Archivo de la categoría: Ensayo

Ensayo

El diálogo Borges-Vallejo: un silencio elocuente (PDF)

A modo de celebrar los centenarios de Trilce (1922) y de Fervor de Buenos Aires (1923). 

Granados, Pedro (2007). “El diálogo Borges-Vallejo: un silencio elocuente“.  Variaciones Borges: revista del Centro de Estudios y Documentación Jorge Luis Borges, Nº. 23. 183-206

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“VALLEJO EN ARGUEDAS: AHORA Y SIEMPRE” (PDF)

I CONGRESO INTERNACIONAL JOSÉ MARÍA ARGUEDAS

Miércoles 29 de noviembre

Presentación de libro
17:30 a 18:30
José María Arguedas: saberes, hervores y despedidas
Gabriela Núñez, Julio Noriega y Dante Gonzalez

En “Vallejo en Arguedas: Ahora y siempre”, Pedro Granados  estudia los motivos por los cuales, para José María Arguedas, César Vallejo constituye el «más grande poeta del Perú» (1938) y, asimismo, «el principio y el fin» (1969); y cómo estos testimonios y homenajes se reflejan en el derrotero de la obra arguediana. Para tal fin, se teorizó sobre las diferentes nociones de las Humanidades (en tanto libros, pueblos, narrativas y posantropocentrismo) que aclimata César Vallejo en su obra; las mismas que, aunque de modo oscilante, se ventilan también en la obra de Arguedas. Asimismo, y por primera vez respecto a la obra de ambos autores, se cotejaron los aportes de los filósofos del Nuevo Realismo (Meillassoux, Bennet, Gabriel, Ferraris, entre otros). Se concluyó que, sobre todo la crítica, aunque con cierta complicidad del propio Arguedas, ha confinado la recepción de esta obra a un solo modo de leerla. Sin embargo, en El zorro de arriba y el zorro de abajo (1969), pero no únicamente aquí, Arguedas prevé y alienta —conectada siempre a las propuestas de la obra de Vallejo— otras maneras no menos válidas de leer también su propia obra, ahora y hacia el futuro.

En: JOSÉ MARÍA ARGUEDAS SABERES, HERVORES Y DESPEDIDAS. Julio Noriega Bernuy, Gabriela Núñez Murillo y Martín Valdiviezo Arista (Editores). Lima: Pakarina/ UNJMA/ Knox College, 2023.  pp. 109 – 134.  ISBN: 978-612-4297-82-3

Presentación de Carmen María Pinilla:

https://web.facebook.com/FILPeru/videos/1725801391210786

Vallejo en Arguedas. Pedro Granados. pdf

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Vallejo, Adán y Eielson-Sologuren: Estancias amerindias (PPT)

“Vallejo, Adán y Eielson-Sologuren: Estancias amerindias (PPT)” constituye el programa de un libro en preparación con título homónimo. Comunicación que fue presentada en el marco del Congreso internacional Pensar la forma: tecnologías del pensamiento en las Humanidades hoy, PUC del Perú, 21-22 de nov. de 2023.

Vallejo, Adán y Eielson-Sologuren

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SOLEDAD IMPURA

Portada de Marita Ibáñez

Paradójica y sabia poesía la de Pedro Granados. Desbordante de energía afirmativa en su dicción sobria, coloquial y filosa como el cuchillo de un carnicero taoísta. Ella sirve de refugio a un furioso, temible y tierno animal -ávido de eternidad en tránsito-, que olfatea y palpa el cuerpo erógeno donde confluyen la temible desnudez de la mujer, el neón seductor de la noche y la retracción desafiante de la página en blanco. Voz del desierto en la ciudad y el hueso. Palabra de una soledad y de un exilio que al decirse, crean el espacio de un posible encuentro. Poesía del acoso y de la pérdida, del apetito de altura y del fluir del mar…. La escritura de Granados intenta crear un “nosotros” en el peregrinar iniciático y en el desasimiento. Con desengañada dureza en ciertos versos cortantes, el sujeto nómada nos permite asomarnos a una geografía poética personalizada, que extrañamente logra transmitirnos un hechizo: las aproximaciones inverosímiles, los amorosos abrazos disyuntivos y el doloroso arte de vivir cayendo… Con Granados la poesía toca, ataca, explora la textura hiriente de las cosas, y descubre -como un Ulises que no llega nunca a Itaca porque el único asentamiento es el viaje-, que una posible y frágil salvación tan sólo nos aguarda en el goce fluyente del poema encarnado.  Armando Almánzar-Botello (República Dominicana)

