Archivo por meses: junio 2021

Poesía dominicana del s.XXI: “leer poesía era (es) leer a Vallejo”

La Tacita (Zona Colonial, Sto. Domingo) meollo de poesía dominicana

Fue a partir de una antología sobre poesía dominicana, estando de vacaciones en la media isla, la que motivó y activó escribiera un ensayo, “República Dominicana: La poesía que vendrá” (Granados 2001); el cual, pocos años después, se transformó en un libro, Breve teatro para leer: Poesía dominicana reciente (2014), editado por el recientemente desaparecido René Rodríguez Soriano. Y hoy, luego de prácticamente dos décadas, es otra antología sobre la materia la que desencadena me avoque al presente artículo. En lo fundamental, se trata de reseñar Indómita & brava. Poesía dominicana 1960-2010, cuyo autor es el poeta e investigador, también dominicano, Manuel García Cartagena.

https://www.academia.edu/45174931/Poes%C3%ADa_dominicana_del_s_XXI_leer_poes%C3%ADa_era_es_leer_a_Vallejo_

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Presentación de Amálio Pinheiro (Sien en Trilce)

Amalio Pinheiro es el vallejólogo más importante del Brasil (O abalo corpográfico) y, además, un excelente traductor (A dedo, selección de poemas de Vallejo y, pronto, traducción íntegra de Trilce al portugués brasileño por el sello O ventilador) y poeta (Tempo solto).   Autor de libros de semiótica como O Meio É a Mestiçagem.  Los poemas de Tempo solto lo constituyen  textos de juventud… “escritos cuando aún no conocía a Vallejo”, alcanza a comunicarnos.

XXII

No sé dónde se alista para mí

la mujer que no tendré

con sus señas de otrora;

no sé por cuáles calles anda perdida

mi propia imagen,

con una extraña compañera

en un tren de última hora;

ignoro en qué estaciones y vías

mi paciente equipaje espera

con mis utensilios caseros;

no sé dónde no fui

o debería haber ido;

ignoro qué otra parte de mí

continúa viajando, solito,

antes de yo ir, luego de haber ido.

(“Regressos”, Tempo solto)  Trad. Pedro Granados

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Lírica, a tiempo/ Indran Amirthanayagam

Olvido selvático
En un tiempo no tan lejano perseguía conejos en el barrio, ahora
me concentro en las ardillas. Y tal vez mañana iré al bosque profundo
cerca de la casa para acechar una familia de venados o una víbora
no venenosa de estos lares, o los pájaros carpinteros y otras aves,
a toda la vida salvaje para no pensar más en ti.

Vuelve al inglés
Vuelve a tu madre.
Vuelve a Montevideo.
Vuelve a la lírica.
Vuelve a la idea
de no volver.
Vuelve a la tumba.
Vuelve al útero.
Vuelve, te quiero,
vulva. Vuelve.

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PRESENTACIÓN DE SIEN EN TRILCE

Os invitamos desde ya a la apresentación remotísima del dossier Sien en Trilce, el próximo viernes 11 de junio, a las 18.00 hrs. (hora de Lima; 19.00 hrs., hora de La Paz y Santiago; 20.00 hrs., hora de Buenos Aires y Montevideo, etc.). La cosa morosa será transmitida desde la página facebook de Mar con soroche, con posibilidad de hacer comentarios o preguntas sobre la marcha:

https://web.facebook.com/events/299674998292687?ref=newsfeed

Intervendrán en la ocasión (ya en directo, ya en grabación) quienes les tocó en suerte que el tetragrámaton “sien” estuviera en el poema de Trilce al que saludaron (10 casos), junto a algunas sorpresas vocálicas y audiovisuales de nota.

