Menú sin comida
O como aquella anécdota
De cuando mi finado cuñado
Pidió arroz con mariscos
Pero no encontró un solo marisco
Así se llama el plato, señor
Fue lo que le contestaron
Lo mismo que siempre ha respondido
Montalbetti desde perro negro
O desde Mi poema
Aunque persuadido estuviera
Que alguno de sus silogismos raspara
La verdad (del menú)
Pero nones non no manan carajo
Ni un huesito para nuestro perro
Tan solo un emoji de incredulidad
Sobre lo que dicen sobre el poeta
Y luego otro de absoluta certeza
P.G.
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