Archivo por meses: octubre 2022

Canción

Un poco de oscuro como pantalla

para estos nimios hechos.

La radio me regala, inesperadamente,

unas canciones de Billie Holliday.

Es obvio, mi madre es la que canta.

El orgullo del corazón de un poeta.

Quizá éste puede ser el título

de la canción. De una canción.

A ver, qué guardo en mi abracadabra.

Qué escondo en mi alforja.

El mapa orográfico del Perú

es esta hoja arrugada –por mí–

que aún respira.

Ven ustedes, canta Billie; escribo el poema.

¿Simple coincidencia de un día de invierno?

La nieve se arremolina como un puño,

el aire, los recuerdos.

¡Apártate recuerdo!

Poesía, arte de la distancia,

del uso de una sola oreja.

El corazón orgulloso de un poeta.

Bien puede ser éste el título de la canción.

 

Pedro Granados, Desde el más allá (Lima: Corza Frágil, 2002) 

Traductor: Alan Smith Soto

Realizador: Alberto Roblest

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Identidade brasileira/ Eduardo Viveiros de Castro

A identidade brasileira não existe, mas a ideia de uma “identidade brasileira” existe. Dela não só se pode falar, como foi inventada para que se fale dela. Essa ideia é um instrumento político, uma palavra de ordem ideológica que conjura um ente imaginário, e não um conceito antropológico referente a uma condição psicossocial empírica. “Identidade brasileira” não é uma noção descritiva, mas uma noção normativa. Não é um fato, mas um valor; um valor gestado historicamente em certas esferas de poder e imposto com violência, sutil ou brutal, sobre povos, comunidades e pessoas vinculados à própria revelia a um certo sujeito de direito público internacional, o Estado-Nação chamado Brasil.

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Trilce, poema por poema

Dominic Moran [“The Author´s Favourite, But is it Any Good?  Some Thoughts on ‘El Palco Estrecho’”.  En: Stephen M. Hart (Ed.).  Politics, Poetics, Affect.  Re-visoning César Vallejo.  Cambridge: Cambridge Schollars Publishing, 2013, pp. 67-87] hace un balance general de la crítica vallejiana hasta el presente y nos alerta, no sin razón, que: “We do not posses the sort of systematic, line by line commentary on Vallejo´s work which the greatest poetry such as Shakesperae´s sonnets, and I can think  of no critical study on Vallejo comparable to Malcolm Bowie´s Mallarmé and the Art of Being Difficult [dificultad que, en el caso de Vallejo, y según George Stainer, sería ‘ontological’ (68)]” (67); y, la misma estudiosa, enseguida agrega: “Most critical editions contain little or no close textual commentary, and those which do are often highly (some might say strategically) selective [desde Américo Ferrari, pasando por Julio Ortega hasta, entre otros, Marta Ortiz Canseco o Efraín Kristal; con excepción parcial de Roberto (sic) González Vigil, aunque éste guarde silencio ante los aspectos más problemáticos de los textos]” (68) (Granados 2016).

Aunque no sea verso por verso, como Dominic Moran desearía, Trilce. Poema por poema de algún modo viene a compensar esta falta de estudios en detalle, en cualquier lengua, dedicados al poeta nacido en Santiago de Chuco.

