Archivo por meses: agosto 2009

Bondades del otoño

revistaens.blogspot.com

A los poetas del 27

Árbol amarillo,

árbol rojo,

fruto del pino,

en esta marea tan alta, tan alta

sin vaivén

¿por qué somos diferentes?

Mejilla de mi mar, amada,

¿por qué estás tan lejos?

En este mundo intrauterino

donde sabemos que el verano y

el invierno son un juego. Todo está

absolutamente calculado.

Y el sol que no ocultan los naipes de las nubes aquí

son brillantes jugadas de brillantes dados allá

en lo alto de la noche.

En este estado de cosas, muerto Lorca

y también Cernuda y tantos otros

y el prodigioso Guillén

y Pedro Salinas con quien empecé a escribir

y quizá incluso concluya,

¿qué aroma de las flores retener

que se esfuma?, ¿qué agua

que se escapa?

Árbol amarillo,

árbol rojo,

fruto del pino,

¿habremos de volar al mar?

¿habremos nacido como el toro

para el luto?

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Curso 316 (A John Kronik, i.m.)

Scaner

Fórmula de la poesía,

la vieja fórmula de Staiger:

uno en el otro.

Este muchacho realmente mereció

el novel eterno, el asombro permanente

ante todas las cosas.

Recuerdo mi primera experiencia

poética:

andaba apartado de un pequeño

grupo de amigos (éramos adolescentes),

caminaba en una noche rústica,

crepitando algunas ramas secas

y también mi corazón

bajo mis zapatos.

Me apoyé sobre una piedra grande,

la noche se concentró en un punto (en mí)

y alguien bebió dentro

de mi pecho,

y algo apagó sus manos

en la noche (en mí).

Uno en el otro,

el otro en uno,

como el viejo Staiger formulara.

Y ahora que estoy por entrar

al salón de clases,

donde debo presentar a Bécquer

y hablar del primer simbolista

y del misterio y de todo eso,

se me ocurre que Emil Staiger

debería estar entre nosotros.

O, si no, el amor.

¿Cómo vive esa rosa que has prendido

junto a tu corazón?

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Ben gala sobre estas oquedades

fredkelly.spaces.live.com

Asumimos el reto

Una oriflama

Justo a nuestra orilla

Pensar está prohibido

Hasta el baso sientes

Hasta el corazón

Controlas

Cómo ser de esta época

Cómo ser de otra época

–desde estos anteojos–

Hasta la cicatriz

Que cándidamente borras.

Enseñar poesía

Saber torcerle el pescuezo

Al gallo

Menear el culo

Sorber por emergencia

La felicidad en emergencia

No decir, rodear

Y no decir

Mezquinamente

No decir.

Amo a freud

Amo a germán

Ante cuya lápida estaré

Hoy mismo

Un poquito más tarde

Un obrero haciendo psicoanálisis

Un magnífico psicoanalista

Ejerciendo de obrero.

Se equivocó vallejo

Se equivocaba

Partir, entonces,

Justo desde su error

No, desde sus sonados aciertos

Amamos la alegría.

Amamos la noche

Del pensamiento

Y nuevamente la alegría

Ben gala sobre estas oquedades

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Santo Domingo, año cero y en curso…/ Orlando Muñoz

elcesarvallejo.blogspot.com

SOÑAR Y
DESPERTAR AQUÍ

SALTAR DE LA CAMA
Y DILUIRSE EN EL AZOGUE

merecer la sonrisa del sapo

alcanzar el horario

arribar a la hoja en punto

para suspirar sobre una tumba talvez
para leer y escribir allí
en la heredad de los relojes derretidos

donde el cielo en olas se resiste a ser nombrado
donde desdibujar las curvas del amor
donde solazarse en el imaginario de lo imposible

donde preguntar por un ángel
por un proyecto perdido

y luego ordenar sobre la barra
sin remedio
una bachata
y un puñal…

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Tú y las lentejas/ María Beneyto

escribeyloedito.com

Las guisabas con mimo, las amabas,
porque tenían que ponermos fuerza
en la sangre. Su hierro lo querías
para así apuntalarmos y que entonces
pudiéramos erguir algo de vida.

Hasta laurel llevabas, todo aroma,
a la gran reunión, a la asamblea.
El fuego, buen amigo de tus manos,
obediente y pequeño, le embestía
a tu otra amiga, su enemiga, el agua.

Era tu guerra chica interminable
en el frente que urdías con el rito
diario, de enfrentar dos elementos
a combatir furiosos por nosotros.
Era aquella tu España diminuta.

