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Docencia universitaria

Arguedas – Vallejo en la PUCP

Por si acaso este jueves 19 de setiembre, entre las 3-5 pm en el auditorio de la Biblioteca Central de la PUCP, tendré a mi cargo la siguiente conversación/exposición:

José María Arguedas: “César Vallejo, el más grande poeta del Perú” 

Cuya sumilla reza más o menos así:

Se estudiaron los motivos por los cuales, para José María Arguedas, César Vallejo constituye el “más grande poeta del Perú” (1938) y, asimismo, “el principio y el fin” (1969); y cómo estos testimonios se reflejan en el derrotero de la obra arguediana.  Para tal fin, se echó mano de aportes teóricos no tan socorridos por la crítica al uso, por ejemplo, el debate John Murra/ Tom Zuidema; y se incorporaron otros, por primera vez, como son los aportes de los filósofos del Nuevo Realismo (Meillassoux, Bennet, Gabriel, etc.).  Se concluyó que sobre todo la crítica, aunque con cierta complicidad del propio Arguedas, ha confinado la recepción de esta obra a una sola manera, aparentemente no debatible, respecto a otras no menos válidas o también productivas de leerla.

Palabras clave: Arguedas y Vallejo; Arguedas y el Nuevo Realismo; Arguedas y la crítica.

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Estimados Camaradas de los Estudios Generales de Ingeniería de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM)

Bienvenidos a la profesión de Ingeniería, como profesionales tendrán que aplicar el Ingenio y la Creatividad para resolver problemas esenciales en la vida moderna y la sociedad contemporánea.

Les habla y saluda un egresado de la Carrera de Ingeniero Civil en México, para denotar una expectativa importante no solo de las Ingenierías,  sino también de todas las profesiones en el mundo moderno hiperconectado.

El mundo del capitalismo neoliberal moderno está en crisis, especialmente en todos los países latinoamericanos incluido México. Los modelos educativos que nos han impuesto están dirigidos a capacitar a los futuros trabajadores, se dice que es necesario para que podamos vivir (yo diría sobrevivir) en un mundo masivo de miles de millones de terrícolas que requieren de un empleo para poder pagarse el derecho a la existencia; por lo general, como empleados del gran capital y para ello han intentado eliminar las humanidades de nuestras profesiones.  Craso error que ahora más bien las Universidades latinoamericanas y los gobiernos democráticos, incluidas las Universidades de primer mundo como Estados Unidos e Inglaterra, intentan revertir y, por lo tanto,  impulsan el retorno a las humanidades, a la creatividad, a la promoción del arte, a la Poesía.  Esto  en TODAS las profesiones pues es necesario para recuperar nuestro sentido humano, social, no competir con otros toda la vida para encontrar empleo sino cooperar y superarnos para ser felices, solidarios.  Crecer todos no para ser esclavos del gran capital, sino para ejercer nuestro derecho al bienestar.  Las profesiones requieren, además, de la sensibilidad creadora para no construir un mundo cuadrado, rígido, sin emociones, con estrés, sin belleza, pues el ser humano por naturaleza posee sensibilidad, creatividad, emociones.  Poseemos asimismo, por naturaleza, un proceso que se llama el aprendizaje permanente.  Aprendemos durante toda la vida.  El término de sus estudios profesionales no concluye su desarrollo social, sino que somos responsables de dirigir a nuestras comunidades por el mundo moderno con sentido humano para sentirnos satisfechos de vivir.

Por eso deseo y espero que no corten la imaginación, sensibilidad y creatividad que demostramos desde pequeños, esto nos da a todos la oportunidad de ser profesionales competentes y libres, con autonomía. Las sociedades al través del tiempo se han desarrollado gracias a la cooperación social, no a las competencias entre nosotros.  Se han desarrollado gracias al deseo de ser siempre mejores para el beneficio colectivo, apreciar el arte y la poesía de la vida.  Conozco al Doctor Pedro Granados poeta profesional que incluso a mí me ayudó a recuperar el sentido poético de la vida, pues yo reprimía mi desarrollo humano y ahora gracias a él lo he recuperado, recupero mi libertad y mi camino propio, a decidir lo que yo quiero en la vida.

