Al despertar Gregorio Samsa -aquella otra mañana-, de su programado y letárgico sueño habitual, alumbró de improviso su conciencia la maravillosa noticia… Por la radio matutina una voz entusiasta le decía, de un modo familiar, personalizado y convincente:
-Ya no eres un monstruoso insecto, ni el burlado empleaducho público, ni el pobre viajante de comercio, sino un cyborg postmoderno beneficiario de los Programas Privados de Asistencia Social…
Restregándose lentamente los ojos y escéptico al mirar el espejo, Gregorio se sentó trabajosamente en el borde de su cama. Escuchó de inmediato en su mente, por telepatía nano-robótica y con invasivo pavor, la voz plutocrática de Bill Gates que decía, en sesión extraordinaria de la Asamblea General de las Naciones Unidas:
-¡Vean ustedes, señores estadistas, qué filantrópica forma tenemos los puros estetas, de fraguar convincentes negocios con la hermosa Eternidad!
Agosto de 2010
Santo Domingo, República Dominicana
Tomado del libro de microrrelatos titulado
Mecarrelatos. Hipertextos de un Cazador,
de la autoría de Armando Almánzar Botello.