La poesía de Ylonka Nacidit-Perdomo (Santo Domingo, R.D., 1965)

Revista Vetas

Su debate con el líder de la “poesía del pensar”, José Mármol, en el contexto del Festival Internacional de Poesía “Clima de Eternidad” (Santo Domingo, 26 al 29 de abril del 2007), resulta más que elocuente para orientarnos en la lectura de su propia obra:

“En el momento actual, en la República Dominicana, hay una competencia irracional entre intelectuales oficialistas y no oficialistas por obtener para sí el arbitrio de la literatura, desarticulando la identidad física, política, social, cultural y humana del pueblo dominicano. […] Los intelectuales dominicanos deberían tener como agenda pendiente debatir la situación de las clases empobrecidas por el modelo neoliberal, así como su adhesión a las estructuras de los partidos como agencias para el ascenso social”. [http://www.diariodigital.com.do/articulo,15662,htm]

Sin embargo, mal haríamos en tomar sus declaraciones de polemista al pie de la letra y reemplazarlas por su propuesta como poeta. En Nacidit-Perdomo hallamos una fabulista muy fina, feérica, desenredada del sentido común tal como sistemáticamente lo ensayaran los modernistas. Asi que, no sería nada raro tratándose de una autora neo-modernista , halláramos en su obra dos registros (tal como, por ejemplo, en Manuel González Prada en el Perú); uno para su prosa comprometida y otro, muy distinto, para su verso encantado.

Una vista del amanecer en una temporada de duendes

el tiempo no está de espaldas al pasado sino al presente. es un paisaje distinto al vacío. habita el invierno justo en la noche, el aire, este mirar donde el amor renace para crecer de nuevo con nombres, con vuelos sigilosos, aún cuando en las tardes busque (desde el norte o el sur) las fuentes de su amor, su amor, que es un sueño indiferente, el desenfado de las horas, naufragando en la irrealidad desnuda, en la quijotesca sensación del dolor y la duda. (desesperadamente te busco, desesperadamente sin múltiples sorpresas).

memorias

siempre he estado apasionada por la memoria, por tener un huerto de palabras e imágenes, por ir detrás de un sueño que brota desde una flor. muchas veces pienso desde el silencio como si fuera un largo pasillo desde el cual puedo murmurar lo que la tarde dice.
tal parece que su recuerdo es perenne, perenne en el corazón, perenne en la tristeza, perenne en el amarillo que envejece a la piel sin primaveras.
ha sido tanto mi amor que no sé si el destino visiblemente es sólo un abrigo para arrinconarme en una voluntaria separación de la vida, porque no sé ya cómo enojarme ni cómo dejar de mirar los ojos que se abren hacia el cielo.
muchas veces sólo la tristeza o la huída, es el edificio de mi abandono, el mundo dividido entre un alma sobrehumana y un ángel que canta en la escritura del aire. sólo el aire es la tutela de las montañas, mi esperanza misteriosa de callar las líneas de su nombre.
sin duda, necesito preguntarme por este afán vertical de fallecer, de hacer prisión a mi libertad, libertad que me hastía, libertad que ya ignoro inauditamente.
(los años se descubren con las horas. ya no hay más demoras para cubrir de más calma y espera lo que no es. es mi voluntad llegar al final, partir de tarde a un viaje antes que la memoria haga una rebelión).

Ylonka Nacidit-Perdomo. Poeta y ensayista. Ha publicado: Contacto de una mirada (poemas, 1989), Alfonsina Storni: a través de sus imágenes y metáforas (ensayo, 1992), Arrebatos (poemas, 1993), Luna Barroca (poemas, 1996), Papeles de la noche (poemas, 1998), Altagracia Saviñón o la discontinuidad del instante (ensayo, 1998), Sobreaviso, escritura de mujeres (ensayo, 1998), Juan Bosch (catálogo de libros, 1999) y Catálogo de Escritoras (1999), en ocasión del homenaje a Carmen Natalia.

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