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¿Qué nos hacemos con Pedro Granados?

Ilustración por Oswaldo Sagástegui

Paranaländer [Cristino Bogado] entrevista al poeta y ensayista peruano Pedro Granados, en la cual recuerda su visita a nuestro país en el año del Bicentenario (2011).
  1. Empezaste a publicar a fines de los 80, eso quiere decir que sos (casi) contemporáneo de los poetas del Movimiento Kloaka, aunque las estéticas no coincidan.

Sin motivo aparente, mi primer poemario, es exactamente de 1978; el mismo año que, por ejemplo, también se publican Perro negro y Cactáceas, de Montalbetti y Morales Saravia, respectivamente; y un tanto después de Mate de cedrón (1974), de Vladimir Herrera. Es decir, hay allí una cargada atmósfera neobarroca que viene en el Perú desde muy antiguo (El Lunarejo, Valle y Caviedes, Martín Adán, etc.) que se va a tocar con Hora Zero en los 70 y Kloaka, su continuación coloquial-callejera en los 80. Yo estaba entrambas aguas y, más que con la cabeza, escribía del modo más honesto posible, fiel al corazón; y más atento a los clásicos locales que a mis contemporáneos.

  1. ¿Quiénes eran tus referencias locales e internacionales?

Martín Adán, Whitman, Rilke, la poesía japonesa, Ginsberg, García Lorca, entre otros; aunque más bien veía sólo de reojo a Vallejo, sabía que habría de encontrarme con él luego, algo más curtido o preparado para aquella “rueda saltada de la carreta” (Javier Sologuren dixit).

  1. César Vallejo, el poeta acholado muerto de hambre en París, sigue siendo la referencia central de la poesía actual peruana, ¿no ha surgido en el siglo 21 alguien que lo pueda eclipsar o relevar?

Como Shakespeare o Dante, en estas ligas los críticos lo ubican, no creo se deba eclipsarlo, sino más bien, y como hoy sucede, acentuar su relieve. Lo que pasa es que, por lo común, y en principio causado por la crítica especializada, al Cholo lo han confundido con su llanto; y esto le queda demasiado corto; como dice Julio Ortega: “no le ha torcido el cuello al cisne sólo para hablar de sí mismo”. Vallejo es una cotidiana y universal puesta de sol. Pero mi poesía sí la releva o la ecualiza; sobre todo, obvio, en mis poemas más logrados a lo largo de quince libros ya publicados. Siempre he tenido voluntad de estilo, jamás uno meramente de imitación. Pero, ojo, no constituyo en el Perú (y, ergo, tampoco en América Latina) parte del canon de los indiscutibles. No he merecido este membership. Al principio figuraba en los magazines dominicales y parecía me hubieran puesto en modo propulsión a chorro en cuanto a la difusión local de mi trabajo; pero cada vez mi visibilidad fue menguando porque, en simultáneo, mi crítica (más bien palo) a la institución literaria vigente se fue volviendo áspera o incluso incómoda para ciertos grupos con poder simbólico. Creo que sin perder espontaneidad, tan necesaria para la creación, mi responsabilidad en tanto crítico se fue acentuando cada vez más. Escribo, indistintamente, poesía y ensayo; aunque, asimismo, novela muy breve:Prepucio carmesí (2000), Un chin de amor (2005), En tiempo real (2007), son algunas de ellas.

  1. En 2011 estuviste en Paraguay durante las conmemoraciones por el Bicentenario, ¿qué poetas te llamaron la atención entonces y hoy?

Me deslicé hacia el Paraguay desde Foz do Iguaçu donde trabajé (del 2011 al 2014) como profesor en la UNILA. Aquella triple frontera confrontó y enriqueció, cómo no, mi acervo cultural y sensibilidad andina. Leer la oralidad me encanta tanto como leer la escritura; así que mi experiencia en aquella triple frontera era semejante a ir hoy por hoy (lo hago frecuentemente) a Tacora, el mercado de pulgas más grande del Perú. Me alimento aquí de lengua viva y aprendo filosofía no menos viva. En el Paraguay andaba, aunque no entendía ni una palabra del jopará, como si toda aquella garganta do diabo me fuera familiar. No de otro modo andamos la denominada gente “culta”, en el Perú, frente al quechua o al aymara que ignoramos; ateniéndonos al ritmo, al tono y mucho a nuestra fantasía. En Mar paraguayo, de Wilson Bueno, hallé concentrado toda aquel vasto torrencial de agua (mito, historia, vida cotidiana) en algunas pocas páginas y fue algo que mucho agradecí. De aquella mi visita a Asunción por el Bicentenario recuerdo mucho fervor por la poesía y a varios poetas que escuché; me agradaron, en particular, aquellos que escribían y leían en guaraní.

