Archivo por meses: marzo 2022

Nuestro año mexicano

Nuestro año “mexicano” (2004).   Se editó, en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), nuestra tesis nada más presentada en 2003 para Boston University (Poéticas y utopías en la poesía de César Vallejo); aunque esto no signifique que dicha publicación circulara mínimamente por las librerías.  De hecho, la edición de la Pontificia Universidad Católica del Perú –mismo título, mismo año– hizo a nuestro trabajo un tanto más conocido.  El 2004, también, Alforja nos consideró y antologó en su número dedicado a los “Poetas de Perú“.  Acaso está demás decir que, en aquella época, Alforja –dirigida por José Vicente Anaya (▲) y José Ángel Leyva (▼)–  era la revista de poesía más importante de México.  Asimismo, en Puebla ofrecí algún taller en la Casa del Escritor; donde, a modo de primicia, presenté un work in progress, ¿La poesía mexicana descansa en Paz?.  Asimismo, participé en la Facultad de Letras, invitado por el profesor Alejandro Palma,  a conversar sobre Rodolfo Hinostroza; y acudí, aquel mismo año, a su Festival Internacional de Poesía (FIPP).  Posteriormente a este año he representado al Perú en el Festival Internacional de Letras Jaime Sabines (Chiapas, 2010); he publicado en el Periódico de Poesía (UNAM, 2018); y varias veces he visitado y publicado mis poemas en  La Cartonera de Cuernavaca.  Aquel mismo lugar, la BUAP, donde volví de motu proprio (es decir, con mis propios recursos  ) y luego de varios años (2018), invitado a conversar allí sobre César Vallejo.  En esta última oportunidad estuve, junto al cuate guerrerense Edgar Artaud Jarry, los minutos suficientes para desear escapar de allí; el desdén por la poesía, por César Vallejo y por este servidor me conminaron a ello.  Aquel fulano, Alejandro Palma, era otro  o acaso el mismo, recién me cercioraba de ello.  En general, debo reconocer que la “tómbola” en México me resulta inasible; me refiero a sus plazas, sobre todo durante  los fines de semana, colmadas de intensos colores y de harta comida; pero donde nadie se divierte porque pareciera ser la mismísima Catrina mil veces multiplicada y comprando, a paso algo torpe o mecánico aunque no menos obsesivo,  todo lo que se le antoja.  Tal como, y hasta hoy mismo, me son inasibles la inmensa mayoría de  los poetas de México.  Inexistentes por vocación, aunque lo suficientemente retorcidos y argollados para –a ojos del incauto o del extranjero– parecer estar vivos o poseer algún cuerpo.  Remanencias del hechizado Octavio Paz.  Vocación, por lo inexistente, que en los últimos años  ni el ostentoso performance del chileno Bolaño ha logrado conjurar.  PG

»Leer más

beijo seguido de pretéritos/ Gerson Albuquerque

La idolatría por la amada del galaico portugués volcada al deseo de sumergirse otra vez en ella; pero que en esta oportunidad aquélla no luce el cabello que entre las venas del oro se escogiera ni los dientes de nácar ni pétalos inflamados por labios.  La amada esta vez es la jungla acechada y el río contaminado; aunque, debajo incluso de esto, el apetito de comunión es con el ser.  Este, ni inmóvil ni inmutable, sino contingente, carente, opaco, pero ser.   Pocos ejemplos tan caros a la comprensión y puesta al día de un  multinaturalismo y de un nuevo realismo juntos y en acción.  Aquello de que el alma la tenemos en común con el entorno y lo que nos separa apenas son los cuerpos, resultan el codo de una brazada o una onda del río aquí, intercambiables, comunes, en beijo seguido de pretéritos.

