Nos conocimos en Austin (Texas) creo que el 2002, en un recital poético que organizara en aquella ciudad donde residía. Asistió también Roger Santiváñez y algún otro poeta que ahora mismo no recuerdo. Me contó que, previo al evento, recibió algunas llamadas telefónicas conminándola a que no me invitara. Pero conociendo a Cecilia, conminarla a algo creo que era inútil o incluso imposible. Vaya desde aquí mi gratitud hacia ella.