No hay nada político en lo que dice, pero todo es político. Como los herméticos italianos se vale de la poesía para denunciar, pero se asienta más allá de lo panfletario, en la esencia de la poesía, en ese lugar que trasciende épocas como un río perpetuo, y que va recorriendo las diversas realidades históricas a través de u  n hilo conductor: custodiar la belleza-verdad, cuya peculiaridad es cambiar siempre de rostro: somos uno siempre, y esta es la razón por la que podemos realmente ser todos.  Juan de la Fuente Umetsu (Perú)

Hay cierto minimalismo formal en la poesía de Pedro Granados, cuyo trabajo he venido a conocer sólo recientemente. Ello, sin embargo, no equivale a una reducción de la capacidad expresiva ni de la complejidad de su visión. Al contrario: el verso corto, la pausa constante ponen un énfasis particular en cada una de sus ideas. Estas parecen desenredarse progresivamente, como si buscaran ir más allá de lo dicho anteriormente.
He encontrado, también, algo ausente en mucha de la poesía reciente: un arriesgarse por el sentido, un sentido que no se esconde detrás de metáforas vagas. Me ha agradado en particular el tratamiento de las historias familiares, el peso simbólico o real del Perú y su pasado, y las reflexiones sobre la escritura poética, un tema presente en la mayoría de los poemas.  Alfredo Alonso Estenoz (Cuba)

Soledad impura es la ola de la tormenta perfecta que está por tumbarnos en su aparente quietud, pero que contrariamente nos mantiene maniatados en la zozobra: la de nuestra memoria, la de nuestra experiencia amorosa y la de nuestra vagancia trascendental por el mundo. Juan Carlos Ramiro Quiroga (Bolivia)

Puntualidad de lo cotidiano y abrigo de lo siempre presente, la poética de Pedro Granados es como una doble conjunción de espacio y tiempo. En ella, el mundo se despliega como un mapa de las emociones, pero, a la vez, como el esfuerzo por la conquista del lenguaje “otro”. Geografía de la pasión e inserción de ésta en la geografía material de los objetos que de alguna manera nos pueblan. Gustavo Ruiz Pascacio (México)

La voz poética es consciente de que la vida es una narración, es consciente de esa tensión entre muerte y lenguaje, entre vida y lenguaje. La vida es escritura y lectura, es un libro.
Jessica Freudenthal (Bolivia)

Pedro Granados, nacido en Lima en 1955, es uno de los poetas más prolíficos y cosmopolitas de su generación. Desde que publicara en 1978 su primer poemario, Sin motivo aparente, no ha dejado de producir guiado por una ética de la justicia y una vocación innata por explorar las entrañas de la palabra. Soledad impura es su más reciente aventura literaria y el décimo libro de poesía que publica. Se trata, una vez más, de constatar la realidad mediante la inasible palabra. Nombrar las cosas y el acontecer es aquí otorgarles unas alas que llevan más allá de lo tangible.  Julio Heredia (Perú)

“Se escribe el poema para encontrar el alma y no a la inversa”
He leido Soledad impura para encontrarme sin buscarme, hermano. Entré en él como se entra a la vida, al agua y al amor (desnudo). Seguiré nadando en él, adentro para, a través de él y no con él, mirar el día en toda su cromática. Es la soledad impura más pura que conozco, quizás porque no pretende serlo química, matemáticamente ni todo lo contrario. Es el poema nadando a pecho suelto en lo profundo del charco, a todo pulmón. Gracias por tan valioso obsequio, que desde ya es uno de mis compañeros de viaje.   René Rodriguez Soriano (República Dominicana)

Entre el tropel de propuestas poéticas existentes en la actualidad es difícil encontrar una poesía que sepa guardar distancia de la gimnasia verbal, el colorido experimental, los buceos narcisistas, el exhibicionismo culturoso y , por contrapartida, se empeñe en ser fiel a sus impulsos más originales y ciertos. Porque la poesía es, como dice Granados, arte de adolescencia y los que pretenden atender su llamado deben estar dispuestos a prolongar la alegría del caminante que no sabe bien adónde va y que transpira, con lucidez y júbilo, el inexplicable hálito de lo desconocido. Julio Ortega, en el prólogo a un poemario de 1989, El muro de las memorias, escribió lo siguiente: “Entre el drama de lo inmediato y la ironía de su recuento, Pedro Granados, deja en este libro (como Tàpies en la grisura errática del mundo) los signos de su habla grabada a pulso, esto es, con zozobra y verdad.” Pienso que este juicio sigue siendo válido para el libro que hoy presentamos.  Carlos Quenaya (Perú)

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Poesía dominicana del s.XXI: “leer poesía era (es) leer a Vallejo”

Fue a partir de una antología sobre poesía dominicana[1], estando de vacaciones en la media isla[2], la que motivó y activó escribiera un ensayo, “República Dominicana: La poesía que vendrá” (Granados 2001); el cual, pocos años después, se transformó en un libro, Breve teatro para leer: Poesía dominicana reciente (2014a), editado por el recientemente desaparecido  René Rodríguez Soriano.  Y hoy, luego de dos décadas, es otra antología sobre la materia la que desencadena me avoque al presente artículo.  En lo fundamental, se trata de reseñar Indómita & brava. Poesía dominicana 1960-2010, cuyo autor es el poeta e investigador, también dominicano, Manuel García Cartagena.