Les deseo éxito en su desarrollo profesional y tengo que decir que tengo amigos en el Perú, ingenieros y profesores y estudiantes y poetas, y también estoy pendiente del rumbo de nuestro camino latinoamericano hacia un futuro hiperconectado y maravilloso, un abrazo a todos.

Inserté imágenes con mis estudiantes de la Facultad de Ingeniería y de la Facultad de Artes,
la tercera imágen de algunos estudiantes de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos
de Lima, Perú, a quienes va dirigido este saludo de inicio de cursos Universitarios.

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Reseñas de mis novelas cortas

La saga se inició hace 19 años con Prepucio carmesÍ (New Jersey: ENE, 2000).  Primera novela del siglo XXI –escrita por un migrante peruano– trasandina, archipiélica o multinatural.  Sin melancolías ni con el espíritu –típico o, peor todavía, profesional– de  un sujeto andino damnificado.  Post-exótica y post-indigenista; la cual, apuesta más bien por la complejidad desde el origen, por la opacidad.

Luego se han sucedido:

Prepucio carmesí y otras novelas cortas (Lima: Tribal, 2012).  Reúne: Prepucio carmesí (2000), Un chin de amor (2005), En tiempo real (2007), Una ola rompe (2012) y Boston Angels (2012).  Posteriormente, he publicado directamente en la Web ¡Fozi Lady! (2016) [2013] , sobre los últimos momentos de la vida de César Vallejo y, casi, de Juvenal Agüero; y Poeta sin enchufe (2018).

RESEÑAS

Nos encontramos ante un texto que no es fácil de leer y sin embargo su lenguaje nos resulta sumamente familiar. Es un texto que evoca a los fantasmas de la escritura. Un algo nostálgico inunda sus páginas. Un texto deforme e impredecible como lo es el mar. Es un texto que cuenta pero que también nos muestra lo invisible escondiendo la trama y lo evidente en una urdimbre de momentos y anécdotas. Un texto que resulta una fiesta para el lenguaje. Una celebración de la palabra. Un texto que nos remite al pasado. Ese tiempo pretérito que aún respira entre los acantilados de la existencia. Un texto que nos abandona dejándonos con el deseo de volver a la obra de Pedro Granados que es un futuro que él ha construido y que no existe salvo en la palabra.

Davo Valdés de la Campa (México)

Novelas breves, inmediatas, que hacen de la historia de Juvenal Agüero, la historia de cualquier hombre de letras arrojado a la intemperie de una existencia cada vez más intrincada, a caballo entre los retazos sincopados de Internet, ya todos entran en casa sin llamar, y el salto permanente entre imágenes y textos que contemplamos sólo por un instante. ¿De qué manera puede encarar el que vive del sueño y de la tecla semejante pandemonium de pulsos culturales? Pedro nos lo cuenta en un párrafo y sin apenas despeinarse, nada como su falta de afectación para decir las cosas desde la altura de quien ha experimentado seriamente con ello.

Juan Granados (España)

El humor es uno de los rasgos más logrados. El autor emplea y dosifica el humor a lo largo de la obra. Incluso en los momentos de mayor seriedad hay una pequeña cuota de ingenio humorístico.

El Prepucio viene a significar la cubierta que nos separa del mundo y nos mantiene encerrados y sin luz. La ruptura de ese prepucio es la salida al mundo para desenvolvernos como pensamos y sentimos y, sobretodo, para ejercitar nuestra libertad.

Edson Pacheco Briceño (Perú)

Una prosa cautivante, secreta, como un río de petróleo indescifrable que transita por el subterráneo y aúlla: Desaparecer bajo el triturador de mi cocina primero con un ruido áspero, pero después como un sonido uniforme, tan uniforme como el agua que lava y tan humilde desaparece. Versátil. Fuerte. Ya nadie usa tinta -es increíblemente costosa- ahora es el parpadeo de las teclas del escritor las que anuncian un estilo particular.