Metodologìas distintas en Trilce, poema por poema

Grosso modo, en cuanto pivote de su lectura, Alexandra Hibbett enfatiza los sonidos, repeticiones y, consecuentes, sentidos posibles de un poema.  Mientras, por su lado, Víctor Vich se enfocaría más directamente en la serie social.  Hibbett, sobre todo, cuestiona el vínculo directo entre el lenguaje y las cosas.  Aunque ambos autores, según Hibbett, admitirían que se puede leer de otro modo. Somos seres del lenguaje, prosigue la autora, estamos mediados siempre  por el lenguaje (hasta que, previo “giro ontológico”, conozcamos las cosas en sí mismas).   Además,  acierta en decírnoslo, en Vallejo encontramos  ironía y lenguaje popular que no se hallan en Mallarmé.  Trilce, poemario sexual.  Resistencia a la adultez por parte del sujeto poético (y también del autor).    Modernización, migración, ruidos de la ciudad, trabajos asalariados, cárcel; entre otros motivos ya advertidos por la crítica.   Pero también temática amorosa, aborto, elegía a la madre, importancia de la familia.  Desamparo.  Sexualidad-tabú, incesto.  Énfasis en el anecdotario vallejiano (Espejo Asturrizaga, Hart, Pachas Almeyda, entre otros). En suma, proceso de modernización y pasión, cadenas de motivos que se entrecruzan y ambas mutuamente se potencian en Trilce.    ¿Y lo cultural?  No aparece por ningún lado.  ¿Y lo simétrico o posantropocéntrico?  Muchísimo menos.  ¿Trilce es más fácil que El zorro de arriba y el zorro de abajo de JMA?  ¿Será la obra del discípulo (“Vallejo era el principio y el fin”) menos accesible que la de su maestro?  Eso sí, a contracorriente de presentarse como dirigido a un gran público, este libro asimismo constituye una atinada revisión de una vasta y reciente bibliografía especializada; y, además, articulada de modo explícito a cada uno de los poemas.  Es decir, lo didáctico –la exégesis parsimoniosa– no excluye lo ceñido o especializado.  Y esta dialéctica nos parece acaso el  mérito más encomiable de este trabajo en común entre Hibbett y Vich.  ¿Trilce. Poema por poema, constituirá una invitación eficaz para leer y gustar el libro de 1922?  Vayan nuestros sinceros y mejores votos para que así sea.  P.G.

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Divinidad bajo un tobogán/ Katherine Estrada

Así que esto era el amor…

recoger sus semillas,

usarlas para germinar mis versos,

sanar mis heridas con tu pureza,

despertar con tu ronroneo felino

y acompañarte a tientas en tu círculo astral,

esperarte tras los aros de un gris tobogán,

cantar a gritos sobre los siete mares,

y recuperar mis fuerzas en tus únicas veinte palabras.

A

M

A

R

es atreverse a ser divino.

De Intrarrevolución (2016) a Liberaciones… (2022) permanece el sensible y hechizado peristilo: deseo, llama viva, amor se denomina ahora; el cual somete y aglutina a los demás.  Una tabla. un orden, una disposición natural  para una sabiduría, todavía mayor, que se avecina en esta poesía.

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Adriana Dávila Franke en Sol

Adela

a Federico García Lorca

Sé que con mis muslos y mis manos y mi boca

te mato cuando me place.

 

Tengo un vestido azul para ser madre

unas sábanas blancas para bordar una casa

diez manzanas verdes que son agua para sembrar bosques.

Tengo una maldita ventana para el morir de las tardes

para esperar que por fin me raptes.

 

Clava una cama fresca para dormir contigo.

Mira mis ojos de flamas ebrias.

 

Tengo a la noche para volverte sol rabioso antes del alba.

 

Estoy llena de furia buena.

Con mi canto te calmo la sed cuando me plazca.

Te doy lo que quieras: estoy llena de furia clara.

 

Escóndeme en el corral o entre los trigos

y hazme un niño con piel de manzana

con risa de mirlo

con labios que sean risa

con tus ojos negros

y tus crespos negros

Con tu cuerpo fresco de sal.

 

Cielo extenso

Me dejo caer en la hierba

Revuelta

y te miro

sin pudor.

Qué importa

Soy una niña enamorada

del sol

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Poéticas gemelas de César Vallejo

Islismo (Trilce I)/Lomismo (Trilce II) en tanto poéticas consecutivas y complementarias, no sólo del poemario de 1922, sino también de la poesía póstuma de César Vallejo.  Aunque aquí nos concentraremos en Trilce II o, más bien, este último poema será la puerta de entrada para extendernos a las islas o pensamiento “Archipielar” y, no menos, a la “Poética de la Relación” y al “Derecho de la Opacidad”.  Conceptos, estos últimos, todos de Édouard Glissant; pero que consideramos podrían ser también vallejianos. Es decir, elaboramos aquí un tamiz común de empatía o entrecruzamiento entre el “meta-archipiélago” que levanta el poeta y filósofo martiniqueño, Glissant, y la poesía “meta-andina” que, finalmente, postula el autor de Trilce.  Andes y Caribe van, pues, aquí entrelazados, aunque esto último no constituya culturalmente, en sí mismo, una novedad; basta escuchar la tan difundida “chicha”, mezcla de ritmos andinos y caribeños (Canclini).  Finalmente, y tal como lo ensayó este último autor en Culturas híbridas, nuestro ensayo también va en “busca de un método” (Franco) para lo que podríamos denominar el estudio de las culturas complejas u opacas.

