“Piglia es un crítico y novelista argentino que ha logrado fundir dos tradiciones culturales y epistemológicas muy distintas. La anglosajona, pragmática, que entiende que la verdad sólo tiene un valor de uso; es decir, es un producto deshechable más. La otra es la humanística, propia de la tradición hispana, que entiende, por ejemplo, que hay una verdad escondida en lo que leemos y con esfuerzo debemos sacar a la luz. Del primer aspecto de su crítica deriva su idea de que la literatura es un combate: ¿la verdad para quién?; y, por ende, el aspecto político y del poder implícitos en aquella lucha. El segundo aspecto epistemológico y cultural se revela en cuanto Piglia postula que el crítico -convirtiendolo así en un detective o en un aventurero– es el que busca desentrañar un “secreto” ya que “la realidad está tejida de ficciones”. Hemos introducido este comentario porque creeemos que lo que ha hecho Piglia es muy pertinente para evaluar en profundidad nuestra actual poesía hispánica. Dados los tiempos que corren, creemos que el futuro de ésta también está en saber congregar –de algún modo, ya que no existe uno solamente– ambas tradiciones culturales; mas no solamente en la epidermis, es decir, en el léxico y las referencias más o menos exóticas o globalizadas. Probablemente los poetas que hacen esto último estén hubicados sólo en una de las dos tradiciones: en la hispana y tratando vanamente de ampliar o “modernizar” sus contextos, o abiertamente en la otra, la anglosajona, con lo nos hallamos ante curiosas caricaturas del original. No, no se trata de nada de esto en Piglia. Su obra es, más bien, prueba de que es posible fundir ambas maneras de conocer, de situarse en el mundo, sin que esto implique ausencia de conflicto personal ni, tampoco, se trate de un mero eclecticismo cultural (al modo del voceado, pero realmente inexistente, multiculturalismo norteamericano). En síntesis, nos hallamos ante una nueva forma, muy contemporánea, de pensamiento crítico (y poético); un modo, cabe esperar, más rico y productivo de estar a la intemperie”
P.G.