Negados para el erotismo y para la neurosis (voluntaria), estos poemas no se hayan negados para la poesía. Basta sólo con que el autor acierte a protegerlos para el futuro; no las palabras ni tampoco la prosodia que aquí y ahora emanan, sino la urdimbre y el temple de su malla de cazar insectos. Nube de insectos traviesos o polen, da lo mismo, con que la poesía se anuncia, siempre, sobre todo ante un poeta joven. Los problemillas a sortear en el Perú, en realidad insignificantes, son el modo en que hasta el día de hoy solemos leer a Vallejo; lo que decide el diario El comercio ser bueno en materia de poesía; el ingente número de poetas sin experiencia directa del gozo con la redonda, aunque con uniforme nuevo y reglamentario.
II
Efímeras también
las mariposas breves del relente.
El río no es el tiempo.
(Sino el fluir y el cauce,
los guijarros y el agua que discurre,
– ¡brilla el pez que brinca! –
el rocío, el frío,
la gran roca desde la que observo,
el sonido).
Cumpleaños de papá
-La muerte es
llegar a casa y llorar en el baño
solo,
sin motivo aparente.
Mi amigo desapareció en el aire.
Aún hoy lo extraño.
P.G.