Imaginarme el mar y un hecho fortuito cualquiera como ahora el aire pesado el sol con su cubeta de luz permanente mis ojos en otro tiempo u otro lugar mis ojos bajo las plantas de mis pies en la playa sobre la arena de mis pies y hasta el agua que también es de arena y prodigioso sol de llanto y de extraña alegría la ciudad quieta como a la espera con boca y ojos cerrados y que como toda la ciudad es un sexo grande y dormido…esto lo saben percibir los poetas auténticos y también los falsos y este es el problema de la poesía… y tanto sol activo en jornadas de inmensurables horas achicharrándome sin remedio hasta los pies mismos de arena mojada de mar de boca de agua de mar de lengua de crustáceo sin pinzas ni desconfianza pura entrega de cangrejo nomás y en correspondencia directa con este sol quieto sobre las paredes de la ciudad que esperan desde el alba al olmo que pueda asegurar que pese a su modorra a lo hacinada de su alma allí vaya un individuo parco por la acera que siempre irá un individuo parco por la acera aunque nos hallemos en nuestra penúltima hora y hasta en la postrera… que no acertaron conmigo que no valió la pena sino tan sólo para mí mismo que todo lo arañé únicamente a las últimas bebí pero a ver si lo sabes si lo has visto si lo guardas ovillado en el bolsillo pequeño de la camisa como un ticket empapado de agua de mar como tus pies sujetos por la pura alegría de la playa por la travesura de la playa por el amor que no tiene extensión ni profundidad mayor que una sonrisa y como este evento absolutamente intrascendente y fortuito… allí está nuestra gloria para cualquiera de nosotros y la justificación a nuestra tontería de esperar mayor iluminación que la que viene a cubos de parte de un sol modesto y no menos familiar y no menos curioso que la ceja del sujeto que camina parco por la venida que atrapamos en un lienzo vivo un boquete abierto entre mi corazón y el tuyo
Inédito