Archivo de la categoría: Narrativa
22/11/25: EL ESCULTOR/ ALEJANDRO ALONSO
31/10/25: BEN
Para G. A. B.
Ben hacía cola a un costado de la iglesia del barrio para, a través de una angosta puerta de madera, ingresar al amplio recinto de la colación. Shorts cortísimos, de motivos caribeños; aunque, eso sí, altas botas de cazador de osos y una casaca o una morsa completa sobre los hombros para sintonizar con el recio frío bostoniano. Mirando a Ben, como a otros y otras que una media hora antes constituían las estatuas o los árboles o los mismísimos edificios alrededor del Commonwealth, me atreví a imaginar que el invierno del norte era benigno, refrescante, aliado y alegre a pesar de estar ya varios grados bajo cero y con sol únicamente algunas escasas horas.
Los homeless de Boston tienen sus alfas. Y como grupo humano padecen de hiperkinesia. En cualquier momento algo está por estallar. Desde un intrascendente lío por la mantequilla, que por lo demás abunda sobre las bien provistas mesas de la colación, hasta un crimen atroz –aunque siempre impune– porque se cometió con el ojo, la pestaña y la ceja. Los voluntarios que atienden estos losergardens vespertinos –hacendosos muchachos, a veces señoras, todos gente de bien– deben aplicarse al máximo… adelantarse a lo que haga falta sobre las mesas de tan excesivos personajes. E incluso anticipar, atinando con un escueto saludo o una conversación relampagueante, lo que ocurra en la inquieta imaginación de los líderes o alfas … nice jacket, Nancy; do you like more lettuce, Anna?; time to repeat!… y otras frases por el estilo que se aplican como un fierro sobre los carbones ardientes de una chimenea. Ora se aparta un carbón por aquí; ora se atiza algún otro por allá… para mantener equilibrado el fuego.
No me atrevería a decir si existe o no promiscuidad sexual porque no me consta. Lo que sí hay es amor o, al menos, posesión sumisa y elocuente. Las mujeres reclinadas a sus alfas como San Juan, hacia Jesús, en La última cena. Pero los olores sí que son sexuales. Aunque cuál aroma podría faltar entre estos vecinos que rara vez se bañan. Salvo Anna o yo. Y acaso aquella digna señora, tan venida a menos la pobre, que de inmediato –cada vez que me la topo– la relaciono con los días que pasara Georgette de Vallejo en el Perú. Viuda célebre y no menos polémica dama a la que, a decir de un ocasional y casi secreto entrevistador, tan sólo le alcanzara para comprar 50 centavos de bonito durante doce años.
Me alegró mucho encontrar a Ben en aquella entretenida película de ladrones y policías. En algunos comedores de homeless no es extraño aparezcan cartelitos solicitando extras para la boyante industria cinematográfica local. Ben, entonces, no era una excepción; me dicen que antes, otros, ya habían aparecido también sobre la pantalla gigante. Llevaba sus habituales pantaloncitos calientes y, como siempre, sus hombros sobrecargados con pelo de animal más su propia copiosa y enmarañada melena. Por coincidencia, la película transcurría durante el invierno y estaba ambientada sobre la ciudad. A trechos, la nieve aparecía congelada y sucia; en otros, era blanca, blanda, brillante e incluso se me antojaba podría tener agradable sabor.
09/07/25: EN TIEMPO REAL
29/06/25: PREPUCIO CARMESÍ Y OTRAS NOVELAS CORTAS
La saga se inició hace 25 años con Prepucio carmesÍ (New Jersey: ENE, 2000). Primera novela del siglo XXI –escrita por un migrante peruano– trasandina, archipiélica o multinaturalista. Sin melancolías ni con el espíritu –típico o, peor todavía, profesional– de un sujeto andino damnificado. Post-exótica y post-indigenista; la cual, apuesta más bien por la complejidad desde el origen, por la opacidad. Reúne: Prepucio carmesí (2000), Un chin de amor (2005), En tiempo real (2007), Una ola rompe (2012) y Boston Angels (2012). Luego se han publicado directamente en la Web ¡Fozi Lady! (2016) [2013] , sobre los últimos momentos de la vida de César Vallejo y, casi, de Juvenal Agüero; y Sin enchufe (2018). Finalmente, Eunucos (Amazon, 2025) se divide en cinco “capítulos” (Fozi lady!, La asesina, Terremoto, Eunucos y Trina entre los dos el Inca) y gira en torno a lo que sería el amor multinaturalista e inspirado en el mito de Inkarrí. Novela experimental donde confluyen múltiples géneros literarios: poesía, ensayo y narrativa propiamente dicha; y donde, a través de esta complejidad formal, dos historias son las que constantemente se entrecruzan: una biografía apócrifa de César Vallejo y una auto ficción. P.G.
21/04/25: MVLL, la fiesta de la literatura
01/02/25: CAJA DE RESONANCIA: ENTREVISTAS A PEDRO GRANADOS
Índice
–Floriano Martins (I)
“Disparos a un blanco móvil”
–Carlos Eduardo Quenaya
“Entrevista a Pedro Granados”
–Mario Guevara Paredes
“Entrevista con Pedro Granados”
–Floriano Martins (II)
“LA POESÍA PERUANA EN EL SIGLO XX “
– Juan Javier Rivera
“PERUANO BRUJO:
INTERROGATORIO A PEDRO GRANADOS O DISGRECIONES ENTRE UN POETA (EN LIMA) Y UN ANTROPÓLOGO (EN LEIDEN)”
27/01/25: AGÜEROS PARA ARMAR
Líneas como las de arriba, pasajes enteros en las novelas son, en el fondo, artes poéticas, manifiestos personales de un poeta, sí, pero al mismo tiempo apuestas por el gesto libre e individual. Sujetos como estamos a los convencionalismos, a las ideas prefabricadas, a los piropos de cartón, leer a Pedro Granados es una vuelta a la poesía y a la literatura que de veras nos interesa: aquella que se juega lo que es para ser una díscola y lúcida aventura personal.
Carlos Quenaya
Acaso Juvenal es la insatisfacción perpetúa, quizá, de la modernidad o es acaso la insatisfacción de la adolescencia.
Finalmente -a modo de cinta adhesiva que trata de unir una circunferencia- un dato interesante en la narrativa de Pedro Granados: él culmina la figura de la novela graffiti – pintada velozmente con aerosol para no ser detectado- colocando entrevistas que le hacen a él mismo. Lo más delirante de esto, es que él reemplaza su seudónimo, Pedro, por el de Juvenal.
Daniel Beteta
El viaje carnal de Juvenal Agüero.
Juan Granados, El correo gallego
23/01/25: La vida a plazos de don Jacobo Lerner (edición revisada y aumentada)
21/12/24: Un chin de amor. Y otras leyendas del Caribe
Juvenal Agüero, migrante peruano, aparecido de pronto en un Santo Domingo de entre siglos. Novela trasandina y, de modo simultáneo, también post caribeña. Novela que interroga y responde con poesía a las migraciones; lo cual es muy distinto a decir “poéticamente”. Un chin de amor nos presenta un nuevo tipo de sujeto andino del siglo XXI, sin melancolías ni con el espíritu –típico o, sería peor, profesional– de un sujeto andino damnificado. Novela post exótica y post indigenista que apuesta, más bien, por la complejidad desde el origen, por una esperanzadora opacidad.









