Edgar Altamirano
Encendí la radio y escuché que traerían el cuerpo de un amigo que falleció,
no sabía que hubiese muerto; la radio intercalaba música de rock muy vieja,
todos los poetas son una mierda excepto yo.
Encendí la cafetera y elegí un café expreso largo y espumoso,
un joven poeta me había pedido un prólogo, insistentemente.
Leeré su libro, cada cierto tiempo alguien me escribe,
ahora escucho música de los Rolling Stones en la misma estación,
se lamentan de la muerte de un amigo.
“Está muerto” -dicen,
“igual no saldremos vivos de este puto mundo” -dice Nelson B.C.
“todos los poetas del mundo son una mierda excepto yo” -digo yo,
y destapo otra cerveza; mi amigo ha muerto.
Suena el teléfono, es el joven poeta enviando otro mensaje,
“estoy aguardando tu prólogo, es importante para mí” -me dice;
abro el libro, es un engargolado manchado con café y bocadillos,
escribo en la máquina: “este libro es una mierda,
se encuentra lleno de horrores, faltas de ortografía, de redacción,
no es que yo apruebe la corrección gramatical, es una idea apestosa”.
Apago la radio porque me desconcentra, destapo otra cerveza
y continúo: éstos no son poemas, no están resueltos, no dicen nada,
es una sarta de imágenes inconsistentes, yo odio las imágenes y
la complejidad para esconderse; este chico dice en una de sus partes:
“la poesía soy yo”, estoy a punto de quitar su libro de la torre de
libros y poemas pendientes, pero me detengo.
Destapo otra cerveza, enciendo el twitter facebook, LinkedIn,
messenguer y todas esas madres de la cultura,
sigo escribiendo estupideces, sin haber leído los poemas,
envío la respuesta, ocurrirá lo mismo que con muchos otros,
se quedará callado, botará mi texto a la basura,
sus correos desaparecen de mi buzón.
Años después, me encuentro con el libro en las librerías,
ganó el premio al mejor libro del continente,
es famoso, no aparece mi prólogo, dejo el libro en el estante,
salgo y camino, entro en el café “la covacha”
y pido un expreso, hojeo un legajo de poemas
que me envió una chica joven, muy guapa,
“es fabuloso” -pienso, y no necesito leer todos los poemas,
“tus poemas me rejuvenecen” -le contestaré;
no recuerdo los nombres de mis amigos fallecidos,
“usted es una gran poeta” -le escribiré,
y creo que estoy envejeciendo.
Edgar Altamirano es quizá el más completo poeta mexicano de la actualidad. Por buena persona; agudo, sutil, irreverente, frágil; y desopilante sentido del humor . Poetas afines en México: Gerardo Déniz y José Homero.