Dante, atormentado por la lepra y la epilepsia, ha considerado que al mundo le queda muy pocos años. No más de treinta, calcula, mientras degusta su fiambre con un pan duro: un círculo de harina, agua, manteca y sal que le remueve la dentadura desde su raíz. Algún día, agrega a sus santas preocupaciones, escribiré sobre esta infernal tortura.
De Horno de reverbero (Lima: Mundo Ajeno, 2007)