Poeta Cillóniz (Lima,1944)
“Poeta de la piedra, poeta de la tierra, la fanopoeia de Cillóniz no es sólo un emblema, algo hierático; más bien, aquella cualidad plástica de su poesía implica un dinamismo, diseña un pro-ceso que quisiéramos aquí sintetizar. […] De esta manera, se podría establecer un productivo paralelo con La mano desasida o La piedra absoluta, poemarios de Martín Adán. Aunque más conceptista aquél que fuera una leyenda viva en Lima y que muriera el año 1985, en ambos poetas la piedra es un imán irresistible, signo y cifra de nuestra condición terrenal, y también promesa de trascendencia. […] Es precisamente esta riqueza de las connotaciones fecundativas de la piedra la que vincula en última instancia a esta poesía con el génesis. La visión del mundo de la obra de Antonio Cillóniz, a pesar de su reiterada mención o alusión a la muerte, no es apocalíptica; lo son sí sus críticos europeos que, con su más y con su menos, han ido afirmando aquello. La piedra no es sólo indicio del derrumbe social o de lo inanimado en la naturaleza, también vive y habla a los oídos de muchos peruanos; está en el cauce de los ríos profundos; funge de protectora matriz. Así más bien es esta poesía”.