Archivo por meses: enero 2015
28/01/15: Nuevas Imágenes Paceñas (I)
24/01/15: Menos de ella
A mis inminentes 60 años
Ha pasado el tiempo
Irremediablemente
Como también de modo irremediable
Nosotros mismos
Los recuerdos de mi padre dicen
Que él leía pequeñas historias
Para sus hijos
Y hacia gallitos inimitables
Origamis salados cuyos pliegues
Como una danza
Hasta aquí llegan
Porque de sal es que hemos sobrevivido
Sal como gracia y buenaventura
Cómo no
Si la hemos besado con los besos
De nuestra boca
Y sal en tanto atropello, mezquindad
Cerrazón general
Buena poesía de mierda tenemos
Sustentada en el organillo de nuestras
Apetencias
Y nuestras omnipotentes penas
“No hay nada político en lo que dice, pero todo es político. Como los herméticos italianos se vale de la poesía para denunciar, pero se asienta más allá de lo panfletario, en la esencia de la poesía, en ese lugar que trasciende épocas como un río perpetuo, y que va recorriendo las diversas realidades históricas a través de un hilo conductor: custodiar la belleza-verdad, cuya peculiaridad es cambiar siempre de rostro: somos uno siempre, y esta es la razón por la que podemos realmente ser todos”
De la Fuente Umetsu acierta
Entre mis paisanos
Como también acertó Martín Adán:
“con viva gratitud/
por el envío de sus bellos poemas”
Preparándonos
Para llegar a viejos y escépticos de todo
Menos de ella
22/01/15: Songs from the Second Floor/ Roy Andersson
20/01/15: Presentarán Poema-río de brasileña Raquel Guimarães en homenaje a Javier Heraud
La poeta brasileña Raquel Guimarães presentará hoy martes su Poema-río bilingüe (portugués y español) en homenaje al vate peruano Javier Heraud.
17/01/15: Homenaje a Nicomedes Suárez Araúz
Tomado de “Nicomedes Suárez Araúz: Cocina de la amnesia”/ Rubén Vargas:
“Si abordamos los trabajos ganadores del premio Copé de este año, como si fueran todos parte de una única antología, podemos percatarnos de algunas sugestivas coincidencias. Entre éstas, quizá la fundamental, es que estos poemas ejercitan una suerte de anmnesia generalizada; no en pos de negar la memoria, sino más bien –tal como precisa Nicomedes Suárez– de expandir la conciencia. Aquellos trabajos premiados habríanse propuesto , por lo tanto, despolitizar lo que resulta aparentemente político y politizar lo que supuestamente no lo es; entre esto último, las marcas de megalomanía o autoritarismo del yo poético en su comercio con el desocupado lector. Es precisamente esta aguda conciencia lo que lleva, por ejemplo a Rocío Castro en su Zoo a través del cristal, a limar sistemáticamente las aristas de asomo de cualquier texto tutor; de cualquier exabrupto que pueda echar por tierra la frágil pátina por donde mira. Objetividad, imparcilaidad y mesura no contradicen sino, por el contario, afinan y matizan una mejor calidad en la observación y, acaso, subsecuentes mejores compromiso y liderazgo para hacer de este mundo algo mejor”
Tomado de “Copé Internacional de Poesía 2007: por una lúcida amnesia”/ Pedro Granados:
http://blog.pucp.edu.pe/item/27683/cope-internacional-de-poesia-2007-por-una-lucida-amnesia
PIERNA SILVESTRE
La pierna se lava y se raspa
el exceso de gordura que hubiera.
Se pone en una asadera al horno.
Una vez que larga un poco la gordura,
se cuece hasta secarse y se cubre
en azúcar y caldo de piña.
Se deja en horno fuerte
cociendo unos veinte minutos.
Al retirar del horno
se corta la pierna de indio formando rombos
colocando un clavo de olor
en cada uno.
Los rombos se comen
con yuca hervida
y una tajada de silencio.
Tomado de “Receituario amazónico, de Nicomedes Suárez Araúz”/ Marjorie Agosín :
http://www.jornaldepoesia.jor.br/BHBHnicomedessuarezarauz.htm
13/01/15: Poemas en hucha/ Pablo Salazar Calderón
No encontrarán en Poemas en Hucha (Lima, Paracaídas Editores 2012) un Ícaro que busque llegar al sol, las alas no se le quemarán a Pedro Granados en tal intento; quizás más bien podrán encontrar a Diógenes en su tonel, recostado sobre el piso, diciéndole a Alejandro Magno que lo único que quiere en el mundo es que se aparte para ver el sol, o que todos los escritores de la literatura peruana –que es lo mismo- se muevan, que mejor están las caderas de esa morena en bamboleo hipnótico, que ellos. Cito un fragmento de poemas en hucha:
“No he inventado ser peruano:/ nuestra cara de triste obligatoria. / Pero quiero inventar ser caribeño./ fulgor de culos macizos,/ de juego eterno y de alegría.”
Nada de “La Letra en que nació la pena” como dijera Vallejo. Pedro Granados también es peruano y poeta, pero no quiere llorar en sus poemas, ni quiere que lloren sobre ellos, definitivamente no es de esos vates que buscan crucificarse en sus escritos, por eso se desmarca de esa tradición con la cual no se identifica, por eso opta por el autoexilio, que no consiste únicamente en salir del país, sino en voltear la mirada hacía otras tradiciones literarias, más cálidas. No quiere ser parte de esta pléyade de escritores en mayúsculas que ensanchan los anales de la literatura peruana. NO BUSCA LA VOZ. El tiene su propia voz y su aventura, Odiseo que no anhela regresar a Ítaca, y prefiere quedarse en la isla de Circe donde llueve y el sol tuesta la piel y las mujeres se ofrecen como un deseo cumplido. ¡Qué feliz se siente en estas latitudes! ¿Para qué volver?
Lo abandona todo para entregarse al país del tacto. El trópico como realidad y destino. Para ello, deja su casa, abandona a su familia, deja a sus estudiantes que lo esperan en el aula, para buscar su felicidad. Cito otro fragmento:
“Por consideración con mis estudiantes/ No enseñare más/ Por compasión con ellos/ no me verán más en el aula”/ He comido del fruto prohibido”/ Que le vamos hacer/ He desflorado/ Y tenido en una sola mano/ La cabeza atónita/ De la medusa.
Este sujeto poético, sátiro la mayoría de las veces, se entrega a la vida a toda hucha. Holograma herzoggiano, Fitz sobre un monte de Venus, brota del espíritu, como el grito de Triana cuando avistó ¡tierra! junto a esos navegantes que fueron por El Dorado, con la obsesión de una moneda de oro hundida en la frente, coleccionando poemas, como aerolitos hallados en una playa soñada, o en la misma cama de Gauguin junto a siete tahitianas.
Me enhucho: “Los pájaros volaran a través de él”.
10/01/15: Entrevista de Amelia Domínguez sobre la poesía de César Vallejo
09/01/15: Versos de Diana Araujo Pereira (Intervención)
02/01/15: MI RANCIÈRE
El lapicero verde que se encontró mi hermano Germán
sirve también para que le escriba un poema.
El me enseñó a ver la hora en un despertador malogrado,
y terminó preguntándome la hora.
Luego me enseñó a multiplicar,
y también se olvidó de multiplicar.
Después me obligó a emplear un lenguaje particular
para comunicarme con él.
Son de nosotros estos recuerdos.
A él pertenecen el lapicero y el poema.