Águilas al vino
Mi querido Vallejo
Coger la manta
Y desaparecer
¿Qué es la poesía?
Sino comer de esa presa
Y esconder
Esconderse
Y llorar
Involuntariamente
Si yo te dijera
Si él te dijera
Si nosotros te dijéramos
Ya que no existimos
Sin ti
Entre la puerta giratoria
Tu mirada fugaz
Entre todo este barullo
El leve tono
De tu voz
Aspas largas rotundas
Concéntricas
A la vida y a la muerte
Atados
Mi querido Vallejo
A pesar de desplegar las alas
Y cocinar las piedras
Y parecerme el mundo
Un ínfimo ángulo de mi ventana
A aquello adheridos
Al pozo a la belleza
A la lágrima involuntaria
Jugando con la muerte
Entre la muerte y nosotros
Una tácita partida
Compartiendo el mismo lecho
Con ella
Y saliendo de su casa
Sin saber de modo cierto
Cómo hemos de no retornar
Cómo hemos de perdernos
Cómo hemos de hacer
Para extraviar su llave
De nuestras manos
Y su espera
Y sus ojos y su mirada
Que no entienden tampoco
Cómo hemos de despedirnos
De ella
Sin que nos demos ni cuenta
Vallejo
Un avión de papel se abre en el espacio
Y vuela
Otro para “Activado”, poemario in progress.