OVERJOYED

(Contesto a un amigo)

Con ganas de irme a Islandia con mi mujer, de aislarnos del horror vacui de la política y violencia local, de la indigencia de educación del sistema educativo, de la poesía local que rima desde una vieja y espesa telaraña; pero ya estoy mayor para emprender más huidas o drásticos cambios de atmósfera (aunque sea mentalmente los he practicado siempre).  Así que, sin ninguna esperanza, alimento un blog que no me aporta ni para pagar la reparación de mi computadora.  Aparte de esto, estoy bien; a veces, incluso, extrañamente muy bien.  Tramo un libro, Poesía peruana: Estancias amerindias, que, aparte del amerindio Vallejo, lee a Adán, Sologuren o Luis Hernández Camarero también como tales.  Esto, nada más, por seguirle el anzuelo al dorado sol.
Solidario contigo.
Un fuerte abrazo,
Pedro

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A propósito de la presencia de Luis García Montero entre nosotros

Corría el mes de agosto de 1988 en El Escorial. Nos encontrábamos gozando de una beca al Primer Curso de Verano de la Universidad Complutense de Madrid. En un recinto abarrotado, de iniciados y de público en general, se asistía a algo así como a una sucesión en el trono o al cambio de posta en alguna final de prueba olímpica. Incómodamente embutido en una silla de ruedas, hallábase en lo alto del proscenio el poeta Rafael Alberti; también la figura con aire adolescente de Luis García Montero. El poeta mayor, pues, cedía los lauros, monitoreaba, empleaba sus buenos oficios –no sabríamos cómo precisarlo– a favor de uno joven (andaluz como el autor de Marinero en tierra) e importante gestor de lo que llegaría a denominarse –un poco más tarde– “poesía de la experiencia”.
Después de los discursos de orden y la lectura de algunos poemas de Alberti, le tocó el turno al granadino. Aunque en ese entonces no conocíamos su obra, fuimos testigos incrédulos de lo bien que se pagaba en España el fácil recurso a la eufonía, y del montaje oportunista de cierta prensa capitalina…
La poesía de la “experiencia” no es, pues, sólo un período artístico-ideológico del pasado y ahora alegremente superado. Sería interesante investigar cómo –con sus propios matices — se expresa esta misma ideología conservadora de los 80′ en los países latinoamericanos, y en su relación editorial con España. Al menos en el caso de Perú y República Dominicana, por ejemplo, dicho paralelo puede resultar muy productivo. Investigar cómo dialoga la poesía de la “experiencia” con sus pares: “del pensamiento” (República Dominicana) o simplemente de la tradición o del canon literario occidental en el Perú. Describir sus relaciones con el periodismo, las editoriales, otras instituciones y, claro, con un público particular…

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TALLER NO ADICTIVO PARA POETAS (consagrados o no)

Poetas analíticos, “de la experiencia”, críticos, impresionistas, venecianos, místicos u otros son bienvenidos.

Este taller trata sobre todo de técnica aunque, en esto de la poesía, sólo la mitad del asunto estribe en el lenguaje y, la otra mitad, corresponda al tipo de sujeto que en nuestros textos proponemos al lector.  Es decir, en tanto y en cuanto la técnica: “pone siempre al desnudo lo que, en realidad,  somos  y  adónde  vamos” (César Vallejo).

La idea es advertir lo que puede hacerse de modo más eficaz; el filón que se deja abierto y no trabajado; lo que está ante nuestros ojos y no lo percibimos.

Se garantiza  absoluta satisfacción en los resultados.  Y, no menos, prescindencia del mediador.  Este taller no es adictivo.

Se empieza cualquier día de la semana, de lunes a viernes, por la tarde o por la nochecita; aunque el horario específico  se fija de antemano entre tallerista y mediador.

Los honorarios del mediador, sumamente razonables, se abonan por adelantado.

Contacto: https://www.facebook.com/profile.php?id=61557058671859

Dos testimonios públicos sobre el Taller:

“Cuando Pedro Granados me dijo “ahora conforma tu libro”, comencé a sufrir. Cuatro meses leyendo y corrigiendo y seleccionando todos los días, con un diccionario al lado, un libro de sinónimos, bebiendo café, revisando. Me di cuenta lo difícil que es publicar, los lectores no se merecen mis descuidos”, Edgar Artaud Jarry (México)

“Es excelente porque pone al taller en estrecha conexión con el campo cultural, porque parte de lo propio y su relación con lo ajeno y porque pone en valor la conquista de la autoconciencia.