Poéticas gemelas de César Vallejo

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Trilce – Quipu

By Cecilia Vicuña

QUIPUS

Evidentemente los nudos constituyen soles

El núcleo de aquel ábaco

O de aquella minuciosa narrativa

Se halla incandescente

Cómo no podría estarlo

Si todo va en conjunción y red con el Sol

Donde el cuy recién nacido y nosotros

A los que guiñan el ojo las montañas

Así que a acomodarse y a resbalarse

Que las matemáticas y los registros

Y los colores y los sonidos

Y los olores y las texturas

De lo que están fabricados los quipus

Son también los del Sol

Y tan redondos como las células

Que conforman sus ayllus

Y que nos conforman

Así que si se busca sin poesía

Se encontrará lo que se busca

Pero no los quipus

Por lo demás muy semejantes a Trilce

No únicamente por lo multidimensional

Sino también porque sus sílabas se tocan

Que avanzamos sobre aquel libro tocándolo

Tocándonos

¡Y que para gusto está bueno ya!

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Archivos expiatorios, de León Félix Batista/ A dos voces

-Tome ahí, poeta: https://www.descubrelima.pe/general/archivos-expiatorios/

-Noria de palabras que son lombrices apenas que no son serpientes siquiera que traen al mito pasteurizado y por eso lampean como en el vacío pero que no es vacío sino un disfuerzo que parece importante pero no lo es e ignoramos qué funcionario de la Municipalidad gastó el dinero de todos los limeños publicando este libro.

-Y esa es una buena definición de la cultura latinoamericana en la era neoliberal.

-Una mierda de poesía, no jodan.

-Y cualquier diría que el dominicano sale ganando en esto, pero qué va; por lo menos yo sé que no alcanza ni para el ajo.  La poesía es una ciencia oculta.

-La poesía consiste en no ser funcionario de nada y no anteponer a ella ni a tu mujer/es ni a tus hijos ni a tu desayuno.  No hay vocaciones de fuste en RD, todos son una bola de oportunistas y sobrevivientes.

-Y los que no lo somos, somos invisibles. Hasta nuestros espejos son miopes. Venderse o no venderse, esa es la enema.

-León sabe, en su fuero interno, que es un imitador de Kozer y Cia.; ergo, que sus desplantes son de lata.

-Admite al menos que sus textos carburan mejor que los de la Soledad Álvarez.

-Álvarez no se resignó a ser pobre, aunque en sus textos coquetea con ello; es decir, escribir desde la falta de apoyo.  Tiene la institución literaria en pleno, más la política y no menos la económica apapachándola.  Así no es posible escribir.  Entre las mujeres, Ángela Hernández imposta mejor la carencia.  Aunque, por sus propias limitaciones de privilegio social y consecuente prejuicio literario, la escritura de ambas carece de humor; es decir, de capacidad de inversión e incluso conjuro de las, finalmente, patéticas situaciones que abordan.   La poesía tiene un enorme pie en la realidad, se escribe como se vive o como se decidió vivir, nunca al revés.

-Estoy de acuerdo: la poesía es exactamente la raíz de lo real. La cicatriz que lo real deja en la imaginación.

-Y la flor del pensamiento, según Martí.

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VASINFIN NO BRASIL – VASINFIN NO PERU

Poetizemos o político.

“Era um constante e tenaz remoer”,

diria o biógrafo amigo Asturrizaga

sobre as trilcílabas calabrinas

em crisol.

“Um pouco mais de consideração,

e o terriço líquido, seis dessa tarde

COM OS SEUS MAIS SOBERBOS BEMÓIS”,

diria Vallejo, o César, cholo caboclo

sob o sol.

Desfiladeiros vocais desfaçam

nas falas                em guano

os seus babosos reclichês rechicletes

que necrosam vencedores vincendos vencidos perdedouros vencedoiros pervincentes

perdorrentos

no Mesmoceno maiúsculo maxilar imóvel da

Mediocracia de Formulários,

um a um em fila nazi-iluminista,

porém, reparem e respeitem,

sempre muitíssimo bem preenchidos,

segundo Hannah Arendt,

meu bem!