Las lentejas cocían tu esperanza,
nuestro futuro tierno, nuestra historia.
Erguían estatura al aire, daban
voracidad de dientes, daban rabia
de paladar. Y alegría de estar vivos.

Lentejas con laurel y lo que hubiera.
Crecíamos. El humo y el aroma
venían de tus manos, hueso ahora,
madres del hueso articulado mío.

De Biografía breve del silencio (1975)

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Rosa Polipétala/ Gonzalo Galarza (reseña)

Eduardo Chirinos, Rosa polipétala. Artefactos modernos en la poesía española de vanguardia (1918-1931). Una antología (Lima: AECID/estruendomudo, 2009)

“La rosa polipétala del cartel…” (Guillermo de Torre)

meseon.net

Del rechazo, la creación: José Juan Tablada fue un poeta tradicional y católico que puso su genialidad para denostar la aparición de las máquinas modernas de su época. Él escribió con desconfianza y antipatía “El automóvil en México”. Pero al describirlo —como asegura Eduardo Chirinos— rompió la medida de los versos e introdujo palabras mal sonantes. El lenguaje poético se impuso sobre la voluntad del creador y terminó alterando su poesía. El escritor mexicano había penetrado en el terreno de la vanguardia.

“Es lo que (César) Vallejo llamó una sensibilidad moderna, que está en dejar que el lenguaje cambie más allá de la voluntad que uno se propone”, dice Chirinos. Justamente, de esa paradoja nació su idea (el año pasado publicó “Los ojos de la máscara de José Juan Tablada”) de indagar en la poesía española y sumergirse en los llamados años duros de la vanguardia (1918-1931). Una antología “diseñada en torno al interés y la fascinación de los poetas españoles por los artefactos modernos”. En “Rosa polipétala” (publicación de Estruendomudo con el apoyo de Aecid) aparecen los creadores del ultraísmo, creacionismo y surrealismo. El poeta peruano aclara: “Leer la poesía vanguardista con esta perspectiva abre muchos horizontes. No se trata de piruetas verbales ni caprichos tipográficos”.

Son años en los que los artistas ya no pueden ser indiferentes ante la llegada de una serie de artefactos modernos. Resulta fascinante cómo cambia y se renueva la visión del poeta con el tema de la velocidad (el automóvil), la altura (el aeroplano), el erotismo (las máquinas). “El poeta pasa de convertirse en un ser elegido por los dioses a alguien igual al resto. Y el poema se convierte en un artefacto producido como un conjunto de piezas”, explica Chirinos. Poemas en serie: “El poeta se convierte en una especie de obrero de su propio poema, y este, en un artefacto y una mercancía”.

DEL OTRO LADO DEL MUNDO
A lo largo de las seis secciones comprendidas en “Rosa polipétala”, el escritor que ha surgido de las aulas universitarias y del periodismo tiende puentes con lo que pasaba en esos momentos en Hispanoamérica. Así, observamos la percepción inicial de sociedades hispano-católicas que ven a la llegada de elementos tecnológicos como extranjeros invasores y hasta peligrosos. “Este peligro es conservador y, en muchos casos, clarividente y muy agudo hasta en los problemas que va a generar después”, dice Chirinos.

Sus palabras apuntan hacia los temas de nuestros tiempos: la contaminación que se vive en el mundo. Así también encontramos en esta antología los que podrían ser los primeros poemas ecológicos. Pero, sea fascinación o rechazo lo que generaban estos artefactos modernos en los poetas, lo cierto es que iban a terminar de incluirlos en su sistema de representación.

LA LLEGADA DE LA GUERRA
Autores como Borges, Huidobro y Vallejo estuvieron muy presentes en la poesía ultraísta: “Hay un gran puente y comunicación que se va a quebrar con la Guerra Civil. La vanguardia continuará en Hispanoamérica lo que en España nunca más pudo ser después de la guerra”. Si la tradición literaria española empieza con el castellano —resalta Chirinos—, nuestra tradición escrita en castellano empieza con la vanguardia: “Nuestra acta de nacimiento es en España el acta de defunción”.

Esas cicatrices de la guerra (la división de los poetas: fascistas conservadores y radicales de izquierda) hacen que los estudios de la poesía española de vanguardia hayan empezado a darse hace apenas 15 años y que muchos poemas hayan desaparecido. Gracias a una beca, Chirinos se internó en bibliotecas públicas y privadas de España y quedó fascinado con “una enorme nave industrial que está en las afueras de Sevilla con pisos de libros” del editor Abelardo Linares de la editorial Renacimiento. Así, tras tres años de investigación y escritura, en paralelo a la creación de su poemario “Humo de incendios lejanos” (Aldus), Chirinos sacó a florecer para siempre la “Rosa polipétala”: “Creo en la trascendencia poética. Suena ingenuo pero es la magia del lenguaje”.