  1. En el poema “Luzbel”, hablas del poncho de Luzbel de los Andes, ¿a qué creencia alude, acaso de allí viene la expresión “donde el diablo perdió el poncho?

Demonio y Brujo de los Andes aluden a dos personajes históricos distintos. El Demonio era un cruel encomendero español; Brujo le decían a Andrés Avelino Cáceres, héroe peruano de la Guerra con Chile. Ambos desembocan en Luzbel y en su poncho (vestimenta-fetiche exuberante y muy masculina); ergo, el poema abunda en aquellos dos exuberantes personajes, aunque también en algún tipo de heroicidad o, al menos, de indomabilidad.

  1. Participaste en el homenaje de la revista Mar con Soroche de Chile del centenario de “Trilce”, ¿qué te ha parecido esa experiencia?

Hablas de la revista Mar con soroche, que alimenta nuestro amigo Andrés Ajens; homenaje (Sien en Trilce) en el cual participé, en cuanto presidente en funciones, a nombre de Vallejo sin Fronteras Instituto (VASINFIN). La experiencia, y publicación de un dossier con muy buena acogida, muy interesante ya que refleja los matices diversos de la recepción actual de la obra de César Vallejo; fueron 77 colaboradores de acuerdo a los 77 poemas del poemario de 1922. La mayoría optó por el performance, muy pocos por el ensayo tradicional, aunque este debía ser necesariamente breve. Todo lo cual me parece que da una medida de la vitalidad de la obra del peruano. Aunque, claro, subterráneamente la gran mayoría de convidados privilegió, digamos, una lectura o punto de vista posmoderno del asunto: ligero, arbitrario o contingente, lúdico; frente a los que defendemos, aunque parezca escandaloso tratándose de un escritor supuestamente vanguardista, una lectura “correcta” y de raigambre no cosmopolita, sino más bien amerindia de aquel libro. Perspectiva, la de VASINFIN, que alcanza poco a poco mayor atención e interés y se refleja, ahora mismo, incluso en el criterio de la traducción de Trilce al italiano por parte de Lorenzo Mari (Argolibri, 2021). Algunas de estas ideas, y para el contexto de la literatura en portuñol, las hemos expuesto en un ensayo reciente, “César Vallejo en español selvagem y portunhol trasatlántico” (http://sibila.com.br/critica/cesar-vallejo-en-espanol-selvagem-y-portunhol-trasatlantico/13205). En suma, disentir, tener ideas distintas y hasta opuestas me parece un signo de salud y no de muerte; aunque, por cierto, algunas ideas y no otras tengan mayor respaldo de la institución literaria en funciones.

  1. Tu blog http://blog.pucp.edu.pe/blog/granadospj/ hace cuándo está activo?

Mi blog principal o más viejo tiene ya 15 años, Blog de Pedro Granados; lo hospeda la PUC del Perú, aunque sobre todo por facilidad y comodidad de tener, siendo incluso hoy un neófito de lo digital, oportuno auxilio técnico. Pero me expreso allí a mi aire y trato de hacer un blog hospitalario. Al inicio lo asumí como eso, un blog, luego como un curso gratuito de literatura a distancia, y hoy acaso como mi obra principal; al menos, como la más visible y perdurable que pudiera tener acceso. Por lo general, y solo a posteriori, en poesía no publico allí lo que irá a parar en un libro; es decir, publico en poesía cosas más bien ligeras. Pero debo admitir que me divierte mucho alimentar mi blog, ver la cosa en términos de multimedia y joder un poco a los que van de invencibles. Creo que, si algo en el futuro se estudia de mí, curiosamente será mi blog.

  1. ¿Qué proyectos tienes entre manos?