»Leer más

Soledad Álvarez: Premio Nacional de Literatura 2022

Nos enteramos recién de este premio, uno más entre ya varios importantes reconocimientos, otorgado a la escritora dominicana Soledad Álvarez.  Inteligente y talentosa para la literatura, qué duda cabe.  Jamás antepuso algo que podríamos denominar profesional, si la literatura podría considerarse así entre nosotros los latinoamericanos, a su trato humano.  Consciente de sus posibilidades, tanto como de sus limitaciones o tabúes, nos brinda una obra honesta y no menos en consorcio –época, estilo, clase social– con la de otras escritoras mayores y menores de nuestra región. Con anterioridad, en nuestro blog le hemos dedicado algunas breves reseñas a sus libros de poesía; adelante el lector hallará dos de ellas, una de 2016 y la otra de 2008.  Ojalá las disfrute.

»Leer más

Arquipélagos Mestiços – LOGO

Presentamos el flamante logo de Arquipélagos Mestiços (Brasil), asociación cultural presidida por Amálio Pinheiro (PUC-SP); y, por cierto, amiga de Vallejo sin Fronteras Instituto (Perú).  El presente constituye un paso adelante en esto de leer, de manera amerindia y mestiza, autores como son César Vallejo u otros.  A través de este blog iremos informando de sus tareas y logros en común. Desde ya nos sentimos orgullosos y les damos a Arquipélagos Mestiços la más cordial bienvenida.

»Leer más

VALLEJO AMERINDIO

Entre los varios seminarios y cursos que ofrece Vallejo sin Fronteras Instituto, proponemos a la comunidad académica dictar “Vallejo amerindio”. Un acercamiento a este tema desde su poesía (LHNTrilce y aquella póstuma), sus crónicas (“Un atentado contra el regente Horty” o “Teoría de la reputación”) y, también, la crítica sobre su obra (“Vallejo en Arguedas: ahora y siempre”) que ha reflexionado –mucho o poco– desde esta perspectiva. Los honorarios y los horarios quedan a tratar.  Contacto a través de este blog  o de vasinfin@gmail.com
Con un atento saludo,
Pedro Granados-Presidente de VASINFIN

»Leer más

Pelis en piedra

[Un muro de cerca]

Un muro de cerca. Porosidad.

Textura. Muchedumbre. Avidez.

Lejos de mis muros, ahora.

Lejos de mi sexualidad de niño

y de adolescente. La delicadeza.

Lejos del consuelo profundo de

cierta promiscuidad con los muros.

Florecidos sentimientos de amor hacia mi madre.

Muros. Juegos con los muros.

Entre los muros.

La historia universal resuelta sobre un muro.

Sin libros.

La turbia locuacidad

de las paredes desnudísimas de mi

infancia. El incomprensible cariño

de los ecos mudos. Los antiecos.

Lucho no sale a jugar, está haciendo

sus tareas. Frente a la casa de Angélica

ni preguntar. Y yo jugando vanamente

con una pelota de jebe

contra los muros. Botes.

Todas las cosas lejanas y cercanas.

Todas las cosas entreveradas

simultáneamente.

Arena. Espinas. Altorrelieves.

Todas las cosas imantadas allí.

Caras. Olores. Nubes.

Todas las cosas delicadas allí.

Tiernamente adheridas. Labios.

El corazón y la escritura (1996)

 

[Pasé el muro]

Para Rosario

Pasé el muro

Vuelvo a él y lo atisbo

Viejas serpientes levantadas

Sobre la piel de la piedra

Serpientes después del barro

El fuego el amor

El descuartizamiento

Juguetes de la infancia

Que abren sus ojos

Mientras atónitos

Los integrábamos

Nos integraban

A sus juegos

Aquellos del gozo

De la más sencilla

Y cotidiana eternidad

Vuelvo pues a mí mismo

Al olvido

A la muerte de mí mismo

Con el rabillo del ojo

Más bien lo oteo

Entre el fango

Entre la piedra

Entre las sobras de mi corazón

Todavía erguido

Inédito (2018)

»Leer más