Ciego por unos instantes veo
La poesía por todas partes
Bulbos flores palacios iluminados
Tal como nuestros padres
Incautamente la imaginaron
O una enorme vagina
Con guillotina al ristre
Tal como y desde no hace mucho
Muchas poetas la conciben
La confusión se agrava
En nuestros tan colonizados países
Los poetas peruanos quieren ser argentinos
Los cuales se han esforzado en ser británicos
Los poetas dominicanos quieren ser españoles
De cepa pura
Cuando estos últimos hace tiempo
Perdieron el rumbo de su lírica
Generación Nutella o de la chocolatina
Denominaríamos a la más reciente de sus promociones
Si no sobrepujaran queriendo tomar este lugar
Asimismo otros nombres
De la experiencia de la conciencia
Junto con el de la chocolatina
La ética nos tiene irremediablemente cogidos
A todos y cada uno
La moral del Norte heredera de calvinistas
Y calvos a modo de sabios o sabihondos
Acaso sólo el Brasil se salva de todo esto
Porque desde el pasado más remoto
Se la pasa en éxtasis
Y no escribe sino que baila en imágenes
Que devuelven sin pausa otras semejantes
Chorro acompañado siempre
De una u otra contagiante canción
A los Andes corresponde poner en letras de molde
El remolino de hojas de paños de olas
De juego de piernas y amagues sin fin
De la extática poesía do Brasil
Uruguay se casó con una idea del honor
Porta estandarte previo a cualquiera de sus versos
Fijos dalgos de ojos vendados
Derecho al más obtuso de los despeñaderos
Bolivia, ice cream del mundo
Aunque de una sola bola
Porque el helado de dos
Continúan siendo los Himalayas
Paraguay, agua para atragantar la sed
Y cotidianidad para aburrirse sin medida
Estados Unidos, el modo más absurdo
De perder el tiempo de la mente y trocarlo
Por supermercados satisfechos
Venezuela, …
Colombia, cuya poesía de delicados ademanes
Trastocara para siempre Raúl Gómez Jattin
Ecuador, un porfiado pasillo
Chile, territorio de poetas vencedores
Y que por lo tanto ignoran
La decisiva voz de la derrota
El Panamá y la poesía no publicada en libro
De los Kuna
Centroamérica, equivalente a Fuente Vaqueros
O Santiago de Chuco, tierra del indio Rubén Darío
A quien sin embargo hemos leído
Como si de Antonio o Manuel Machado se tratara
A todas las bestias y sus bostas de poesía
A nuestras estoicas aves de rapiña o aunque sea de corral
Que no han cesado de volar o intentado elevarse
A todas las mujeres hermosas de América Latina
Porque todas lo son
Al río que oculta y es frío
Al sol que no oculta y resulta abrazador
A esas calles breves entrecruzadas y populosas
Donde hallé mi destino
Como si de un beso del sol mismo se tratara
Como si una inundación en los ojos fuera
Como si un perfil humano tornado
Ovejo pantera buitre estrella
Y seguiríamos sumando
Como si en ello precisamente consistiera
©Pedro Granados, 2023