Actualmente Carlos Llaza, excelente y joven poeta peruano radicado en Escocia, traduce al inglés “Res”, un nuevo poemario. En el terreno del ensayo, trabajo otro libro de César Vallejo, Escalas, cuyo centenario es el próximo año. Y respecto a VASINFIN, este verano debe inagurarse su sede física en Lagunas-Mocupe, departamento de Lambayeque (Perú); y, asimismo, quisiera seguir profundizando la relación de VASINFIN con su parceiro paulista, AME (Arquipélagos Mestiços, do Grupo de Pesquisa “Barroco, Oralidades e Mestiçagem”, COS-PUCSP-Brasil), cuyo director es el investigador y poeta Amálio Pinheiro.

  1. Me gustaría uno de estos viernes de tarde hacer un streaming contigo sobre Trilce y su centenario, ya que tú has escrito sobre Vallejo.

De acuerdo y encantado.

  1. ¿Cuál es tu actividad en Perú, sos uno de los pocos que no ha emigrado del país para realizar una actividad académica?

Soy ahora mismo un investigador independiente; luego de la UNILA (Brasil), mi trabajo formal y a tiempo completo fue, hasta antes de la pandemia, por un par de años en la UNMSM. Pero sí emigré, como tantos otros de mi generación, y viví fuera del Perú por más de quince años, sobre todo en USA donde obtuve un doctorado en letras en Boston University; también conozco bastante bien España y, mucho mejor todavía, la República Dominicana. Muy probablemente sea, de los no nativos de aquella media isla, uno de los que más a estudiado y divulgado su poesía actual. Ahora mismo moro en la Horrible.

https://eltrueno.com.py/2022/11/07/interviu-con-el-poeta-pedro-granados/

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“Ya viene el día. César Vallejo, el fervor y la palabra” en La Casa de la Literatura Peruana

Ya va a venir, ya viene el día

El nombre de la exposición se inspira en el poema «Los desgraciados», incluido en Poemas humanos (1939). En la última estrofa de la versión manuscrita del poema, el poeta tacha la frase «Ya va a venir el día» y la cambia por «Ya viene el día». «De ese modo, Vallejo reemplaza la posibilidad por la afirmación total de cambio. Este gesto pequeño y potente es una muestra de su voluntad, de la esperanza y empatía que marcaron su vida y obra. Con ella afronta tiempos de crisis», señala Yaneth Sucasaca, investigadora de la Casa de la Literatura y curadora de la muestra.

La investigación para Ya viene el día. César Vallejo, el fervor y la palabra se realizó en el contexto de la pandemia por el COVID-19, donde en medio de la incertidumbre, nos vimos sumergidos por la indiferencia, pero también por la solidaridad. La lectura de los poemas y otros textos del autor cobró una relevancia especial en este contexto crítico. Es simbólico, además, que con esta muestra la Casa de la Literatura retome su propuesta museográfica y curatorial dirigida a escuelas y al público en general.

La exposición se materializa también en una circunstancia especial, pues en 2022 se conmemoran los 130 años del nacimiento de Vallejo y el centenario de la publicación de Trilce, obra cumbre en la vanguardia poética en lengua española.

Sobre la exposición:

Podrá visitarse de martes a domingo, de 10 a.m. a 7 p.m. El ingreso es libre.

Estará abierta hasta noviembre de 2022.

Usa el hashtag #YaVieneElDía en tus publicaciones en redes sociales.

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SIMPOSIO BINACIONAL PERÚ – BRASIL. TRÍLCICA ALEGRÍA:  POESÍA, CUERPO Y PERFORMANCE

Organizan:      La Strada Editores y Vallejo Sin Fronteras

Fecha:             Viernes 30 de Septiembre 2022 – 05:00 PM

Lugar:              Auditorio de la Municipalidad de Pueblo Libre

Av. General Manuel Vivanco 859 – Plaza Bolívar

INGRESO LIBRE

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Ateneo de Madrid, 1988

Foto en el Ateneo de Madrid, en ocasión de un recital de poesía en homenaje a los 50 años de la muerte de César Vallejo (1938). Participamos, además de este servidor (flaco y con pelo), el poeta Antonio Cillóniz (de blanco) y, al lado de éste, Marcos Ricardo Barnatán (buen lector de Borges) y Tomás Mallo ante el micrófono. El Ateneo estaba literalmente abarrotado. Al final de la lectura, recuerdo, entusiasmado se nos acercó el bueno de Alfonso Barrantes Lingán (“Frejolito”) a felicitarnos. Yo no tenía sino unos pocos meses en Madrid (andaba becado por el ICI) y, por tal motivo, conservaba la mirada en claroscuro desde mi popular barrio de Breña. Mirada en blanco y negro en tanto pobre y pendeja y, por otro lado, deslumbrada por las maravillas que me ocurrían  todo el tiempo. Mirada esponja y, al mismo tiempo, garrafa para beber; fuente.

