Fórmula de la poesía,
la vieja fórmula de Staiger:
uno en el otro.
Este muchacho realmente mereció
el novel eterno, el asombro permanente
ante todas las cosas.
Recuerdo mi primera experiencia
poética:
andaba apartado de un pequeño
grupo de amigos (éramos adolescentes),
caminaba en una noche rústica,
crepitando algunas ramas secas
y también mi corazón
bajo mis zapatos.
Me apoyé sobre una piedra grande,
la noche se concentró en un punto (en mí)
y alguien bebió dentro
de mi pecho,
y algo apagó sus manos
en la noche (en mí).
Uno en el otro,
el otro en uno,
como el viejo Staiger formulara.
Y ahora que estoy por entrar
al salón de clases,
donde debo presentar a Bécquer
y hablar del primer simbolista
y del misterio y de todo eso,
se me ocurre que Emil Staiger
debería estar entre nosotros.
O, si no, el amor.
¿Cómo vive esa rosa que has prendido
junto a tu corazón?
Poema escrito en Ithaca (N.Y.) en 1989. Rigurosamente inédito hasta ahora. Con otros que he ido recuperando de aquella época, gracias a Charito y al azar, quizá me anime a organizar una breve colección que, por lo pronto, iré colgando poco a poco en este blog.