En tiempos de Adán
podríamos haber tejido
el mapa de nuestras borracheras
envolviéndonos del frío
como un hato de miseria.
Pero ha muerto
y esta nada ansiosa
puede aseverarles
que no queda
ni un solo bar en Lima.
Existen solamente
artificios insulares
de tragos coloridos y precios
rascacielos;
y antros moreteados
y centros culturales
do recitan los poetas
sus inútiles palabras.
Nunca tipos solitarios
buscando las plegarias
sino congregaciones
de imbéciles y sus
pródigos bolsillos.
Hace años
busco un bar en Lima
y sólo hallo
ficciones, apariencias, caca.
De: “Séptima Epístola a Martín Adán” Bizarro Ediciones, Lima 2008.
Iván Fernández-Dávila. Pintor y poeta peruano. Entre Paul Gaugin, Francis Bacon y Carlos Revilla; tanto en los pinceles como en la escritura. Afortunado hallazgo, por nuestra parte, entre tanta cultura Kilka o yupismo académico limeño… comarcas culturales que –para colmo de males– ha veces se juntan e incluso se exportan a otras provincias del Perú e insólitas del extranjero (Asunción-Paraguay, a modo de ejemplo).
Otra y mayor información:
http://www.fernandez-davila.blogspot.com/
Hola, gracias por el comentario. Saludos