Julio Trujillo (ed.). México: UNAM, 2005.
“Pedro Granados trabaja con una prosodia de armónico despliegue, que se deja leer al ritmo de la respiración. Sin embargo, en esta poesía habita la fatalidad o, si se quiere, la resignación ante el fracaso esencial de la escritura. No hay trascendencia ni para qué buscarla: permanece lo fugitivo, el placer o el recuerdo del placer”. Ante la “gran masa negra”* que ya está borrándolo todo, el poeta recomienda mantenerse en pie y “dejarla pasar/ a través nuestro”. No hay conquista en la propuesta poética de Granados (emparentada con la de Luis Hernández), hay la sombría –y no carente de humor– lucidez de ese “mantenerse en pie” ante el embate de la realidad. (12-13)
*X
Con una gran masa negra.
Perceptible. Inteligible. Amenazante.
Nos topamos.
Toda la fuerza del lapicero no basta.
No es suficiente el fiel escudo del corazón.
Un volumen inequívoco y aterciopelado.
Como la marea alta.
Como el árbol último.
Como el recuerdo más íntimo.
No tenemos escapatoria. Ni salida.
Ni alternativa.
Más densa que la muerte.
Más contundente que el rayo.
Más honda que la noche
y el universo.
Una meteria expandiéndose
como un veneno. Como una cada vez
más nítida melodía.
Lo único
es procurar mantenerse en pie.
Dejarla pasar
a través nuestro.
Como una radiación atómica.
Como un grito del diablo.
Como la cólera de Dios.
O tal vez como aquella muchacha
que nunca nos amó.
Dejarla pasar
a través nuestro.
De Desde el más allá (Lima: Ediciones Corza Frágil, 2002)
que lindo me gusta mucho
No está nada mal, me ha llmado la tencion!!