Casi en llegando a la capital de España, fragué el siguiente poema:

Amanecer en Madrid.
Amanecer en invierno.
Hay sopas:
De ajos.
Castellana.
Consomé de la casa.
Origen de las nuestras.
Los ojos de la señora
que atiende en la barra.
Origen de los ojos de todas
nuestras madres y de todas
nuestras mujeres.
Necesitar estos ojos.
Necesitar acariciarlos,
besarlos, copularlos.
Todo a un tiempo.
Queremos decir que estamos
en un amanecer en Madrid.
Pero la banalidad
no es lo nuestro. Sí,
las canciones.
Las canciones y esta luz
que se arroja lenta
desde el trampolín del cielo.
Ya me duele el alma
de tanto quererte.
Pero lo nuestro no es la banalidad.

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Primero es el ritmo II

SALSA, HISTORIAS LOCALES Y POESÍA DE LA BUENA

Ya que, según los más conspicuos entendidos/as locales, de antemano estamos en una época de “poetas menores” o poesía culta menor, habrá que recurrir a la calle o, de una vez, abandonar del todo la poesía culta.  Este es el gran problema, por ejemplo, con nuestros “talleres de creación literaria” o “escritura creativa” en lugares como la PUCP o la UNMSM.  Llevan desconectado su discurso; si son eróticos, olvidan lo social; si son sociales, olvidan el cuerpo; si quieren ser voluntariamente chistosos, nadie ríe con ello; si quieren parecer, en suma, espontáneos, la agenda teórica y el canon –inventado por sus profesores– irremediablemente los maniata hasta la insulsez .  Que una cosa constituye el arte del refrenamiento y otra, muy distinta, la auto represión.  En el presente performance, en cambio, va todo integrado: historia personal, social, política, humor, necesario desafío a las normas.  Cada uno de estos ingredientes integrado a los demás y formando como una orquesta de cámara.  A través del ritmo –antes que esta o aquella puntual ideología, ética, holística, teoría igualitaria– que mana desde la  calle.  Ritmo para unas orejas que hemos taponeado con cera.

¿0 no?

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Postkloaka

CLOACA MÁXIMA – ROMA

El egoÍsmo espíritu manipulador

Finalmente bien maquillada mediocridad 

–y aceptada por la institución literaria vigente–

No son exclusividad de los políticos

Lo son sobre todo de los poetas

De aquellos que saben porque no son cojudos

Que en el fondo no lo son ni les interesa ser

Salvo alguna vez de muchachos o más lejos

De criaturas acaso convocadas para ello

¿Qué son ahora y qué es hoy el corro de “asistentes”

De aquella postkloaka máxima?

Pues constituyen semejante y maloliente 

Jurado nacional e internacional

Que corta y mancha con análogo cuchillo

Entre lo que debe leerse y lo que no existe

En la poesía

Hasta qué niveles de lameculeo hemos llegado

En esto de la literatura

En esto de la política

Que no constituyen lo mismo

Pero cuyos terrenos hace rato ya 

Algunos los allanaron

Para leer más fácil la poesía

Buenos y malos depredación sustentabilidad

Contaminación extrema es de lo que padecen

Que la Kloaka jamás estuvo

Sino dentro de sí mismos

Vayan a tomarle el pelo a otro

La abundante cabellera a otra

Rechazo este clan enfrenté siempre a este consorcio

No pasarán

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Clodomiro Moquete in memoriam

“De tanto quejarnos del aislamiento de la literatura dominicana en el Universo no se sabe quién envió a Pedro Granados, el poeta peruano, a Santo Domingo, por allá por los años 90 del siglo pasado. Granados se encandiló con la poesía y con la gente dominicana y se jodió para siempre, que está preso por la guardiemón” Clodomiro Moquete (Revista Vetas)

