-!Buenos días, Anna!
-Buenos días, Padre John
-Créeme que siento mucho, Anna, lo que pasó con Joe.
-(….)
-Pero mira tu ojo, es una barbaridad lo que ese pobre hizo.
-Ya va mejorando.
-Sin embargo, debes saber que si lo denuncias… que admito de sobra se lo merece… sería enviarlo directamente a la cárcel de donde ha salido con libertad condicional. Nosotros, la comunidad de esta Iglesia, hemos actuado como sus fiadores o su garantía. Por eso es que nos ayuda, junto a los demás voluntarias y voluntarios, en atender las mesas a la hora de la colación. Nosotros, cada semana, damos un informe puntual y directo al juez que ventila su caso.
-(Anna, sin bajar la mirada ante el presbítero, se quedó meditando )
-Joe podría quedar en la cárcel, y sin posibilidad de fianza, por unos cinco o seis años más. Me ha dicho que está arrepentido, Anna. Que lo hizo en un momento de máxima ofuscación porque te negabas, al filo del cierre y cuando ya todos habían entregado sus platos, a levantarte de la mesa. No lo disculpo, por el cielo, pero debes de reconocer que tenemos el tiempo medido y que para una persona como Joe, tu demora lo puso nervioso hasta hacerle perder los estribos y, sobre todo, el respeto que te mereces.
-No voy a denunciar a Joe, Padre John.
-Muchas gracias, querida Anna. Y, recuerda, debemos procurar apurarnos un poquito más y terminar nuestra colación dentro del tiempo estipulado… de 7 a 8pm es más que suficiente para compartir la comida y dar gracias a Dios por los bienes recibidos. Otra vez, recibe nuestras disculpas y agradecemos tu cristiana decisión.
Anna se levantó y estrechó brevemente la mano del Padre John. Lucía, sobre su ojo derecho, una aureola espesa entre morada, rosada y verde. Su amigo Robert Staton, un parroquiano de la Swedenborgian Church y ex matón arrepentido de la célebre mafia de South Boston, iba literalmente a asesinar a Joe. Pero Anna, con mucha dificultad, logró disuadirlo contándole su breve entrevista con el Padre John.
Conservo, hasta ahora y no sé cómo, una fotos de aquel terrible trance de Anna. Recuerdo haberme ido de Boston por algunos días y, al volver, encontrarla de repente en aquel estado. El rostro más neutro del mundo, un neumático de rostro, y en su parte superior una gran sombra oscura… Como el camuflaje de un recio y veterano marine , ni más ni menos.