Foto por Pedro Granados, 2023
[En el Ecuador hay lugar todavía]
En el Ecuador hay lugar todavía
Para el toque de anís en las comidas
Y para el saludo de cortesía
En la vía pública
Sin embargo y muy pronto
Ambas cosas serán arrasadas
Por un baño de realidad
Uno no puede andar por ahí así
Indefinidamente
La poesía troca por auto exigencia
La autenticidad de las canciones del campo
No es necesaria ni tampoco es tal
Ni la idea de un “puente” cultural o musical
A JMA le quedó corta la teoría
En vez de “puente” o mediación
El mascarón de proa del montaje
Es lo más genuino desde Trilce
No le alcanzó la teoría pero sí la poesía
Lo legal lo puro lo esencial
Siempre con su guiño travieso
Trilce es el actual canto en quechua o en aymara
Nuestro más íntimo jopará
Un baño de realidad empieza siempre
Con una escrupulosa limpieza de oídos
Así que adiós a los desorejados
A los albaceas de otros que pensaron antes
Por nosotros
Adiós a los amos de llaves
Y funcionarios del sentido común
Los andes se revuelven entre sus cantos
Con un exceso de especería
Y delicados aromas a romero o anís
La poesía es sólo un tablero de sal desnudo y liso
Sobre este liviano marco dejamos nuestra entraña
La audacia y técnica de nuestras rápidas huellas
Un horizonte díscolo donde no caben intermediarios
Y donde se baila sin zapatillas ni tijeras
Ni otras luces cocidas contra nuestra pechera
Más altas o distintas al ocaso
[Sobre los cuatro mil]
Sobre los cuatro mil
metros de altura
te escribo. Sobre
las treinta mil
personas que he visto
en el camino.
Inhóspito el aire
para la poesía.
Enorme atalaya es ésta
para el control de
vidas y almas
y sexualidades.
Toda Bolivia se halla
en el ropero. También
el Perú. Y probablemente
el completo casco andino.
Encerrados en el ropero
de nuestros deseos
y de nuestra aplazada dignidad.
Un gigantesco amaru se ahoga
por la dura costra
que lo separa de la superficie.
Un flamante neumático
ahora mismo lo pisa.
Ver y correr y ser derrotado
enésimas veces.
En qué onda
pillar el aire.
A través de qué escondrijo
palpar finalmente tus piernas,
tu culo redondo,
tu espumosa vagina.
Todos somos salvos.
Todos somos inocentes
sobre tan rígido ice cream del mundo.
Ni todas las muecas del diablo pueden disimular
nuestros dientes de leche.
El mundo andino pasa todo
por un agudo periodo de refrigeración.
[El Paraguay constituye para nosotros]
El Paraguay constituye para nosotros
Un baño de caca en el lago de Ypacaraí
Inmersión lenta
Bautizo igual de lento
Desde nuestros pies blasfemos
Sobre el lecho de sus aguas
Hasta nuestra barbilla que comía caca
En aquel mítico lago
El encandilamiento nos llevó allí
Hasta quedar hundidos
Entre aquellas aguas de cuento
E implorar más bien
Por la ducha más próxima
Un torrente que nos arrancara la inconsciencia
Y asimismo la conciencia
Bañarnos en caca fue la broma
De unos vecinos de Ypacaraí
Que nos animaron a zambullirnos
Cómo no
Tal como fue aquella humorada
Que los indígenas gastaran al capitán Aguirre
Sabedores de su creencia en el oro
Hasta justo antes que él y su tierna hija
Y la entera tripulación de su navío
Trocaran en macacos
Post morten
Sin qué ni por qué sobre la desnuda cubierta
Visión de Lima
La ciudad
Debajo de una serpiente herida
La ciudad mi ciudad
Hecha polvo
Mi madre mi padre
Mis hermanos ausentes
Y esta nube de tierra
Y esta serpiente de tierra
Sobre mi atónito
Y silencioso corazón