He leído mucho sobre el tema taller pero hasta ahora no había encontrado esta perspectiva. Como lectora, celebro la lucidez del autor”, Juana Porro (Argentina)

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POÉTICAS DA INSOLÊNCIA

“Todo el hombre tiene que captar toda la realidad”: MASA
“Os ritmos arredondados e suas reentrâncias”, por Amálio Pinheiro.
Al-Andaluz, en traducción canibalizada de Amálio Pinheiro, aquel lema brinda renovada y honda cuenta del poema “Masa”, de César Vallejo; ilumina un reparo importante del poeta peruano, tal como enfatizar en aquel mismo poema póstumo su aparente tinte político-mesiánico o, también en otro momento, confiar a Georgette –a manera de Tristan Tzara– que la palabra “Trilce” nada significa.  Pudor del peruano ante el Brasil que, estando en París, sospechara en las zancadas libérrimas de Isadora Duncan o las flamas del baile de Josephine Baker.  Emancipación o soberanía política constituyen tan sólo un pliegue  más de una cabal ciudadanía trílcica; la cual intuyera, por ejemplo, asimismo Paul Gauguin –otro peruano, según César Vallejo– en “Camino al Gólgota”, autorretrato que Gauguin nunca intentara vender y que lo acompañara hasta el final de sus días; y donde nuestro pintor focaliza sobre el lienzo el entorno que allí lo acompaña tanto o mucho más que su propio gastado y reflexivo semblante.  ¿Cuál de todos ellos, entre aquella apretada unidad simétrica y de equivalente agencia, va al crucifico?  ¿Los monos, los guacamayos, el caucho silencioso, la noche espléndida o aquellas infinitas estrellas?  El lenguaje se mide realmente, en cuanto usuarios, y no sólo en la poesía, de acuerdo al grado en que estemos embebidos o zambullidos, metonímicamente hablando, en aquella simétrica marmita.  O, dicho  de un modo acaso más técnico: Fronteras en las zonas más remotas de la semiósfera que constituyen, asimismo, aquéllas más próximas y conectadas. 
Ahora, aunque posteriores a Di Cavalcanti, en una visita de hace un par de años que hiciéramos a Sao Paulo, apuntábamos lo siguiente:
Contra toda apariencia, el espacio le ha ganado por puesta de mano al tiempo en SP; los cuerpos se van pareciendo, cada vez más, a los claroscuros de la ciudad y sus abarrotadas calles.  Lo que la generación actual se tatúa por dentro, ya no sólo por fuera, constituye un animal que asoma por doquier: mirada, vértebras y ágiles pantorrillas.  La migración o el salario insuficiente, de unos pocos o de unos muchos, ya no constituye lo decisivo frente a tan colosal diseño.  Animal hembra junto a su tararear de antigua canción de cuna.    Mamífera por antonomasia, São Paulo no ha dejado de ser un collage formidable y un pêssego dourado o un determinante libro por venir.
Felicito a todos mis colegas en esta necesaria y feliz celebración por nuestros veinte años.
Pedro Granados

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NO HAY VIDA/ Eduardo Magoo Nico

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[Escribo desde Lagunas-Mocupe]

Ilustración del artista peruano, Israel Tolentino.

Escribo desde Lagunas-Mocupe
De lleno ya tomado por la arena
Con la cual coincidimos por carácter
Y acaso también por constancia y paciencia
Soy de lleno el mejor poeta y lector
De toda mi generación
Pero como ocurre con la arena
Esto no se sabe o anda lejos
Es ventisca desde la playa o ruido todavía
No endiosar a ningún contemporáneo
Acaso sea la máxima siempre a seguir
De otra manera estimaríamos que A. Cisneros
Sólo ha desaparecido por un momento
Que Varela fue Lispector
Que Hora Zero tuvo acaso algo que decir
Más allá del confín de la ducha
O que la poesía son consejos o advertencias
Tal como monitorea
La institución literaria vigente
Un bien aderezado botiquín de autoayuda

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Aztepallatl/ Edgar Artaud Jarry

 

Una Diosa Azteca en el bar del puerto
escribía poemas en su teléfono móvil
Movía con agilidad los dedos pulgares
Le advertí del daño en las articulaciones
¡Mierda! ¿vas a predecir mi puto futuro?
Me acomodé en la barra, pedí mezcal
El dueño trajo dos copas una para mí
Y otra para la chica, la llamó Aztepallatl
y luego me cobró las dos copas.
Aztepallatl brindó conmigo.
Pagó otra tanda y yo la que sigue.
Soy Tezcatlipoca, le dije inseguro.
Pues qué poca, te vas a enfermar.
¿Puedo llamarte Aztepallatl? Pregunté.
No te aceleres cabrón, respondió.
Pagó otra tanda y yo la que sigue.
No debería beber, soy diabético.
El covid-19 daña los pulmones
Pero luego detiene el corazón
Provoca un infarto fulminante.
Aztepallatl pagó una tanda, yo otra.
Creo que voy a azotar en el piso.
Dicho y hecho. Caí de bruces.
Estoy en el Hospital para covid-19.
Aztepallatl es la enfermera.
Nota del autor:
Aztepallatl”, se me ocurrió a partir de un meme ante la pandemia
del coronavirus y la sana distancia: “Haste Pa´llá” (haste para allá).
“Tezcatlipoca” es el dios de la providencia, de lo invisible y de la oscuridad en la mitología tolteca.
“Qué poca” es un insulto (te pasaste).
La metáfora del poema podrían ser las alucinaciones o delirio
de un paciente grave en un hospital para covid-19.
Y la diosa Aztepallatl sería una nueva Parca para el covid-19.
El Bar del Puerto, existe a un costado del zócalo de Acapulco, Gro., he leido mis poemas allí, además incluyen eventos culturales diversos.

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