Con mis estudiantes del Colegio San Andrés, mediados del 70 del siglo pasado.
La perspectiva de Pedro Granados, centrada en la lectura multinivel, mítica y posantropocéntrica de César Vallejo, proyecta un impacto significativo en la crítica literaria y los estudios de las Humanidades, especialmente en el contexto latinoamericano.
- Transformación de los Estudios Vallejianos y de la Vanguardia
La proyección más inmediata se da en la relectura de Vallejo y el canon vanguardista:
Descentramiento de la Vanguardia: Al postular que Trilce es un manifiesto alternativo (Hito Seis), Granados desafía la lectura canónica que encasilla a Vallejo meramente dentro de los modelos europeos (cubismo, dadaísmo). Proyecta a Vallejo como un pensador articulado desde el Perú (Hito Tres), cuyo proyecto es de naturaleza cultural y político-social antes que puramente formalista.
Revalorización del Míto: La identificación del mito de Inkarrí como el “guion” estructural (Hito Cuatro) establece una metodología para la crítica. Proyecta una visión de la poesía latinoamericana moderna como un campo donde los mitos amerindios no son meros temas, sino estructuras ontológicas que organizan la sintaxis, el ritmo y el significado de la obra.
- Implicaciones para las Humanidades: La Ciudadanía Trílcica
El concepto de Ciudadanía Trílcica (Hito Cinco) y la necesidad de integrar el Posantropocentrismo (Hito Siete y Hito Seis) son la principal proyección de Granados hacia el futuro de las Humanidades:
Humanidades Cuatripartitas: Granados propone una noción expandida de las Humanidades que incluye: Libros (H1), Pueblos (H2), Narrativas (H3), y la crucial adición de la visión Posantropocéntrica (H4). Esto impulsa una agenda de investigación que exige a los críticos trascender el enfoque centrado en el humano para analizar las interrelaciones entre especies, ecologías y entidades no-humanas dentro de los textos.
El “Giro Ontológico” en la Crítica: El análisis del “Vallejo a caballo” (Hito Siete), donde el sujeto se deja guiar por el animal, es un ejemplo claro de este giro ontológico. Proyecta una crítica literaria que debe integrar el multinaturalismo amerindio (Viveiros de Castro) para entender la relación del ser humano con su entorno, diferenciando la literatura latinoamericana de las vanguardias europeas.
Ética de la Inclusión y la Restauración: Al centrar la poesía en la dinámica restauradora de Inkarrí, se proyecta una visión ética de la crítica donde el fragmento no es vacío ni absurdo, sino la promesa de la reconstitución (Hito Tres). Esto promueve un enfoque que busca el gozo y la plenitud incluso en el dolor, una perspectiva vitalista que contrasta con el pesimismo existencial a menudo asociado a la modernidad.
- Apertura al Diálogo Transatlántico e Interdisciplinario
La perspectiva de Granados abre líneas de diálogo y estudio a nivel global e interdisciplinario:
Diálogo Sur-Sur y Transatlántico: Al cotejar a Vallejo con el arte y la crítica brasileña (“modo brasileño,” Hito Siete), el arte haitiano (Frank Étienne, Hito Siete) y el arte estadounidense (Barnett Newman, Hito Siete), la perspectiva proyecta a Vallejo como un centro conceptual que media entre la ontología amerindia y la modernidad global.
Estudios Culturales Populares: La incorporación de lo afroperuano (marinera) y de espacios subalternos como Tacora (Hito Dos y Hito Siete) legitima el estudio de la poesía a través de la cultura popular y el habla cotidiana. Proyecta la necesidad de una crítica que analice las “retóricas sin nombre” surgidas de las prácticas populares de reciclaje y subversión lingüística.
En resumen, la perspectiva de Granados proyecta los estudios vallejianos fuera de la mera exégesis estilística para convertirlos en un marco teórico robusto que exige una lectura ontológica, política y ecológicamente consciente de la literatura, redefiniendo el papel de lo amerindio y lo posantropocéntrico en las Humanidades globales. P.G.

