No meio de cidade tão triste
e das próprias misérias
estas do corpo…
como criança encurralada
e sem presentes.
Com um monte de anos
sem olhar para Deus
direto aos seus olhos.
Assomem-se.
Sem uma bunda maravilhosa
fartando-nos a cama.
Sem o tal Deus e sem a tal bunda
então.
E ainda com todos esses anos
trazidos como em carrinho de mão
Alturas já vertiginosas
as do acumulado desejo
Cume que é acaso
nosso verdadeiro tamanho.
Denso, obscuro e blasfemador incenso.
Deja sonar la música
En medio de ciudad tan triste
y de nuestras propias miserias,
éstas del cuerpo…
Como un niño acorralado
y sin regalos.
Con un huevo de años
sin mirar a Dios
directamente a los ojos.
Asómense.
Sin un culo espléndido
llenándonos la cama.
Sin ese Dios y sin ese culo,
entonces.
Y con todos estos años
traídos como en carretilla.
Alturas ya vertiginosas
las del acumulado deseo.
Cima que es acaso
nuestra talla verdadera .
Denso, oscuro y blasfemo incienso.
De Poesía para teatro (Cuernavaca, Morelos, México: La Cartonera, 2010)