Estupendos poemas, de raza, venidos de un particular tipo de buey, por lo manso, o de una vieja cacatúa, por lo aparentemente indiferente a lo humano. Eso sí, y por consenso, aquellos versos brotan desde una multitudinaria cigarra; voz sin auroritarismo ni jererquías, salvo que desea, felizmente, hacerse sentir y apropiarse de todo. P.G.
Muchas gracias, mi amigo, ya soy un nuevo seguidor del blog, felicitaciones!!!
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