisa toda vinda de baixo, dos lados e de dentro que abalroa as palavras.

Desse modo são postos em ação e presença, através de glossolalias e mesclas rítmico-poéticas represadas no papel (em ziguezague com a rua e suas gingas e cadências), aquilo que uma crítica acabrunhada não consegue ver: os aspectos gozosamente múltiplos e variantes de uma cultura índio-mulata que não se explica pelos dualismos ocidentalizantes (interno e externo, cultura e natureza, signo e referente) de plantão e ainda em voga. Trilce (todas essas aves falando dentro da boca) seria o espaço mítico de máxima concentração e contração sintáticas desse excesso metonímico em que, “a modo de un indigenismo minimalista incluyente”, não se produz sentido, mas um território de possíveis que encadeia as alteridades (mapeado pela tendência dos povos ameríndios à incorporação barroquizante do exógeno assimétrico).

Mais ou menos: nunca podemos saber o que é o outro, mas podemos tê-lo em nós. Ou como diria o próprioVallejo: “Índio después del hombre y antes de él!”. Por isso, vai desdobrando o vallejista peruano, não se pode pensar uma filosofia ameríndia, já que não podemos ser pensados a partir da “evolução” do pensamento do Ocidente, e a partir de um modo de conhecimmento apenas humano-racional, o que é poética e antropologicamente grave. Daí serem tão importantes, com Pedro Granados, as análises erótico-numéricas (“h(n)úmeros para bailar”), em que o cholo de Santiago de Chuco/Trujillo/Lima/Paris destrincha e dissipa, na confluência das comissuras do sexo, dos contornos da dança e da marchetaria oralizante, e junto a pertinentes acontecimentos biografemáticos (veja-se a saga Otilia/mãe/filho abortado etc.), as batidas sínteses e dialéticas pós-coloniais, pós-hegelianas e pós-modernas, sempre sucessivas e epocais, em curso. Sequer o conceito de modernidade pode conter um campo de relações em contínua reversão progressivo-regressiva, visto que as transformações desviantes e as metamorfoses impedem toda ordenação estrutural fixa.

Daí ser de tanto interesse, neste Trilce de Pedro Granados, a interação, na acupuntura dos versos e estrofes, entre um devir-índio, um devir-crioulo e o devir-qualquer-coisa, essa entrada dos objetos da paisagem nos corpúsculos e interstícios (Lezama Lima) do poema, mapeados rizomática e silabicamente pelos ensinamentos, cromatismos e gestos gráficos do sol e do mar.

»Leer más

Lovely partners

Foto: María Cecilia Piazza (1956-2021)

Tienes un ojo bueno

Y el otro muy malo

Me dijo María Cecilia

Mientras se disponía

A tomarme la foto

Que sirvió para ilustrar

Mi tercer poemario

Vía expresa

Sus converse violetas

Es lo que más recuerdo

Y su escueto pero bello derriere

Pero que no es para todos

Como me dijo a su turno

Sobre su propio derriere

Una princesa iraní

Que fue mi compañera allá

En Providence, Rhode Island

Lovely partners

Como susurraba una espontánea

Y devota señora

Cada vez que nos veía pasar

Tomados del brazo

Semejante al modo como se prosternaban

Ante la belleza de Manoli

Allá en su natal Granada

Al doblar conmigo cualquier esquina

Y semejante a la esfinge de negra

Ancestral matrona tótem incienso

De mi falo y de mi dicha

Sobre aquella media isla

Donde errar constituye lo correcto

Negra ella y negros nosotros

Tienes un ojo bueno

Y el otro muy malo

Como de la risa al paladar

Como del balón al gol

Como del río al río

Ignorante de que es el Ganges

Ni mi pecho  de tortuga

Desde el que escribo

Sabe que soy un hombre

Que intenta ser sólo un hombre

No un caballo no una yegua

No el jilguero que canta a mi oreja

Cuando menos lo espero

Ni este ruido masivo sordo

Tal una catarata

Que es mi sangre

Que no se acomoda

A la moralina

De todos los días

Sarta de buenos y de malos

Que han dejado de ser simplemente peces

Entre el terror a decir una palabra de más

O de fingir ni un gesto de menos

E irnos derechito a vivir al congelador

De los civilizados de los burócratas

De los ubicuos tinterillos de la existencia

Pero tonta no soy

Tonto tampoco

Sólo asimétrico en medio de la simetría

Cuy y cernícalo

Avispa y avispero

Culpable e inocente

Y muy bello cuando me atrevo

A acompañarte

A saber percutir la piedra

A iluminarnos

A incendiar la pradera

Que somos todos y cada uno

Lovely partners

Socios encantadores

Con escamas espinas pensamientos

A modo de piel

Y una enorme sapiencia para realizar el amor

Que pareciera no ser este mundo

Pero que sin duda lo es

Pero que sin duda lo ha sido

»Leer más

Amerindios, Pedro Granados: reviewed by Elizabeth Brunazzi

New York, Ithaca (Cornell University), 1988

Pedro Granados, Amerindios/Amerindians. Artepoética, Colección Rambla de Mar, editors, Carlos Vasquez Torres and Jhon Aquasaco (cover and images), Nueva York, 2021

English Translations: Leslie Bary, Sasha Reiter, Isaac Goldemberg

ISBN-13: 978-1-94-75-88-4

“Bary’s introduction provides valuable guideposts to the Peruvian, long-distance cultural context incorporated in Granados’s poetry: the rising back to the surface of consciousness and accessible expression of the elemental forces of the earth; of animal life as it is understood across species; and of the spirit as it bridges time and the physical body. These features of Granados’s poetry are especially engaging at a time when the evolution of styles of North American poetry is tending more and more to the prosaic and the over-exposed, daylight world of reportage, a form of journalism, much like developments in fiction, and “literature” in general”

[La introducción de Bary proporciona valiosos puntos de referencia para el contexto cultural peruano de larga duración incorporado en la poesía de Granados: el resurgimiento de la conciencia y la expresión accesible de las fuerzas elementales de la tierra; de la vida animal tal como se la entiende en todas las especies; y del espíritu como puente entre el tiempo y el cuerpo físico. Estas características de la poesía de Granados son especialmente interesantes en un momento en que la evolución de los estilos de la poesía norteamericana tiende cada vez más hacia el mundo prosaico y sobreexpuesto, a la luz del día del reportaje, una forma de periodismo, muy similar a los desarrollos en la ficción, y la “literatura” en general]

»Leer más