Les recordamos que el dossier completo puede consultarse y aun “bajarse” desde https://marconsoroche.org/sien-en-trilce/

PROGRAMA 

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Enredadera

ENREDADERA, un poema de Pedro Granados

Agarrar mi guía y elevarme tal una enredadera
El frío nocturno no será nada tampoco
La escarcha inevitable del amanecer
Si como si bebo si respiro
Ya es una gracia enorme
Para mi objetivo inconsciente
Sonámbulo o en automático
A un lado papeles bultos desperdicios
Aire viciado
Palabras densas e impuras
Entre mi raíz y yo
Entre mi guía y yo
Hilos visibles e invisibles
Para escalar lento como el perezoso
Seguro y cierto como la serpiente
Entre aquellos últimos
El hilo invisible
Que me puso de nuevo en Lima
Que me ensartó otra vez a tu amor
Noche ciega la que ve más allá
De nuestros ojos
Ahora que humecta mis mejillas
El barro e incluso el hormigón
Sobre el que me arrastro
Con la mirada no siento menos con el pensamiento
Con las comisuras entreabiertas de mis labios
Y parte de mi húmeda lengua eso sí
Con mi respiración taponeada por el lodo
Que es tierra la que respiro
Igual que el can
Igual que la hiena
Cuando engulle a trozos desesperados su presa
Igual que el pajarillo que no pudo más
Y añade un grumo a la tierra
Enfilo y trepo entonces
Me oriento por la voz que me llama
Por aquella que pronuncia mi nombre
Y me extiende sus brazos amorosos
Y desaparece de nuevo
O tarda
Porque así me va animando a subir
Como la enredadera de fango que somos todos
Y jamás únicamente los poetas

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DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS (POÉTICOS) – STATEMENT OF PRINCIPLES (POETICS)

Imagino que, un tanto al modo de Pound o de Eliot, y no menos de César Vallejo, me he detenido en lo siguiente:

Cualquier obra de arte es una mezcla de libertad y orden. Es perfectamente evidente que el arte oscila entre el caos, por un lado, y la pura mecánica, por otro. Una insistencia pedante en el detalle tiende a excluir la forma esencial. Si se mantiene con firmeza la forma esencial se hace posible una libertad en los detalles (Ezra Pound).

El arte es una evasión de posiciones fijadas; una oportuna evasión de una norma… (T.S.Eliot).

La técnica: pone siempre al desnudo lo que, en realidad, somos y adónde vamos (César Vallejo).

Digo un tanto porque, por otro lado, el mito en mi poesía no se halla pasteurizado, tal como sí sucede en Pound; también, aunque en apariencia luzca lo contrario, en Walt Whitman (“maestro de atletas” y curtido “hobo”) e incluso –alguien tan “cerebral” como Pound– en el autor de Altazor.  Ambos, estos dos últimos, encandilados o casuales ante el chorro de sus propias imágenes (Imaginismo).  Por cierto, pienso en un Vicente Huidobro en tanto intersección entre Whitman y Pound.  Y, asimismo,  concuerdo en lo que Octavio Paz piensa de Eliot: arte del palimpsesto de la tradición occidental o clásica.  Por lo tanto,  aquí  también hallamos al mito ya fallecido;  y sólo nos quedan de él citas o huellas.  De modo análogo a lo que ocurre en Pound, insistimos: vórtice de ideas fusionadas y fusionantes, honesta voluntad de aura y de estilo.

Sin embargo, y por el contrario, en César Vallejo y compruebo que asimismo en mi poesía, el mito se da en bruto y está vivo; aunque no pretenda ser explícito ni, sería execrable, algo meramente decorativo.  Es decir, el mito es acólito de sí mismo y crea archipiélago; aglutina, tal un real y activo agente, comunidad.  En suma, ambiciona constituirse en un mediador conceptual amerindio overseas y transversal a cualquier lengua.  Poesía que finalmente no oculta, sino más bien auspicia, una  manera  correcta o  reparadora en su recepción.  Una lectura, por ejemplo, de Trilce, y aunque resulte paradójico tratándose de un texto de “vanguardia”, más feliz que otras.  Evado adrede, junto con lo que constituiría una lectura aleatoria o arbitraria de aquel poemario, el término “pertinente”; y, más bien, me remito a una recepción encarnada y post-antropocéntrica tanto de la poesía del autor de Trilce como de la mía.  Vallejo no será Whitman, no intentará corroborar  en su poesía las “ideas” de Rousseau; ni será Pound.  Tampoco Eliot ni ningún “pequeño Dios”.  Ni, aunque ambos “abolicionistas”, compartiría el “trascendentalismo” R. W. Emerson.  Vallejo es un poeta sin membership, siendo el club de Pound, como sabemos, mucho más exclusivo que el de los 100 de Harold Bloom.

Y en español no escribo.

https://miradamalva.blogspot.com/2020/10/al-filo-del-reglamento-ii-poesia-de.html

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