Cartazes roucos e gagos celebrem

os ritmos das entranhas

geológicas, convexas dobras

em penca

reviradas retorcidas

em xaxim

dos desavessos das tribos

nos varais bemóis        do agora

em coral

(Itanhaém Itanhaém Itanhaém)

nos cangotes da alegria.

Amálio Pinheiro

(3 de setembro de 2022)

A associação do VASINFIN (Vallejo Sin Fronteras Instituto, Lima-Peru) e do AME (Arquipélagos Mestiços, do Grupo de Pesquisa “Barroco, Oralidades e Mestiçagem”, COS-PUCSP-Brasil) deriva inevitavelmente das inúmeras e combinadas práticas poéticas e culturais, com enorme acervo de arquivos de conhecimento acumulado em torno de César Vallejo, nestes 100 anos da comemoração de Trilce, pelo grande vallejólogo peruano Pedro Granados (presidente do VASINFIN) e por Amálio Pinheiro (que agora preside o mesmo Instituto no Brasil).

Granados, além das vastas e penetrantes pesquisas e análises sobre o pluriverso Vallejo, — que incluem, por exemplo, Vallejo e Arguedas, Vallejo e os barrocos possíveis, Vallejo e o mito de Inkarrí, Vallejo e política etc., passando pelo profícuo aproveitamento do multiculturalismo canibalizante de Viveiros de Castro –, converge, poeta dos bons que também é, com nosso entendimento de que as noções mitológico-antropológicas e histórico-sociais, semântica e tematicamente disseminadas nos poemas, não podem vir desacompanhadas, para funcionar como performance de escuta e leitura, das cruciais análises micro-rítmicas e vocal-escriturais. Donde seus textos que exaltam a presença dos vários gestos, no “archipiélago Vallejo”, da marinera ou refalosa, do huaino e mesmo de certos componentes flamenco-arabizantes, que obrigam, nessa interlíngua trílcica, a uma reviravolta neuro-sensitiva participante da alegria na tristeza e do coletivo na solidão. Ou como resume Pedro Granados: “Letra, ritmo e coreografia a un tiempo” (“Trilce: húmeros para bailar”, p.15).

César Vallejo é um ponto nodal de entroncamento para se poder entender a posição das Américas Latinas de todas as falas do mundo e vice-versa, a partir de um descarrilamento plurilíngue desde as Colônias ameríndio-afro-imigrantes, que transtorna as noções progressivas do antigo, vanguardista, moderno e contemporâneo, tendo-se em vista a máxima invasão, em formas espiraladas e retorcidas, em arquipélago, calidoscópio e palimpsesto, do imprevisível dentro previsível, que é preciso escarafunchar e esgaravatar para repor o cortejo desregrado, fora de fluxo, em andamento.

As dificuldades para se ler Vallejo são as dificuldades para se entender, a partir de uma racionalidade ocidentalizante, a complexidade limite do continente de uma intralíngua mestiça mutuamente conivente com o externo (Tinianov, Lótman), essa dança de linguagens, corpos, paisagens e culturas levadas às últimas consequências. Disse Vallejo: “Escribí un verso en que hablaba de un adjetivo en el cual crecía hierba. Unos años más tarde, em París, vi en una piedra del cementerio Montparnasse un adjetivo con hierba. Profecía de la poesía.” (Del carnet de 1932).

Nessa trilha, o autor de Trilce nos remonta a fundações mito-poéticas que nos ajudam, por exemplo, em leituras polifônico-solares como as de um Sousândrade; e nos remete a ritmos e entonações de alegria silábico-acentuais que servem de marcas d’água para o entendimento dos Manifestos oswaldianos, tão necessário nestes concomitantes 100 anos da chamada Semana de Arte Moderna. E, assim por diante, todas as linguagens, séries, gêneros e formatos inclusos e rigorosamente mesclados.

Daí decorre a importância poético-política da tradução, que põe à mostra as formas e tonalidades, ao modo de uma de cuíca afro-tupi de fundo, das muitas realidades embutidas e dos repertórios abandonados nos escombros e entulhos das histórias oficiais, que a domesticidade linear das normas burocratizantes não consegue alcançar. Pensemos num Mar Paraguayo, de Wilson Gomes, com seu portunhol marchetado de guarani e jaguaretês, isso que Néstor Perlonguer chamou de “medula palpitante da língua”.

Daí todas as traduções transculturais. Comecemos com Trilce I, verdadeiro Manifesto abre-alas.

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