Y el amigo dominicano tuvo, tiene y tendrá  toda la razón.  Falleció ya hace días, aunque yo recién me entero.  Alguna vez acordamos reunirnos para platicar sobre una colaboración mía a Vetas, su revista cultural ya legendaria. Sin embargo, a menudo nos topábamos por las calles de la Zona Colonial de Santo Domingo; a las cuales, como pocos, él mismo les daba vida; es más, de algún modo recóndito, Clodomiro Moquete constituía su mismísimo holograma.  Perfil bajo, pero constante en su labor; más observador que conversador; derrotado, pero jamás vencido.  Vaya mi saludo y me perdone la tardanza; aunque estoy seguro que, como sucedía con su tenaz profesión de periodista, igual se ha de enterar.  P.G.

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TRIBUTO A TRILCE/ Fonoteca Global de Poesía

por: M. Carmen Gascón B. y Pedro Granados  

Un siglo ya desde que César Vallejo publicó Trilce en Perú… ¡y sigue admirándonos por su contemporaneidad!

Hay quienes lo siguen leyendo acompañándose del estudio que hizo Saul Yurkievich en el libro Fundadores de la Nueva Poesía Latinoamericana. Otras personas apuestan por nuevas lecturas más heterodoxas aunque con gran hondura intelectual y rigor persuasivo.

Es el caso del profesor y poeta Pedro Granados, director de VALLEJO SIN FRONTERAS INSTITUTO (VASINFIN), un proyecto fundado en compañía de la antropóloga Rosario Bartolini, el filósofo Carlos Quenaya y el educador Miguel Pachas.

En las líneas de investigación y de conmemoración de VASINFIN palpitan los vínculos poéticos entre Perú, Argentina y Brasil; sirva de ejemplo el vincular Trilce con el poemario de Borges Fervor en Buenos Aires, editado en 1923. Ambos responden a un mito inscrito en el paisaje o perspectiva post-antropocéntrica. Ni utopía ni distopía.

Parte de la tarea de VASINFIN es facilitar a estudiantes, no sólo la familiarización con aquel poemario; dada la complejidad u “opacidad” del mismo, se les brindan también ciertas claves metodológicas, denominadas aquí “retóricas sin nombre”.  Metodología no sólo adaptada para leer Trilce, sino también otros “textos” de análoga complejidad.

El motivo del centenario de la primera publicación de Trilce en 1922 es una palanca dinamizadora de la figura de Vallejo, que se erige hoy por hoy, y para toda la región hispanohablante en un extraordinario referente. César V. encontró y nos acercó la cultura para entender y darle sentido a la política e incluso al desastre; a la muerte propia (Clayton Eshleman).  Es más, como buen amerindio, juntó el orden de la naturaleza al orden de la cultura (en el mito) e incorporó incluso la violencia a su pecho multinatural y a su poesía multidimensional.  Aunque no únicamente de un modo llamémosle emotivo (romántico o surrealista, al modo de Pablo Neruda), sino además en tanto mediación conceptual: trasatlántica e intergaláctica.

Si actualmente se habla de quarks, palabra sin sentido tomada de James Joyce, podríamos utilizar trilce, palabra inventada por Vallejo, para referirnos a nuestro mundo interior y exterior, a nuestras vivencias del tiempo que rebotan, se expanden y son de nuevo manantial que combina tres, trizar, dulce etc., y hace trizas nuestra seguridad.

Nos acercamos a Trilce con la misma fascinación con la que escuchamos conferencias sobre mecánica cuántica en las que te llevan hasta lo más oscuro y estrellado de lo que todavía la humanidad ignora. ¡Nos cuesta leerlo porque tenemos que colocarnos en otra longitud de onda!

En sus poemas, numerados y sin un título que de orientación al lector, no es posible prever dónde aparecerá de nuevo un electrón o un neologismo, hay arbitrariedad de elección, de asociación, vecindades sonoras, ironía…

En este trabajo promovido desde La FONOTECA ESPAÑOLA DE POESÍA y conducido por el locutor Luis Trébol, les invitamos a escuchar algunos poemas donde el poeta Pedro Granados pone su voz a ese Vallejo que fue un prisionero de lo fugaz cuando todavía no se usaba la terminología de la Sociedad líquida.

En Trilce todo se escapa y arde: es rescoldo vital para presente y futuros.

https://fonotecapoesia.com/vallejo-sin-fronteras-instituto/

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