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[abres la alta torre]/ Andrés Ajens

madrepora.wordpress.com

abres la alta torre

no abolida

ARGUEDAS

de puruchuco y antes

de las letras

de la sierra, abres

dioses y hombres

la dura tarea

de la traducción imperfecta

en el abreviado teatro de cámara

del rítmico rímac

en cincuenta años

ningún nombre de hombre

seguirá siendo llamado

sino el tuyo

arguedas

y de wak’a un índice no más

argumentado

de argamasa y argolla

y argonauta chalaca

trilce

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la escalera infinita/ jorge eduardo eielson

tania.blogia.com

Las cosas derivan su ser y su naturaleza
de su mutua dependencia;
en sí y por sí no son nada.
Nagarjuna

En la idea que personalmente tengo del arte, «decir» no significa necesariamente «comunicar». Es por eso que sobre todo he recurrido a la poesía escrita —que circunda más estrictamente al silencio del decir, del escribir y de la lectura misma— y a las imágenes abstractas, que no comunican explícitamente nada sino más bien algo que va más allá de todo lenguaje, y que, por lo tanto, aun si quedamente, están diciendo mucho. Por la misma razón, en algunas de mis performances e instalaciones, apelo a los sonidos más que a la música compuesta, salvo en una ocasión cuando usé un fragmento de John Cage, todo llevado, sin embargo, hasta el límite del silencio. Es por todo ello —ya que ésta es mi verdadera naturaleza— que, de un lado, me he aproximado al budismo zen y, del otro, a la historia y a la filosofía de la ciencia.

Todo esto, junto con otras formas de creatividad y de saber que no es el caso enumerar aquí, han hecho de mí lo que probablemente deseaba ser: un encuentro de culturas que, paralelamente a aquello histórico y biológico implícito en mis orígenes, me ha conferido una visión más completa y armoniosa de la realidad. Por desgracia, casi nunca encuentro un equivalente de esta visión en el mundo real donde vivimos. En esta realidad, tan escindida como paradójica, ¿qué sentido puede tener un trabajo como el mío? ¿Y de qué modo el hecho de haber nacido en uno de los países más antiguos y desventurados del planeta puede avalar o desautorizar una posición como la mía? Se podría decir que la investigación artística, al igual que la científica, es una actividad separada de la problemática existencial, sea ella privada o colectiva.

Pero yo no comparto esta posición. Creo, más bien, que en cada ser humano coexisten, estrictamente ligadas, aspiraciones inconscientes a lo sagrado, a lo maravilloso y a lo mágico, conjuntamente con un indomable instinto de sobrevivencia que, en los mejores, se transforma en solidaridad y defensa de los más humildes. No existe verdadero artista ni verdadero hombre de ciencia desprovisto de esta dimensión humana, a la vez fuente de indignación, de dicha y de inagotables energías creativas. La belleza, fin último del arte, que nace de este humus histórico y humano, debería ser un derecho de todos y un deber para cada artista, como la verdad —otra forma de la belleza— lo es para el hombre de ciencia. Un deber que implica integridad, responsabilidad, generosidad, amor a la naturaleza y al prójimo, además de imaginación, libertad, asombro, curiosidad, paciencia, rebelión, transgresión, humildad.

En lo que a mí se refiere, tal vez mi aparente quehacer múltiple no es más que uno solo: la paciente obra de alguien que emplea diversos códigos lingüísticos —plásticos, sonoros, verbales— para urdir una especie de red, siempre más estrecha, a fin de aferrar la evanescente realidad última —igualmente perseguida por otras vías— con el propósito de hacerla, de alguna manera, beneficiosa para los demás.

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Desde otra margen: un siglo de poesía española en castellano, 1898-1998

ucm.es
Poeta Jaime Gil de Biedma (1929-1990)

LIT-204: Literatura contemporánea española (2009-II)

Sumilla:

Desde otra margen alude al carácter trasatlántico de este curso; al hecho inevitable, y acaso particularmente productivo, de mirar la poesía peninsular desde la hispanoamericana, o en su ida y vuelta con esta última; en especial desde una época (el Modernismo) en que las distancias entre una y otra se acortan y, ambas, más bien se interinfluencian. 1898 a 1998, señalan el lapso de estudio; desde aquella significativa fecha en la historia de España –y no menos polémica en cuanto a la periodización de su literatura– hasta un panorama o estado de la cuestión de la poesía, en castellano, del cambio de milenio.

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