con un resto de seducción
vas por la ciudad
amas el amor
como cuando adolescente
el amor que no llega
sino cuando no amas más
y este resto de flor marchita
que son tus manos
y este cuenco ya casi vacío
que es tu corazón
sin embargo
tus ojos de auquénido antiguo
tus labios como de ofrenda
de un pez
de carne aromática…
con pocos pasos dominas la ciudad
como antes
a un lado la compasión, aquí
el amor allá
la tolerancia tus manos
todo lo van distribuyendo
junto a tu mirada de mapache
tallada de lujuria
incontenible y acaso
de alguna esencial bondad…
tu sexo vuelto de jade
entonces, tu sangre
de mercurio
que administras
con sumo cuidado
te han elegido el amoroso
el amante
el que efectivamente
sabe del amor
sobre estas hoscas paredes
el que puede pintarte
la cara con el amor…
lento lo acelerado
obtuso lo agudo
inclusivo
aquello que te advertía
sobre los graves peligros del amor
amas cuanto amas
desnudas tu corazón
como si cualquier cosa
al aire que te rodea
de modo firme lo atas
sabio hombre del amor
en eso te han convertido
conmovida roca de azúcar.
10/ 10/ 08
esta soberbio, osote¡¡