Finalmente, el escritor Pedro Granados asegura que la poesía de León Félix Batista junto con la de Armando Almánzar-Botello, debería ser el auténtico ícono de la generación dominicana de los años 80. Ambos son, a su modo de ver, complementariamente neobarrocos: más culterana la de Almánzar-Botello (analógica y llena de referencias eruditas), más conceptista la de Félix Batista (analógica y centrada en la elipsis de la frase y el cultismo del vocabulario).