“Los GAFAM (Google, Apple, Facebook, Amazon y Microsoft) son los emperadores del nuevo mundo. La distancia social es su nuevo territorio de conquista. El confinamiento nos encierra en casa y los dispositivos tecnológicos ponen el cerrojo a la celda virtual. El teletrabajo. Las clases online. Las video llamadas. Las compras en Amazon. La alianza entre Google y Apple para ofrecer la tecnología de las aplicaciones gubernamentales de rastreo del movimiento. El capitalismo digital es el mayor beneficiado de esta situación y su mayor soporte. Al mismo tiempo, ha impuesto nuevas lógicas que amenazan con trascender la excepción y devenir la norma” (Rosa Pérez Masdeu)
Sin embargo, al menos aquello de la predicción o manipulación social del “comportamiento”, viene de antiguo; desde el terreno de las Humanidades, entendidas como “libros”, gravita ya en Kafka, en Orwell, en Foucault. Otro tanto, para la mayoría de extranjeros que hemos vivido en el “primer mundo”, aunque de modo muy particular en los EE UU, hemos necesariamente experimentado, tal como muy bien lo retrata el escritor boliviano Homero Carvalho, nuestras particulares “Nuevas inquisiciones para viejos hábitos”. Tal como por propia experiencia, y en el plano localísimo, a ver si consigues dictar algún curso, por ejemplo sobre Vallejo, sin la anuencia del grupete que tiene el control del semáforo. El conclusión, no hay de qué asustarse, todos y cada uno, tal como una marca de fábrica, aspiramos a la manipulación o control del prójimo. Y no necesitan ahora monitorearnos ni adicionarnos ningún chip.