Lo que tenemos en común con mi perro es apenas la cola y el apellido los dos la tenemos colorada y nos reconocemos mulatos fray martines de porras arriba y porras abajo con espinas gemelas y almas puestas a batirse al aire del universo que a veces entrevemos visitarnos en nuestra habitación compartida hasta el extremo que uno de los dos queda mudo hasta el extremo que ninguno de los dos va fuera sin el otro hasta el extremo de que les abro las fauces y les hundo las uñas y les mal digo como perro y no menos lo estropeo todo como humano
De “Dichos de Mique”