[1] “Juego de imágenes. La nueva poesía dominicana” (Santo Domingo: Isla Negra/ Hojarasca, 2001) en su 2ª edición, antología preparada por Frank Martínez (Santo Domingo, 1965) y Néstor E. Rodríguez (La Romana, 1971).

[2] “De tanto quejarnos del aislamiento de la literatura dominicana en el Universo no se sabe quién envió a Juvenal Agüero, el poeta peruano, a Santo Domingo, por allá por los años 90 del siglo pasado. Agüero se encandiló con la poesía y con la gente dominicana y se jodió para siempre, que está preso por la guardiemón” (Clodomiro Moquete).

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POESÍA PERUANA POST-VALLEJO:DE LOS INDIGENISMOS A LAS OPACIDADES

César Vallejo (1892-1938) sepultó con su obra poética -aunque también con sus persuasivas crónicas y ensayos- todos los indigenismos. Con esto sacó adelante un concepto y una práctica que podríamos motejar como Indigenismo-3, pero que preferimos -junto con Édouard Glissant- denominar “opacidad”. Bajo este lente, en nuestro estudio, identificamos poetas -y poéticas- “extranjeros”, transfronterizos, o de nacionalidad asimismo “opaca” (“peruana”); por ejemplo, la relación entre el “portunhol selvagem” (Brasil-Paraguay) y el Grupo Kloaka (Perú, años 80). Además, se debaten aportes recientes de importantes vallejólogos: Stephen Hart, Michael Clayton, Amálio Pinheiro, Julio Ortega, entre otros. Debate que resumiríamos en uno: enfoques tradicionales -humanistas o positivistas- versus posthumanistas o multinaturalistas, una vez englobado en esta última perspectiva crítica el concepto de “opacidad” aquí manejado. Nos dirigimos al investigador de las humanidades o de las ciencias sociales, tanto como al lector interesado en ponerse al día en torno a estas complejidades -literarias, sociales, culturales- hoy por hoy tan vigentes en nuestro metamorfoseado presente.  P.G.

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CARTA DE POESÍA MEXICANA CONTEMPORÁNEA/ JOSÉ HOMERO

“Ciertamente no hay una poética dominante, ni siquiera una escuela, pero en ese paisaje polifónico —más que caos—, es posible apreciar timbres, además de variedad vocal y sobre todo una constante: el abandono de la fe heredada del romanticismo en la poesía como núcleo metafísico” J.H.

file:///C:/Users/WINDOWS/OneDrive/Desktop/INFRARREALISMO/CARTA_DE_POESIA_MEXICANA_CONTEMPORANEA.pdf

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Edgar Artaud Jarry: Fundador del Infrarrealismo

Resumen:

Postulamos al poeta y científico mexicano, Edgar Artaud Jarry, como un más plausible –
aunque no menos opaco– fundador del Infrarrealismo; sin los pliegues ni las frustraciones
de Roberto Bolaño o, respectivamente, de José Vicente Anaya.

Palabras clave: Infrarrealismo; Hora Zero; Edgar Artaud Jarry.

-En realidad no fui fundador, pero sí que estuve en el taller de la torre de la Rectoría que impartía Juan Bañuelos, donde conocí a Bolaño y Mario Santiago, los cuales contradijeron a Bañuelos cuando me tocó leer mis poemas y éste los clasificó como “clásicos”, repitiendo algunos versos, repitiendo “va que vuela”.  Y entonces Mario y Bolaño le dijeron que mis poemas tenían más bien un enfoque “estridentista”, así comenzaron mis andanzas gracias a José Peguero, a reuniones en diversos sitios y lecturas, aunque el día de las fotografías famosas en Casa del Lago yo no estuve.  No tenía dinero ni cómo recibir la invitación, me iba caminando a la Facultad de Ingeniería de la UNAM, desde la Villa Olímpica donde me alojaba un pariente cercano de mi padre.  Ya era parte del infrarrealismo, no había ningún club de Toby, se aceptaban conocidos que se juntaban entrando y saliendo, yo me mantuve siempre en el grupo, así que cuento con muchas anécdotas y vivencias, malas y buenas. (Edgar Artaud Jarrry)[1]

[1] WassApp muy reciente.

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