Daniel Beteta (Perú)

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El periodista César Vallejo/ Eugenio Chang-Rodríguez (Fichas)

“prosa posmodernista que escribió los últimos 13 años de su vida” (Chang 11)

“publicadas entre 1918 y 1938 conforman un corpus de cerca de 250, de las cuales 178 fueron escritas entre 1926 y 1929 en un promedio de dos semanalmente […] Los rezagos modernistas son evidentes en una crónica suya de 1925 [“Desde Europa”]” (Chang-Rodríguez 12)

“En 22 crónicas posmodernistas se ocupa de la puesta en escena de obras teatrales o de sus autores… Vallejo fue testigo de la crisis del teatro, agravada entonces por el rápido desarrollo de la cinematografía… Vallejo apreció la inyección tonificante del vanguardismo [Seis personajes en busca de un autor] (Chang-Rodríguez 14)

“Influido por Nietszche, el poeta-cronista llegó a creer que el espíritu de heroicidad y el sacrificio personal eran características esenciales del intelectual revolucionario.  Las crónicas muestran cómo el poeta enfrentó los rigores del stalinismo y cómo la revolución no lo satisfizo plenamente […] Sin embargo, al examinarlas rigurosamente, se percibe la concepción espiritualista de la realidad última que subyace en el mundo fenomenológico de Vallejo, el sustrato explicativo de su visión del universo y la complejidad de su arte y filosofía” (Chang-Rodríguez 15)

“A diferencia de Mariátegui, Vallejo, vanguardista desde 1919, cuando escribió la mayor parte de Trilce (1922), fue adverso al surrealismo […] y observa que semejante anarquía y desagregación no se había visto sino entre los filósofos y poetas del ocaso de la civilización grecolatina […] Vallejo le niega su aspecto constructivo y resalta la falta de originalidad de esta pomposa teoría y abracadabrante método  esbozado y condensado por Apollinaire […] cuyos pesimismo y desesperación –etapas y no metas– ‘se perennizaron en su inercia estéril y desarrollaron en el movimiento una psicopatía de bufete y se atomizaron y a la postre lo divorciaron del marxismo con refinamiento burgués’” (Chang-Rodríguez 16)

“Antes y después de ingresar al partido comunista español (1931), Vallejo tuvo expresiones duras para el movimiento hacia el cual abrigó por muchos años un sentimiento ambivalente y contradictorio […] Al ocuparse de “Los doctores del marxismo” [El arte y la revolución], Vallejo fue claro al expresar su independencia de criterio y libertad artística” (Chang-Rodríguez 17-18)

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César Vallejo y las vanguardias: hacia una reconstrucción de la ‘estética del trabajo’/ MORENO HERNANDEZ, DANIEL ALBERTO

RESUMEN

César Vallejo (1892-1938) figura en la literatura universal como uno de los escritores más importantes de Hispanoamérica. Entre autores como Rubén Darío, Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Alejo Carpentier, Jorge Luis Borges, Nicolás Guillen u Octavio Paz, César Vallejo continúa siendo referente de estudios literarios debido a su innovación estética y extraordinaria producción artística, una producción que desde su lectura plantea dificultades cronológicas, pues buena parte de ella fue publicada con posterioridad a la muerte del escritor. Este es el caso de Hacia el reino de los Sciris, Poemas en prosa, Poemas humanos, Contra el secreto profesional y El arte y la revolución. Mitificado como un poeta religioso o un existencialista cristiano, otras veces como un escritor atormentado y contradictorio –antagónico de las vanguardias artísticas o marxista heterodoxo–, lo cierto es que aproximarse a la obra de César Vallejo implica un desafío que difícilmente concede cómodas valoraciones, puesto que además de abarcar cualesquiera géneros literarios (narrativa, poesía, teatro), la producción artística del escritor se inició en las postrimerías del modernismo hispanoamericano y durante una etapa modernizadora en el Perú. A grandes rasgos, es posible situar la obra de Vallejo en un periodo histórico de entreguerras e ideologías que transformaron decididamente el rol del arte y del artista del siglo XX. Este hecho es de por sí interesante y ha sido abordado desde múltiples perspectivas. A partir de trabajos biográficos cuya aportación ha favorecido al conocimiento de la vida intelectual de Vallejo –como son las contribuciones de Georgette de Vallejo, Thomas Merton, André Coyné, Xavier Abril, Juan Larrea o hasta análisis cuyo eje central gira en torno a la temática del escritor –grupo al cual se suscriben Alberto Escobar, Nöel Salomón, Roberto Paoli, Américo Ferrari, José Miguel Oviedo, Cintio Vitier o Stephen Hart–. De igual forma también es posible encontrar otro tipo de estudios enfocados a la poética vallejiana –desde Los heraldos negros hasta España, aparta de mí este cáliz–, conjunto donde figuran Saúl Yurkievich, Julio Ortega, James Higgings, George Lambie, Walter Mignolo y Pedro Granados.

UAM (Cuajimalca), Tesis, Maestría en CCSS y HH.

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Los heraldos negros: «fermento[s] de sol»

MARTES 16, 12 m.  Centro Cultural de San Marcos (Centro de Lima)

Pedro Granados, PhD

VASINFIN – UNMSM

Resumen

En “Nostalgias imperiales”: “[Yo soy] Un fermento de Sol/ ¡levadura de sombra y corazón!” (“Huaco”), de Los heraldos negros (LHN), la palabra “fermento” –vinculada al “Sol” actuando en la “sombra y corazón”– resulta semejante, aunque no equivalente, a  fragmento.  En este sentido, y tal como estudiamos en nuestro Trilce: húmeros para bailar (2014), el poemario de 1922 no se hallaría “fragmentado” o constituido de “fragmentos (Vanguardia histórica europea); sino, más bien, fermentado o “fermentando” (Inkarrí).

Los “heraldos”, en tanto “fermentos [de Sol]” de LHN, constituirían una comunidad (Jardín de Epicuro) o archipiélago andino susceptible –aunque ya opaco o mestizo– de extenderse de manera universal.  Una reflexión específica y concentrada –“escena cerebro”– de lo mismo (naturaleza y función de los “fragmentos”) la constituiría Trilce; es por este motivo que este poemario resulta más “abstracto” o “teórico” que LHN.

Por su parte, España, aparta de mí este cáliz, constituiría un señalamiento y reconocimiento explícito –ya universal y multitemporal, en “[Niños] si tardo”–  de aquel mismo archipiélago andino, simétrico y, acaso, esta vez un tanto más evangélico o menos “pagano” (pensamiento amerindio o epicúrico) que Trilce.

Por lo tanto, postulamos que “los heraldos” son “negros”, al modo de aquel enterrado y activo “fermento[s] de Sol” del poema “Huaco”; “niños”: traviesos, manchados, embarrados.  Y, además, “levadura” en cuanto  “niños” como significado de promesa, primicia o futuro de un mundo siempre perfectible.  Niños que sobrevivirán al aborto (Trilce) o a las balas (España, aparta de mí este cáliz) en un ayllu multicultural, multinacional, multitemporal y muldidimencional donde la vida alienta tal un continuum.

Palabras clave: Poesía de César Vallejo, Los heraldos negros e Inkarrí, fragmento/fermento.

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PEDRO GRANADOS EN HAWANSUYO

TALLER DE POESÍA: FRAGMENTO Y MEMORIA CULTURAL. 

AGUAS MÓVILES DE LA POESÍA PERUANA: DE LOS FORMATOS A LAS SENSIBILIDADES

JAIME SÁENZ EN EL TELEFÉRICO PACEÑO: ALGUNOS CABLES DE SU POESÍA

EL “TRICKSTER” O “ZORRO” CÉSAR VALLEJO: MATERIALES PARA SU RECONOCIMIENTO

TRILCE E INKARRI

EL CÉSAR VALLEJO DE STEPHEN HART

¿PEDRO SUSZ K. O JESÚS MARTÍN-BARBERO?

TRILCE, EL PEZ DE ORO E INKARRI

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